El chico del gato... spartor/andri

Capitulo 3

Narra Raptor: Era un día normal, a través de mis paredes podía escuchar como sonaba musica a todo volumen y un par de risas y gritos.

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Habían pasado un par de horas y el ruido dejo de sonar, yo había salido a tirar mi basura y ahí lo vi, con sus mejillas anchas su cuerpo hermoso, su chamarra azul cielo y junto a el un chico castaño de ojos grises que me sonrió y después de el  volteo mi chico y me saludo solo elevando su mano, yo respondí a ambos saludo y entonces cuando me dirigía nuevamente a mi casa el me detuvo:

Sp:Quieres ir al cine conmigo?

Volteo al escuchar tal pregunta y respondo dudando

R:yo?

Sp:si, tu, ya sabes una salida siempre al cine o a algún lugar cerca digo debido a que mi gato nos hace convivir deberíamos conocernos más para no tener momentos incómodos por mi gato.

R: claro, que día?

Sp:mañana, tu y yo-

Mike:y yo!-Interrumpio el chico con el que estaba-

Sp:si claro, claro que no irás pulgas.

R:jajajaja, no tengo problema con que esté ahí tu amigo sabes.

Sp:si em yo tampoco lo tendría si no fuera un entrometido.

Mike:oye!

Sp:vamos, no te quejes, que es verdad, eres un metiche

R:jeje, bueno tú arregla las cosas con el y mañana nos vemos, si?

Sp:claro, pero te aclaro que el no estará ahí.

R:está bien, te veo mañana, niño

Sp:hey yo no soy un niño!

Reí y camine a mi casa mientras me alejaba alcance a escuchar su última charla:

Mike:cuando dijiste que era guapo me lo imaginé a tu consideración de guapo no a nuestra consideración de guapo.

Sp:si claro, "nuestra", mejor cállate perro sarnoso que solo la jodes.

Mike:oye, quería quitarte tensión de encima.

Sp:si claro.

Entre a mi casa y lo primero que vi al ver al ventanal fue a ese pequeño y lindo animal, abrí el ventanal y entro como si fuera su casa, se estiró frente a mi y se acostó en el piso, me quedé asombrado de lo rápido que se acostumbro a dejarlo dormir en mi casa cuando viene aquí, supongo que solo me quiere por mi aire acondicionado y mi comida, pero estaba bien, yo lo quería por su dueño o el hermano de su dueño.

Me puse a trabajar, adoraba trabajar desde mi casa, era relajante, no paso mucho tiempo cuando escuché como tocaban mi puerta, me arregle un poco el pelo y acomode mi camisa de botones para dar una mejor vista de mi a el chico que tenía mi corazón sin saberlo, abrí la puerta y vi algo que no esperaba, era un chico de pelo negro y ojos rojos al igual queso sus lentes, vestía una camisa blanca y un pantalón negro, ambos desordenados como su cabello, el hablo antes que yo.

-:hola, en, vengo por el gato.

R:el gato?

-:si, el gato, el pequeño acenix.

El gato al escuchar su nombre maullo y corrió a la puerta, se sentó y miro fijamente al chico en frente mío.

-ese gato

R:ho ya veo, eres hermano de dueño también?

Mayo:no soy su novio, me llamo May, pero todos me dicen Mayo como el mes.

R:claro, mucho gusto, soy Ari

Mayo:bueno, en, tomo al gato y me voy

Lo recogió en brazos me sonrió y se despidió, yo regrese a mi trabajo y de la nada los ruidos más obvios de placer fueron presentes, al parecer mi vecino se divertía con su novio, pero entonces el maullido que más reconocería sonó he inmediatamente dos voces:

Vic:Acenix! Que fetiche tienes con el vecino, dios, mayo, amor el gato-

Mayo:no voy a ir a ver a tu vecino con el cuello así!

Vic:maldita sea y Andrés no está, espera ahí acenix, Andrés vuelve pronto!

El gato maullo y comenzó a arrancar mi ventana pidiendo el paso, abrí la ventana entro y se acostó con toda la confianza. Volví a mi trabajo y entonces el gato subió a mi piernas, se quedó dormido en ella y lo acaricie.

R:que ganas de ser tu animalillo, cero preocupaciones, cero deudas, puro miau miau.

El gato me maullo con quejándose.

R:ho vamos, no me digas que es difícil ser un gato.

Volvió a maullar.

R:si claro, tu jamás sabrás que es estar enamorado del hermano de tu vecino.

Volvió a maullar y se volvió a acostar descansando.

Simplemente ignorando mi existencia.

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El sonido de la puerta, esperaba que está ves i fuera el chico que me trae mal, abrí la puerta con el gato en mis manos y ahí estaba.

Sp:Hola, ya sabes.

R:claro, quieres entrar o solo quieres el gato?

Sp:tal vez otro día, tengo cosas que hacer y ya sabes

R:claro.

Le entregué al gato, me sonrió y se fue así como llego, el gato maullo como si se despidiera de mi y sonreí ante eso.