capítulo 03

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Jungkook podría quedarse dormido en cualquier lugar en ese instante. Estaba tan agotado y solo era miércoles.

En los últimos días no había podido dormir más de tres o cuatro horas. Estaba lleno de trabajos, exámenes, exposiciones y reuniones del semillero al que pertenecía. No sabía cómo había aguantado una clase a las siete de la mañana, pero ahí estaba, caminando hacia su casillero, dos horas después y con ganas de cualquier cosa menos de entrar a su siguiente clase.

Ya quería que fuera viernes, poder llegar a su piso luego de su única clase y encerrarse allí todo el fin de semana. Lo necesitaba.

—Hola. —alguien lo saludó, casi en un susurro muy cerca, haciéndolo sobresaltar.

Cuando se giró, se encontró a Taehyung sonriéndole.

—Taehyung.—suspiró y luego inhaló, disimuladamente, el aroma de Taehyung. Canela, madera y un suave y a penas notable olor a cacao. —Hola.

—Te ves agotado, pero como muy agotado. —dijo haciendo énfasis en el "muy".

—Sí, he tenido mucho para hacer estos días, pero nada que un buen café no solucione. —le restó importancia y vió a Taehyung fruncir el ceño.

—Si tú lo dices. —murmuró. —Oye, quería preguntarte, ¿viajaremos en tu auto o en el mío este fin de semana?

Mierda. El reencuentro con sus compañeros detestables era ese fin de semana. Justo el fin de semana en el que quería descansar y estar solo sin tener que socializar con personas tan desagradables. Lo había olvidado por completo.

—Eh, claro, lo había olvidado. —dijo un poco irritado. —Creo que será mejor en el mío, ya sabes, Jimin viene con nosotros y ahí hay suficiente espacio para el equipaje de los tres.

—Bien. —respondió asintiendo. —Toma esto. —dijo entregándole una de sus sudaderas. Jungkook frunció el ceño.

—¿Una sudadera tuya? —preguntó confundido. —¿Para qué?

Taehyung suspiró mientras se metía las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

—Se supone que soy tu alfa desde hace un tiempo y ¿no crees que sería raro si no sienten mi olor en ti o algo así?—Jungkook lo miró perplejo. —Si duermes con ella o la usas estos días, mi olor se pegará en ti un poco. Es para no tener que marcarte con mi olor, ya sabes, eso ya es muy íntimo.

—Oh, sí, bien pensado. —respondió un poco nervioso y mirando la prenda en sus manos.

En las últimas dos semanas y media, él y Taehyung habían pasado sus ratos libres juntos, sin los chicos de por medio como siempre hacían. Se dedicaban a hablar de cosas sobre ellos o algo sin sentido, solo pasaban el rato para irse acostumbrando a estar los dos solos y conocerse más, ya que lo que conocían de ambos, antes de esas semanas, era muy poco.

Jungkook debía admitir que Taehyung era muy bueno pensando en cada detalle para que su relación se viera lo más creíble posible. Esperaba que todo saliera bien y el alfa también esperaba lo mismo. Jungkook ya le había contado algunas cosas sobre sus ex-compañeros y eso había aumentado su deseo de que todo saliera bien y él y Jungkook no se sintieran incómodos el uno con el otro.

—¿Te veo el viernes, entonces?

—Sí, claro. —le dijo Jungkook, sonriéndole. —Gracias por pensar en esto.

—No es nada. Eres mi omega después de todo. —le guiñó un ojo antes de irse y Jungkook sería un mentiroso si dijera que su omega no se removió por eso y por la perdida del olor del alfa.

[ . . . ]

El viernes había llegado y con el, el fin de semana del reencuentro.

El jueves, Taehyung y Jungkook habían salido a un nuevo lugar de pizzas con los chicos y allí, se habían puesto de acuerdo respecto a la hora en que saldrían y todo eso sobre el viaje.

Viajarían en el auto de Jungkook, ya que era más amplio para empacar sus maletas y ya que iban con Jimin, necesitarían ese espacio. Taehyung había visto y notado lo agotado que se veía Jungkook, así que le sugirió, más bien, insistió en ser él quien debía conducir para que el omega pudiera dormir en la hora y media de trayecto.

—Es injusto que a él, un alfa con el que apenas has pasado tiempo, lo dejes conducir tu auto y a mí, tu amigo de toda la vida, siempre me lo niegues. —dijo Jimin mientras ambos metían las maletas y esperaban a Taehyung.

—No confío en ti para tocar mi auto, no luego de lo que le hiciste al tuyo con una semana de haberlo comprado.

Jimin hizo una mueca al recordar cómo había chocado su auto sacándolo del estacionamiento de la universidad con solo una semana y unos cuantos días desde su compra.

Justo cuando estaban terminando de subir la última maleta de Jimin, el olor de Taehyung llegó a las fosas nasales del castaño, anunciado su presencia.

—Hola, chicos.

—¿Qué hay, amigo? —saludó Jimin. —¿Listo para ser el alfa de este pequeño saltamontes el fin de semana?

—Jimin, ya hemos hablando sobre ese apodo. —murmuró Jungkook, malhumorado.

Jimin se rió y se adelantó al piso de Jungkook, dejándolos solos.

—¿Cómo estuvo tu clase? —preguntó Jungkook, tomando la maleta de Taehyung en sus manos para ponerla dentro del auto.

—Infinita y aburrida. —respondió suspirando. —Pero estoy listo para este fin de semana y para conducir, así podrás dormir en el camino.

—No suelo dormir en los autos. —le dijo, cerrando la cajuela y girándose para mirarlo.

Taehyung se encogió de hombros y le sonrió antes de ir al piso de Jungkook para sacar unas compras que faltaban.

—Se te ve bien. —dijo Taehyung en el ascensor y Jungkook frunció el ceño. —Mi sudadera.

Jungkook abrió los ojos sorprendido y dirigió su mirada a la prenda, sintiendo sus mejillas sonrojarse.

La verdad era que desde que Taehyung se la dió, no había estado mucho tiempo sin ella, solo cuando estaba fuera de su apartamento, el resto de tiempo, en esos dos días, la había usado y amaba como se sentía y se mezclaba su olor con el de Taehyung en ella.

—Oh, sí, gracias. —respondió nervioso. —Es cómoda.

—Lo es. —Taehyung sonrió al ver las mejillas sonrojadas del otro y no dijo nada más.

Luego de esperar a que Jimin hablara por teléfono con alguien sobre un trabajo, los tres bajaron y revisaron todo antes de salir.

Taehyung y Jungkook iban adelante y Jimin atrás, hablando demasiado como de costumbre.
Pusieron música y conversaron los tres durante los primeros veinte minutos, luego, cuando el alfa rizado dirigió su mirada hacia Jungkook, encontró al omega completamente profundo y respirando pausada y tranquilamente.

Sonrió antes de continuar prestándole atención a lo que Jimin decía.

Iba a ser un gran e intenso fin de semana.

Iba a ser un gran e intenso fin de semana

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pretending (but no so much), taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora