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Lauren Jauregui.

Han pasado ya cuatro días desde que conocí a la misteriosa, pero hermosa chica del concierto. Cuando la escuché hablar tuve que detenerme a mí misma para no besarla, su voz es ronca, pero aun así femenina. La abrace y ella huele muy bien, no logre reconocer el perfume sino ya lo hubiera comprado. No puedo dejar de pensar en ella, aunque ni siquiera se su nombre.

Parecía modelo, su tez es blanca pero no tanto como la mía. Sus labios eran perfectos para ella, ni tan carnosos ni tan delgados, su nariz es muy linda también. No logre ver sus ojos ya que nunca se quitó esos lindos lentes. ¿Su cuerpo?, piernas largas y bien ejercitadas, delgada, pechos adecuados para ella, trasero grande y bien formado, sus brazos estaban muy duros, pero sin llegar a tener músculos.

Tanto es lo que pienso en ella que Camila, mi novia, piensa que estoy saliendo con alguien más. Desde que hicimos nuestra relación pública hace ya un año, todo ha ido empeorando, la quiero mucho, pero no la amo como cuando tenía 16.

— ¿En qué tanto piensas, Lolo? —me preguntó Camila
—En nosotras—respondí en un susurro
— ¿Eso es bueno?
—No lo creo—negué—Camz, te quiero mucho pero creo que lo nuestro ya no puede seguir, no logramos estar siquiera dos días enteros sin discutir, eso es molesto para las demás chicas, creo que solo nos estamos haciendo daño con esto y vamos a terminar por perjudicar al grupo
—¿Hay alguien más? —preguntó con lágrimas en los ojos. La abrace mientras negaba—No entiendo, Lauren yo te amo y creí que tú también me amabas
—Eres maravillosa Camz, estoy segura que habrán miles de personas que quieran estar contigo en una relación—traté de consolarla
—Yo solo quiero tenerte a ti, no a esas miles de personas—se quejó con un lloriqueo
—No hagas esto más difícil—le pedí. Las lágrimas ya estaban en mi rostro también—Es mejor terminar ahora, siendo amigas, que después odiándonos
—Si eso es lo que quieres yo no puedo hacer nada—limpió sus lágrimas y me dio un fuerte abrazo
—¿Estas enojada conmigo?—le pregunte con cierto temor, eso es lo que menos quiero
—No—limpió esta vez mis lágrimas—Estoy enfurecida conmigo, debí tratarte mejor, debí dedicarte más tiempo, debí dejar de discutir por cualquier cosa, entiendo que quieras terminar conmigo, fui una pésima novia

Ella no me dejó hablar más o explicarle, se fue corriendo al bus. Yo me quede sentada en la cafetería del lugar, llorando, ¿esto fue lo correcto?, estoy terminando con ella por una chica que tal vez nunca vuelva a ver, estoy de alguna manera rompiendo nuestra amistad, todo por la chica misteriosa que no he podido sacar de mi maldita cabeza. Limpie mis lágrimas y entre al baño para tratar de tranquilizarme ahí, en privado, sin cámaras para inventar rumores.

—No lo puedo creer—habló. Mi corazón dio un vuelco y me gire a verla para confirmar que no estoy alucinando—¿A caso me estás siguiendo?
—Hola—la salude con mi voz quebrada

Por primera vez miré sus ojos, son de color violeta, leí por ahí alguna vez que muy pocas personas llegan a tenerlos, y no recuerdo muy bien cuál fue la razón, pero considero sus ojos los más hermosos en todo el universo.

— ¿Estás bien? —me preguntó. La chica que antes me ignoraba ahora se preocupa por mí—Si no quieres contarme y prefieres que te deje sola me voy

Ella pasó por mi lado para salir del lugar, yo lo evite abrazándola con fuerza, me devolvió el abrazo permitiéndome llorar todo lo que necesitara, cuando creí que era suficiente deje de llorar poco a poco y me separe de ella de la misma manera.

—Creí que nunca volvería a verte—admití. Ella me sonrío y Dios esta chica es mil veces más hermosa cuando sonríe—También creí que me odiabas o algo así
—No te odio—secó unas de mis lágrimas y sentí esas mariposas que solía sentir cuando Camila me tocaba—Ese día no estaba de buen humor, es todo
—Oh—susurré apenada
— ¿Me dirás que te tiene llorando de esa manera?—me gustó mucho el tono suave con el que me habló
—Prefiero ir a un lugar más privado
— ¿Hay un lugar más privado que el baño de una cafetería?—se burló—Solo le aviso a Beau y te acompaño a donde quieras

¿Quién cojones es Beau?

— ¿Me acompañas? —preguntó al ver que no me movía de mi lugar

Yo asentí, ella coloco su mano en mi espalda y una corriente eléctrica recorrió mi columna vertebral, eso nunca me pasó con Camila. Así me dirigió hasta una mesa donde se encontraba un chico de lindos ojos verdes y un atractivo impresionante.

—Beau, me encontré con una amiga que no veía desde hace tiempo y voy a irme con ella
—Ya van dos veces que me haces esto, mi amor—se quejó—No volveré a tener una cita contigo
—Sabes que si la tendrás—rió—Prometo recompensarlo, mañana por la tarde, ve a mi casa y salimos a donde tú quieras
—Me parece perfecto—el chico se levantó y beso la mejilla de la chica mi lado—Te portas bien linda, nada de estarme engañando
—No prometo nada—se burló la chica de ojos violetas

Beau cargó a la chica y ella se miraba increíblemente pequeña al lado de aquel fuerte y grande chico. La bajó y besó su mejilla de nuevo para después mirarme y despedirse con un apretón de manos.

—Lamento haber interrumpido la cita con ese chico—murmure apenada—Si quieres quédate con él, yo estoy bien
—No, tú me necesitas más que el—negó

Esta vez yo coloque mi mano en su espalda guiándola hasta el bus que comparto con las chicas, tal vez sea mala idea llevarla ahí ya que esta Camila, pero es el único lugar donde no van a grabarnos. Llegamos y nos quedamos afuera del bus, sentadas en el suelo frente a frente.

—No quiero contarle mi vida a un desconocido así que por lo menos dime tu nombre—le pedí en modo broma, pero queriendo saberlo de verdad
—Danielle Scott
—Lindo nombre, soy Lauren Jauregui
—Estamos aquí para que me cuentes tus penas, así que anda—me animó dándole un apretón a mi mano
— ¿Prometes no decirle a nadie?
—Lo prometo

No la conozco nada, podría colgar mi historia en las redes sociales o venderla a algún canal de chismes, por alguna razón siento que puedo confiar en ella.

—Bien—suspire—Terminé con mi novia
—Pues si te tenía llorando de aquella manera debes seguir amándola, y si la amas todo puede arreglarse entre ustedes
—Ese es el problema, no la amo—ella me miró confundida—Ella antes de ser mi novia fue mi mejor amiga, y le acabo de romper el corazón, no sé lo sí sepas, pero ella está en la banda conmigo y esto solo va a afectarnos a las cinco, yo la quiero, pero no la amo, no como antes
—Lauren—tomo mis manos—Si ella de verdad te ama va a entenderlo, tiene que ser una chica madura, separar lo personal del trabajo, porque cantar en ese grupo es su trabajo, y si las demás chicas son tus amigas van a apoyarte en esta decisión, nadie puede obligarte a estar con alguien a quien no amas
—Gracias—la abrace—¿Quieres saber la razón por la que deje a Camila?
—Solo si tú quieres contármela
—Por ti—ella me miró asombrada y algo apenada—Desde que te mire aquel día en el concierto no he podido dejar de pensar en ti, y sé que es demasiado rápido y estúpido porque solo me hablaste para despreciarme pero, ahora, que te abrace, que tome tu mano, sentí todo eso que sentí con Camila cuando la conocí, todo eso que ya no siento con ella
—Yo no sé qué decirte—admitió
—Solo permíteme seguir en contacto contigo—le pedí—No voy a obligarte a tener una relación conmigo, pero con el tiempo veremos que sucede, ¿Qué dices?
—Digo que me encantaría seguir en contacto contigo

*Editado*

La chica que rompió CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora