El listón rojo || Jenlisa

Capítulo Único

Jennie tocó el timbre y ajustó su abrigo una vez más. Estaba empezando a dudar acerca de su plan, pero ahora era demasiado tarde para retroceder. En cualquier caso, no era que tuviera una mejor idea, ¿cierto? Cada intento de mover su relación con Lisa- la vecina en la cual Jennie no podía dejar de pensar- más allá de la amistad había fallado miserablemente o se desinflaba como un globo viejo. La ironía en todo eso era que Jennie estaba casi segura de que Lisa se sentía en efecto atraída por ella, solo que era apariencia era completamente incapaz de reconocer las señales sociales o no sabía como responder.

Resopló, haciendo a un lado los recuerdos de sus intentos fallidos. Este plan lo arreglaría todo; era tan infalible como un plan podía ser. Por supuesto que todo dependía de que Lisa no la lanzara sobre su trasero inmediatamente, aunque considerando como sus ojos habían estado pegados a la pantalla durante una de sus noches de películas- cuando Jennie "casualmente" escogió un romance lésbico- durante una escena en particular, Jennie estaba segura de que su plan funcionaría. El hecho de que pudiera lograr que Lisa hiciera casi cualquier cosa solo con agitar sus pestañas y sonreír un poco era buena señal.

La puerta se abrió, dejando ver a una mujer alta de mirada penetrante y largo cabello negro atado en una coleta. Viendo quien era su visitante, la cara de Lisa se iluminó de inmediato con una pequeña pero genuina sonrisa, había una muestra de confusión en su expresión. "Hola, Jennie. No te esperaba."

"¡Hola! ¡Bueno," Jennie se enredó con las palabras, empezando a olvidar lo que iba a decir, "es Navidad así que quería darte un regalo! Pero quería que fuera una sorpresa, ya sabes, así que pensé que podía dártelo en la víspera de Navidad en vez de el día de Navidad." Dio un vistazo al interior, detrás de Lisa. "Espero no estar interrumpiendo nada."

"No, esta bien." Lisa dio un paso al interior, Jennie tenía que preguntarse si su plan realmente era tan a prueba de fallas como ella esperaba. "No quiero interrumpir si estas haciendo algo más..."

"No precisamente. Aquí siempre eres bienvenida. Solo estoy- " Una alarma sonó repentinamente y Lisa se giró hacia la cocina. "Debe ser el horno. Regreso enseguida."

"¿Estás cocinando algo?" Jennie preguntó detrás de ella mientras Lisa se apresuraba hacia la cocina.

"Galletas," fue la respuesta medio gritada.

"¡Ooh!" Jennie exclamó emocionada. "¿De cuales?"

"Muy pronto lo sabrás." Una risa. "No seas impaciente, Bestia."

"No soy tan impaciente," Jennie resopló y se cruzó de brazos. "Como sea, ¿Qué harás mañana?"

"Mi querido hermano vendrá para Navidad, como acostumbra hacer," dijo con el mismo afecto burlón que reservaba para Bambam. "Supongo que será como los años anteriores. Comer, dimes y diretes, dar regalos, ver películas mediocres." Hizo una pausa por un segundo, mascullando algo, acerca de las galletas. "¿Qué hay de ti? ¿Navidad con Kai y tu padre?"

Jennie hizo un gesto, soltando un sonido de disgusto. "¿Por qué pasaría Navidad con Kai?"

Lisa asomó la cabeza por la puerta de la cocina con una expresión curiosa. "¿Qué no es tu novio?"

"¿Kai?" Jennie hizo lo posible para contener un estremecimiento. Jongin era agradable, pero definitivamente no así de agradable."Ni siquiera me gustan los chicos. Así no, de cualquier manera."

La cara de Lisa solo podía ser descrita como 'totalmente estupefacta'. Parpadeo antes de huir de vuelta a la cocina con los ojos muy abiertos y un simple "oh."

"¿Pensabas que estábamos juntos?" Jennie preguntó, caminando hacia la cocina donde Lisa se mantenía ocupada.

"Parecían muy cercanos, hablabas mucho sobre él, le contaste a tu padre algo sobre él en una ocasión," Lisa murmuraba, dándole la espalda a Jennie. "No es fácil adivinar contigo, Bestia." Dio un vistazo sobre su hombro, analizando a Jennie por un momento. "Eres demasiado buena con todos, es difícil saber la diferencia."