El bullicio generado por la comunidad estudiantil en su primer día de clases presenciales, después de dos largos años en pandemia, comienzan a estresarla de a poco. No es que ella sea amargada, pero escuchar risas tan escandalosas a las escasas 8:00 am, es molesto.
Con una pequeña mueca observa a cada persona del lugar, no encuentra nada que llame su atención, por lo que decide encaminarse a su salón, aunque aún falten cuarenta minutos para su primera clase del día.
—¿A dónde vas Ali? —cuestiona una de sus amigas, con la que ha compartido aula desde secundaria.
—Al salón.
La chica asiente, un tanto confundida, sin embargo, no pregunta nada y retoma la conversación con sus amigas.
Su caminar es algo flojo, mientras que el de los demás es apresurado y enérgico; de improvisto su cuerpo se ve empujado por la masa de estudiantes que transitan apresurados por llegar a tiempo a sus respectivas aulas. No obstante, antes de que sea arrollada nuevamente por el tumulto de gente unas manos la toman por los hombros, manteniéndola quieta y evitando que sea lastimada, al alzar la vista para observar a la persona que la ayudó, sus ojos se encuentran con unas largas y espesas pestañas, así como con unas corneas café claras. Un chico con ojos hermosos...
—Ten cuidado, bonita—recomienda el joven, dedicándole una pequeña sonrisa que hizo que sus piernas se sintieran débiles.
—Si, gracias.
Con cuidado la suelta y rodea para continuar avanzando, Alaia voltea a verlo de reojo, encontrándose con esa clara mirada sobre ella.
(***)
Su cabello castaño se pega a su rostro debido al fuerte viento de invierno que azota la ciudad; descuidadamente lo retira con su mano, mientras que con la otra sostiene su mochila.
—Alaia—la llama un joven, al que reconoce de inmediato como Erick, su primo.
Sus pasos se van deteniendo de a poco, hasta que finalmente Erick logra alcanzarla. Le dedica una pequeña sonrisa que debido al cubrebocas no es vista.
—¿Dónde están Laila y Yami? —pregunta Alaia.
—Dijeron que las esperáramos un rato más.
Asiente y camina al lado del castaño mientras ambos se distraen con su celular. En los últimos momentos su mente no ha dejado de rememorar los ojos de aquel chico.
Presta atención a su celular cuando un mensaje de su prima aparece en la barra de notificaciones, no se da cuenta que Erick se aleja de ella hasta que escucha risas unos metros más atrás de donde se encuentra.
Su cuerpo se paraliza al ver quien está junto a su primo, el joven que por la mañana le ayudó. Sus miradas se encuentran y de nueva cuenta... comienza a sentir una sensación de nerviosismo que hace flaquear todo su cuerpo.
—¿Entonces vas a ir al campo? —escucha la pregunta que hace uno de los chicos que caminan hacia ella.
Su primo se limita a asentir, por su parte, hace todo por evitar el contacto visual con el chico de hermosos ojos.
—Nos vemos allá —comenta el de ojos cafés, su mirada se dirige a ella y sus ojos se achican al brindarle una sonrisa—. Hasta luego, bonita.
Alaia sabía que no estaba bien emocionarse por esa pequeña acción, sin embargo, una sonrisa inmediata apareció en sus labios cuando el más alto se dio la vuelta para marcharse.
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Best of Me
RomanceEnamorarse por primera vez puede llegar a ser hermoso, hasta que te das cuenta de que ese sentimiento no es del todo correspondido. Alaía se enamoró de Jahir. Jahir aún no supera la ruptura con su exnovia. ¿Hasta qué punto estas dispuesta a rompert...