𝐽𝑒𝑎𝑙𝑜𝑢𝑠 ^𝐽𝑎𝑦𝑊𝑜𝑛^🌺

✰⁰⁴༄pt.1

RIP
POV JUNGWON

Eran las 2 pm y estábamos yendo a grandes el dance practice de nuestro último comeback. Estaba aburrido, por lo que, comencé a observar la vestimenta de todos, como siempre Jay tenía esos pantalones ajustados que le daban figura de una chica, ¿cómo podía bailar con eso? Yo apenas puedo hacerlo cada vez que nos presentamos, se me hace super incómodo, por eso mismo es que traigo ropa que me va gigante, siempre me dicen que me hace ver más gordo de lo que debería, pero me importa poco y nada, se que soy tan flaco como HeeSeung, pero así estoy bien, estos rollitos que me traído me costó conseguirlos y no pienso que se vayan de mi cuerpo aun.

-¿Es que nunca te cansas de comer, Won?- Escuché la voz burlona de SunOo y le miré, sacando la lengua.

Sí, mientras reflexionaba sobre sus rollitos y mi linda panza, saque un paquete de papas fritas que tenía en mi mochila. El alma de gordo la tengo desde la cuna y me va a durar hasta el cajón.

-¿Qué puedo decir? Soy gordo. Ya lo acepté-Murmuré, encogiéndome de hombros y seguí comiendo, ignorando las risas extravagantes de mis compañeros. ¿De qué se ríen? Si estoy hablando en serio.

Diez minutos después llegamos a la empresa y como siempre, nos dirigimos a la sala de ensayo. Teníamos que practicar antes de grabar, ya todos sabíamos que nos esperaba un día largo.

-Hey, JungWon, ¿podrías acompañarme a buscar agua?- Levante una de mis cejas, en señal de confusión, ¿Porqué me pedía algo así HeeSeung?

-Uhm, está bien...Supongo- Caminé hasta donde estaba él y nos encaminamos hacia el lugar donde nos proporcionaban las bebidas que quisiéramos, menos gaseosas y alcohol, claro esga porque "Solo deben ingerir cosas nutritivas, chicos."

-En realidad no necesito ayuda con el agua, ¿te diste cuenta?- Asentí, es que era obvio ¿quién necesita ayuda para cargar una simple botellita de agua?-Bueno, solo lo use como excusa para pedirte un favor. -Me tense en el momento en que sus dedos se entrelazaron con los míos.

-¿Podrías fingir ser mi novio o algo frente a la chica que nos da las bebidas?-Lo observé con los ojos abiertos, ¿Hablaba en serio?

-¿Porqué debería hacer algo como eso?- Pregunté curioso y dejé de caminar, quería que me lo explique así me reía en su cara, porque presentía que lo iba a terminar haciendo.

-Es que...bueno- Wow, ¿HeeSeung sonrojado? ¿¡Quien lo diría?!-Hace varias semanas en una fiesta de la empresa, estaba medio ebrio y ella aprovecho eso, de abalanzó sobre mi h creo que pasó algo.

-¿Cómo que crees? ¿No re acordás?

-Negó con si cabeza y se sonrojo aún más, ¿pero que le pasa?

-Cuando me levante, sentía el cuerpo muy pesado y todo adolorido, no entendía que había pasado, hasta que gire mi cuerpo y me di cuenta que ella estaba al lado.- Suspiré, pasando zu mano libre por su cabello -Al verme al espejo del baño, observé que todo mi cuerpo estaba marcado con mordidas y hematomas leves. A penas podía caminar, sentía como si me hubiera pasado un camión encima. -Estaba horrorizado por el relato, ojalá nunca encuentre a alguien tan salvaje. -De todas formas, lo peor fue cuando me senté en la cama para ponerme mi ropa y sentí una fuerte punzada en mi espalda baja. Salí de ahí casi desnudo, por el susto que me lleve y desde ese día, presentía que faltaba la mitad del relato.

-O me contás el porqué estas tan traumado o no te ayudo, HeeSeung.-Suspiró, por milésima vez y mordió su labio inferior, como si meditara en contarme o no. ¿Tan malo había sido?

-Está bien...Lo que pasó es que, cuando estaba listo para cambiarme e irme, note que me dolía mucho la espalda baja, era como una incomodidad pero no era causada por mi dolor físico, si no, que había un intruso. —La cuestión es que, enterrado en mi trasero, había un consolador. ¡De 25 centímetros! Y más ancho que la avenida 9 de julio* — Me reí tan fuerte que creo que lo escuchó hasta el mismísimo Dios. ¿A quién mierda se lo viola an ebrio y con un consolador? Solamente HeeSeung. —No te rías, imbécil. Estoy es de vida o muerte, ¿Podes fingir ser gay por mi? Prometo cualquier cosa que desees.

—Acepto, pero no quiero nada a cambio, corre como cuenta de la casa.— Hablé después de casi revolcarme en el suelo de tanta risa que había salido de mi cuerpo. —Ya tuviste mucho sufrimiento, debió ser horrible acostarse co tu Sugar Mommy— Volví a reír y solo recibí un golpe en la cabeza como reproche. Poco me importó, porque valía la pena burlarse de la mala suerte de mi compañero.—Lo único bueno de esa noche, es que ahora puedo usar de excusa esa violación a mi ano y decir que me gustó y que mágicamente me volví gay, y tengo un novio.— Reímos los dos, comenzando a caminar de nuevo, todavía con nuestras manos entrelazados.

Llegamos a aquel bendito puesto y antes de siquiera poder pedir un agua, mi compañero se abalanzó sobre mi y terminó estampado sus labios contra los míos, no fue más que un simple roce, pero me dejó medio aturdido por un momento. ¡Nunca habíamos acordado besos! Pensé que solo debía agarrarlo de la mano, actuar meloso y ya.

—Uhm, hola HeeSeung...¿Quién es él? ¿Tú novio?— Preguntó con interés la chica detrás de la barra, tenía el ceño fruncido y me pude percatar de cómo aplastó un vaso y lo tiró a un costado de su cuerpo, con sus propias manos.

—Uhm, no. Todavía no somos oficiales.— Sentí las manos de HeeSeung acariciar mi rostro y me paralice, me sentía muy nervioso por la mirada asesina que me proporcionaba esa muchacha.

—¡Que bien! ¿Querés algo para tomar?— Me observó con una expresión de psicópata. Sentí un escalofrío y negué con mi cabeza varias veces, mi instituto me decía que corra tan rápido como pueda y que no vuelva a pedir en este puesto nunca más en mi vida o iba a terminar dentro de un cajón enterrado 3 metros bajo tierra.

—Yo quero un agua, por favor—Murmuró mi acompañante y sentí como el agarre de su mano sobre la mía se intensificó.

Una vez que consiguió su bendita agua, regresamos a ensayar y al pisar la habitación, todas las miradas de nuestros compañeros se posaron en nosotros. ¿Qué les pasa?

—¿Porqué tienen las manos entrelazadas?— Preguntó un confundido SunOo, ¿Porque tiene que ser tan metido? A veces lo detesto, pero después recuerdo que casi siempre me paga la comida y se me pasa.

—Estaba ayudando en algo a este bobo— Comenté como si nada mientras me deshacía del agarre de nuestras manos para caminar hacia donde había dejado mi mochila momentos atrás. —¿Vamos a practicar para grabar o no?— Pregunté después de percibir ese silencio incómodo.
Todos asistieron y nos pusimos en nuestras posiciones, comenzando a hacer nuestro trabajo.