"¡Para por favor! ¡No quiero ser un bebé mariquita! ¡Puedo ser un gran hombre varonil, puedo, puedo!", gritó el pobre niño insecto, pero las hermanas solo se rieron y siguieron preparándolo. "Lo siento cariño, pero tu mamá nos pidió que te ayudáramos a convertirte en la bebita más linda ~" dijo el que lo sostenía. "Si te ayuda, no eres el primero y no serás el último pequeño que quiere ser un hombre macho, nos convertiremos en un mariquita indefenso que llena pañales", se rió el otro.