Capitulo 1. Lejos

124 5 6
                                    

*Clara*

Mamá y yo acabamos de mudarnos a Nueva York con mi hermana pequeña, después de la muerte de papá creo que fue lo mejor, no aguantaría allí ni un día más...Todo me recuerda a él...las rosas, recuerdo que de pequeña mi padre siempre me traía una cuando volvía de trabajar, jamás se le olvidaban, y aquella frase que siempre repetía, aquella que por muchas veces que la oyera me seguiría sacando una sonrisa..:

"Una bonita flor para otra aún más preciosa"

Él era mi todo, mi mundo, mi talón de Aquiles...hasta que bueno, ocurrió aquel accidente...y aquí estamos, nueva casa, nueva vida...

Ana.- Cielo, ven a ayudarnos con las cajas.

Clara.- voy mamá- dije apenas con ganas.

Andrea.- Mamá...¿cuando volveremos a España, a nuestra casa?-dijo con ojos llorosos.

Clara.- No lo entiendes ¿verdad?No volveremos nunca ¡Nunca! Vete acostumbrándote porque no creo que vuelvas a ver España - rebobiné y me di cuenta de lo que dije, solo hablaba con una niña - Andrea, lo siento...yo...perdona - dije bajando la mirada.

Andrea.- ¡Ya vale clara! No eres la única que está destrozada por la muerte de papá, mira a mamá, mírame a mi - iba a continuar pero mi madre la interrumpió.

Ana.- ¡Andrea! - dijo enfadada.

Andrea.- No mamá, ni que ella fuera el único miembro de su familia... - sé que mi hermana estaba enfadada pero aquello me dolió y esto que le dije a continuación lo solté bastante tranquila, no porque lo estuviera, ni mucho menos, si no que, estaba destrozada y no podía más..

Clara.- Andrea, ¿sabes por un casual lo que es tener que presenciar la muerte de tu propio padre? Tener las manos llenas de sangre mientras lo sostienes, tenerlo ahí, entre tus brazos sin saber que hacer, si morirte tu también o gritar hasta quedarte sin voz y salir corriendo sin parar de llorar, sintiendo que eres tu la culpable, por no haber hecho nada, por no haberle salvado...¿sabes a caso lo que es?

Exploté en lágrimas, ya no podía más y me fui, no sabia a donde, solo quería salir de allí...Lo último que escuché fue la voz de mi hermana gritando mi nombre.

Llegué a un parque bastante alejado de mi ahora llamado "hogar", estaba cansada, me apoyé en un árbol y me dejé caer, solo quería estar sola, escondí mi cabeza entre mis brazos y, continué llorando. Entonces fue cuando oí una voz, una mano tocó mi hombro y reaccioné rápidamente, me levanté.

Clara.- Me has asustado - dije mientras me secaba las lágrimas para que no lo notara.

***.-Perdona, no era mi intención asustarte, solo que..te he visto sola...y, bueno...solo quería...

Clara.- ¿Solo querías qué?¿molestar?¡ENHORABUENA! - me miró con ojos tristes, cada vez se alejaba más y más - No, ¡espera!

***.- Oye tranquila, ya me voy, no quería molestarte...

Clara.- No, por favor. Es solo que...he tenido un problema y...bueno...lo siento, no quería gritarte, perdona.

***.- Entiendo, parece que no hemos empezado con buen pie, soy Jack - dijo extendiendo su mano.

Levanté la mirada y me fijé en él, era rubio, alto, poco más que yo, su sonrisa, perfecta...y sus ojos...dios mio sus ojos...tenía unos ojos castaños, increíbles , no solo los azules o verdes tienen que ser los más bonitos del mundo, él tenía unos ojos preciosos, de esos que miras y te pierdes en ellos, y bueno...supongo que yo me perdí, me fascinaban cada una de sus facciones...

Jack.- ¿y bien? - dijo con una sonrisa pícara en el rostro.

Clara.- ¿Qué? - Baje la mirada mientras notaba como me subían los colores.

Jack.- Te he preguntado que cual es tu nombre - soltó una risilla que hizo que me estremeciera.

Clara.- ¡AH, SI! Clara, me llamo Clara.

Jack.- Bien, encantado Clara...oye...- no acabó la frase cuando...-

******.-¡CLARA!¡¿CLARA DÓNDE ESTÁS?!Por favor, lo siento mucho.

Escuché la voz de mi hermana entre sollozo y sollozo, me giré y allí estaba, corriendo lo más rápido que podía hacia mi.

Jack.-Creo que te buscan, debería irme.

No me dio tiempo a despedirme, cuando giré la cabeza se había desvanecido. Mi hermana me abrazó. Me agaché para estar a su altura.

Clara.- Eh, no llores enana - le dije mientras le secaba las lágrimas - ¿qué pasa?

Andrea.- Clara, lo siento mucho.

Clara.- Tranquila pequeña, no llores por favor, no puedo verte así, y papá no querría verte triste - la dediqué una sonrisa que rápidamente me devolvió - vamos a casa, mamá debe estar histérica.

Volvimos a casa entre risas, por muchas veces que discutamos, la quiero, es mi hermana y es demasiado importante para mi. Cuando llegamos a "casa" mi madre estaba metiendo la última caja. Entramos y nos dio un abrazo a las dos, no le gusta que discutamos, se pone muy triste. Subí a ver mi habitación, y antes de abrir la puerta de esta llamaron al timbre, oí una voz que me sonaba familiar...



Simplemente AdolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora