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¡ ࣪˖ ✶   ♡   ⊹ ᨘ໑.

        El martes por la mañana Sana se encontraba en los pasillos de la escuela buscando a su mejor amiga para ir a la biblioteca escolar y hacer eso que tanto deseaba desde hace mucho, hasta que al fin la encontró charlando con una chica de su c...

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        El martes por la mañana Sana se encontraba en los pasillos de la escuela buscando a su mejor amiga para ir a la biblioteca escolar y hacer eso que tanto deseaba desde hace mucho, hasta que al fin la encontró charlando con una chica de su clase, Momo, la chica "fitness" de la escuela, wow, sus abdominales lucían mucho mejor de cerca pero debían darse prisa si querían cumplir su objetivo sin perder clases, así que alejó los pensamientos impuros con Momo de su mente y tocó el brazo de Chaeyoung para así llamar su atención y susurrarle en el oído que tenían poco tiempo antes de que las clases se reanudaran por lo tanto debían apresurarse en ir a biblioteca, Chaeyoung asintió y con un beso en la mejilla se despidió de Momo y acompañó a la japonesa hacia la biblioteca hasta llegar a las puertas de esta.

        — Sinceramente tengo miedo de hacerlo aquí.— confesó la menor.

        — No voy a obligarte si no quieres.

        — Debo hacerlo, te lo prometí.— finalizó tomando la mano de sana para arrastrarla hacia el interior del casi vacío lugar.

        Estaría totalmente vacío si no fuese por la bibliotecaria y dos alumnos que se encontraban en la mesita principal de la biblioteca, además de ellos no había nadie más así que aprovecharon para ir hasta la parte final del lugar en donde realmente no había nadie y tomando a la mayor fuertemente por la cintura unió sus labios en un apasionado beso metiendo sus manos por debajo de la camisa escolar de la rubia para poder tocar sus pechos por encima de la tela del sostén, Sana gimió bajito a causa de que el lugar era realmente silencioso como para que hasta el más mínimo sonido sea escuchado en todo el salón.

        Continuaron besándose hasta que la pelinegra subió a Sana a una de las mesas que habían ahí y bajó la cabeza hasta quedar entre las piernas de su mejor amiga agradeciendo que el uniforme escolar constaba de una falda y tiró suavemente de sus bragas para bajarlas, dejándolas a mitad de sus pantorrillas teniendo así el espacio suficiente para poder saborear el tan ansiado centro de la rubia, la menor dió una larga y húmeda lamida a lo largo de toda la extensión de la mayor sintiendo la calidez de su intimidad en la punta de su lengua.

        — Ah, Chaeyoung.— gimió sana al sentir como la lengua de su amiga la penetraba sin piedad saliendo y entrando a una tortuosa velocidad.

        — Cállate, nos atraparán.— susurró chaeyoung alejándose de la intimidad de sana para besarla y sustituir con sus dedos el trabajo que su lengua hacía segundos atrás.

        — Mhm.— volvió a gemir sana al sentir como chaeyoung separaba sus labios vaginales con la yema de sus dedos para después sumergirlos suavemente en su apretada cavidad.

        Amaba ser tratada con tanta delicadeza, cosa que su novio no solía hacer, apenas llevaban dos días haciendo esto pero estaba amando tener relaciones con su mejor amiga, casi había olvidado lo gentil y cuidadosamente amorosa que la menor podía llegar a ser en el sexo, casi como si estuviera enamorada de ella. Chaeyoung había aumentado la velocidad de sus embestidas cuando sintió las paredes de la mayor apretarse al rededor de sus dedos sabiendo que estaba por llegar al orgasmo por lo cual para apresurarlo más comenzó a curvar sus dedos en el interior de la rubia sintiendo su labio inferior ser mordido en medio del beso, definitivamente Sana lo estaba disfrutando tanto como ella y en poco tiempo un gritito ahogado se coló entre el beso que ambas compartían acompañado de unos cálidos y espesos fluidos escurriendo por los dedos y la palma de la coreana. Sana se sentía en el cielo, ¿Cómo diablos Chaeyoung podía causarle orgasmos tan fácil? No recordaba cuando fué la última vez que tuvo uno con su novio, definitivamente él no llegaba ni a los talones de su mejor amiga.

        Un casto beso bastó para dar por finalizada la segunda fantasía de la lista de Minatozaki y separándose de la mayor, Chaeyoung ayudó a su amiga a bajar de la mesa para poder arreglar su uniforme y regresar a sus actividades del día en la escuela, no sin antes Chaeyoung ir al baño para poder quitar de sus manos el orgasmo que había conseguido de su mejor amiga.

        Tal vez había sido un poco rápido pero fué suficiente para que ambas se sintieran satisfechas, Sana por poder tachar una fantasía más de su lista y Chaeyoung por haber contribuido a que eso sucediera, le hacía felíz el simple hecho de que Sana sea feliz, si la mayor sonreía ella también lo hacía y ahora se sentía en el cielo por ser ella la causante de sus sonrisas, aún si solo sería por un corto tiempo realmente lo estaba disfrutando.

fantasías › sachaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora