Bumblebee Y El Rey De Los Monstruos

I

Godzilla el rey de los Monstruos miraba a la criatura amarilla que mantenía en sus garras inconciente, se había sacudido cuando algo molesto sus placas dorsales, dejando caer al pequeño ser. Era mucho mas grande que un humano normal pero más pequeño que un avión humano. Cabía perfectamente en sus garras, suspiro desviando la mirada hacia fuera de la cueva, la lluvia había empezado después de que encontrará a ese pequeño ser.

Se acostó boca abajo formando una pequeña curva con su cuerpo, un costado hacia la salida y el otro hacia la pared, el rey cubrió el tembloroso cuerpo, creyendo que era el frío y se dispuso a descansar, hablaría con mothra cuando la viera, ella conocía más esas criaturas carnosas que él.

(...)

El rugir de algo lo despertó.

Molesto abrió los ojos y miro a la causa de su despertar, ese pequeño ser amarillo estaba pegado a la pared mirándolo con una gran sorpresa. Suspiro antes de inclinarse para mirar mejor al amarillo, este parpadeo un par de veces antes de mirar la cueva entera, el sonido de las gotas caer y el frío tras su espalda le indicaba que la llovizna afuera de su cueva aún continuaba, el ser amarillo le miro antes de avanzar cauteloso a él, cada movimiento fue observado por el gran lagarto, hasta que sintió contra sus escamas algo frío, extrañado de que la misma zona donde estaba la mano ajena fuera el causante del frío tacto, vio al pequeño ser frotar de arriba a abajo contra sus escamas. Escuchó una serie de pitidos mientras sentía las caricias contra sus escamas, vio la cara del otro más calmada, absorto en él como lo había hecho ese humano que detonó esa bomba nuclear en su templo, una pequeña sonrisa salió de su boca antes de que esos ojos azules lo miraran.

Levantó un poco la cabeza mirando fuera de la caverna, estaba saliendo el sol por lo iluminado que estaban las nubes, el lagarto empujó con su nariz al pequeño antes de levantarse, ya parado miro a la cosa ponerse a su lado y mirar la salida, levantó la mirada hacia el rey dudoso.

Godzilla se acostó nuevamente, dejando su cabeza cerca del "humanoide", el ser se acercó y escaló dudosos, mirando de vez en cuando al lagarto que solo movía un poco la cabeza, incitandolo a seguir. No había forma que dejara a esta cosa sola para que algo lo devorara en su ausencia, se levantó ya con eso sobre su cabeza y camino hasta salir finalmente de la cueva, el macho miro a todos lados antes de caminar hacia otra zona. El ser amarillo miraba todo maravillado capturando imágenes para mostrárselas a su amigo, árboles extremadamente gigantes, más grandes que el Monstruo al que estaba montando, vio seres igual de grandes que el lagarto, pasando el denso bosque un claro se dió a la vista de ambos, el ser amarillo miro asombrado la belleza que había, tomando un captura en su procesador, se asombro al ver qué su transporte lo llevaba hacia tres monstruos, casi chillo cuando los voltearon a ver.

El rey miro a la polilla que le saludo con reverencia, un gruñido salió cuando acercó su frente a una de las rocas grandes junto a ellos, el ser miro la superficie un momento antes de entender, le pedía que bajara, cuando estuvo en la piedra él ser lo miro alzarse, aún en esta formación gigante, ellos eran más altos, se asustó cuando el gran ave roja se le acercó inspeccionandolo, el gruñido del rey lo hizo retroceder.

"No pensé que aceptarías un mascota después del fiasco de Ghidorah" Godzilla rodó los ojos antes de mirar a la polilla.

"Mothra, Sabes que clase de cosa es está?" La polilla lo escaneo con la mirada, recordando todas las formas de vida de este planeta, una de sus patas se acercó a la cosa que retrocedió un paso con miedo pero se dejó tocar por la reina, la hembra negó con la cabeza.

"Parece algo humano, pero no parece del todo orgánico" la cosa los miro expectante, una de las pocas cosas que agradecían era que ningún ser los entendía, al menos ningún carnoso. El rey resopló mirando más detalladamente a su invitado, su figura algo regordeta amarilla y algunas partes negras, su toque era frío, les asombro cuando vieron que unas alitas tras él se movieron.