Las luces del ring me aturdian solamente me faltaba un punto para derrotar al carbón, habían apostado una gran cantidad para este combate estamos de acuerdo que el morbo vende y ver como le partía los huevos a este pobre ser entretenía a muchos. Un golpe impacto mi estomago y mi sangre hirvió, con todo el coraje reprimido le hice un knock out, no medí mi fuerza porque después del golpe tuvieron que ayudarlo a levantarse del piso.
El supuesto juez que en realidad es un señor que escogieron en el último momento me proclama la ganadora de esta noche, en peleas clandestinas como estas no existen reglas, solamente es golpear sacar sangre y que el público realice sus apuestas. Ya estando fuera del ring, Bill me lleva a los camerinos el castaño es mi amigo desde secundaria.
—Tenemos un buen dinero, los rumanos apostaron una gran cantidad de dinero ellos siempre confían en ti. —anuncia Coray mi entrenador.
Los huesos me duelen el carbón sabía golpear siento que lo subestime un poco, no mostraré mi dolor en frente de estos dos.
—claro soy su conejillo de India, piensan que soy su centro de diversiones —. Anunció quitando las vendas de mis manos, Bill esta sentado en una esquina con una cerveza en la mano, ya sé lo que va a decir y realmente no lo quiero escuchar.
—No sé como hacerte entender que este no es tu mundo, no es algo que te mereces. Tu mereces vivir y disfrutar la vida como toda chica de veinte años ir con tus amigas, entrar a una universidad y enamorarte de alguien que este a tu altura. —Puedo leer su lenguaje corporal y sé que está enojado y le molesta verme dentro de un ring recibiendo golpes solamente por un par de monedas, —lamentablemente este fue el mundo que escogí para mí— pienso.
—Esta es mi vida y tu aceptaste entrar a ella sin juzgar mi pasado o presente, así es la manera que gano dinero y te guste o no a mi me agrada estar arriba de un ring.
—Lo que te importa es eso Isis, yo te puedo dar todo mi dinero y puedes así dejar este lugar tan absurdo.
—No quiero ser una mantenida que no sirve para nada, así que aguantas esto y te callas.—Después de mis palabras Bill salió del camerino dando un portazo que casi hacía quebrar los vidrios.
—Chicha ese muchacho te estima demasiado, creo que deberías pedir disculpas no es fácil ver a alguien que amas destrozándose solo por conseguir un objetivo. —Dice a mis espaldas Coray.
—Bueno cuál es mi parte. —No tengo espacio para reflexiones tontas.
—Aquí tienes mil dólares para ti y quinientos para mí, aún no entiendo porque apuestan tanto por ti, lo más lógico es que apuesten por hombres toscos o más viejos. —Murmura esto último entregando mi parte del dinero ya acordado, guardo mis cosas en mi mochila.
—Hasta yo misma apostaría por mi, soy muy buena en esto, se donde golpear y cuando atacar. —Digo esto último saliendo del camerino para dirigirme a las duchas.
Las duchas de este gimnasio son lo más antihigiénico que he visto, en cada cubículo se puede observar la suciedad y el moho en las paredes, me dirijo hacia el último cubículo limpio y libre de bacterias que es aquel que con Mayra la mesera de esta lugar y yo lo hemos mantenido limpio para nosotras. Me desnudo completamente y me recuesto en la pared, mi cabeza está llena de problemas y preguntas sin responder.Cuando podré sentirme liviana y no tan pesada como ahora, abro la ducha y dejo que el agua se lleve mis pensamientos. Llevo diez minutos metida en este cubículo en paz hasta que algo hizo un ruido espantoso como que si rompieran algún vidrio o algo parecido, cuando entre no había nadie, además está un poco oscuro por lo descuidado que está este lugar.
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Cautivación [0.1]
ActionEntre la venganza y la muerte, Isis encontrará nuevas respuestas y una sola pieza mal posicionada de su juego derrumbará todo lo que tiene construido.