One and Only

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Es la primera vez que escribo un Bajitora centric y tengo que decir que se siente raro. Nunca me atrajo del todo esta ship, y no porque no me gusten juntos (aunque en el canon su relación es re triste y tóxica), sino porque no me gusta la idea de excluir a Chifuyu, quien es el cable a tierra tanto de Baji, como de (spoiler alert) Kazutora y con él las vidas de ambos mejoran. Me gusta el Bajifuyu, me gusta el Kazufuyu, y me gusta Bajifuyutora, pero que dejen a Chifuyu de lado y no se permitan tener una relación sana me hace mal y por eso trato de evitar esta ship. Pero necesitaba escribir algo que salga de mi zona de confort.

El título "One and only", que se puede traducir a "único e incomparable", es el título canon del episodio 21, en donde Baji se apuñala para evitar que la culpa recaiga sobre Kazutora y, aunque lo más probable es que se refiera a Baji por lo sacrificado y leal que es, vamos a hacer de cuenta de que Baji hablaba de Kazutora, por el bien de la trama de este drabble (?).

🖤

Para Baji era imposible dejar a Kazutora en el pasado. No fue su primer amigo, pero sí fue el primero al que miró de una forma distinta. Kazutora era muy especial para él, en todo sentido de la palabra, y Baji, aunque sabía que su relación no era la más sana, no podía evitar querer cuidarlo y estar a su lado, así tuviera que pagar un precio muy alto.

Claro que traicionar a la Toman nunca estuvo en sus planes, por lo que Chifuyu tuvo razón desde el día uno al pensar que todo era una estrategia, y es que conocía a Baji mejor que nadie, a pesar de que era su más reciente amigo.

Chifuyu.

Chifuyu, si no fuese por el el lado más salvaje y sacrificado de Baji, hubiera encabezado su lista de personas favoritas. Estaba en el top 5, sin dudas, seguro que hasta ocupaba el segundo puesto, pero Kazutora no iba a abandonar nunca el primer lugar. Simplemente no era algo que podía ocurrir, aunque Baji se lo propusiera. Amaba a Kazutora, todo de él. Lo amaba con sus errores, con sus traumas, con sus dolores, y hasta con sus crímenes. Lo que Baji sentía por su amigo iba más allá de lo incondicional, y ni él estaba seguro de cómo explicarlo o hasta dónde estaba dispuesto a llegar por él. Iba a seguirlo a donde fuera, así eso acabase con su cordura o su vida.

Por eso, cuando Kazutora salió de la juvenil, Baji no dudó en correr a su lado.

Las cosas se salieron un poco de control y la batalla de Halloween casi termina en una tragedia, pero Baji nunca se alejó de Kazutora ni por un segundo, haciendo que cualquier momento de duda sobre la lealtad de su amigo desapareciese, y haciendo también que el plan de Hanma y Kisaki de poner en contra de Baji a Kazutora se fuera por el caño.

Después de eso, Baji consiguió que Kazutora volviera a la Toman, y ninguno se atrevió a decir nada. Ni siquiera Mikey. Ni siquiera Chifuyu. Especialmente Chifuyu. Porque así era él, poniendo por encima cualquier decisión de su capitán, así jodiese con sus propios sentimientos. No importaba, si el resultado era ver a Baji feliz.

Y Baji, aunque cualquiera diría que estaba cegado por lo que sentía por Kazutora, no era tonto. Sabía lo que él significaba para Chifuyu. Sabía que Chifuyu no iba a decir nada cuando la relación íntima de algo más que amigos que mantuvieron por casi un año fuera a cambiar porque Kazutora había vuelto. Y sabía que Chifuyu iba a sonreír y aceptar cualquier cosa que viniera de él, hasta la indiferencia o el rechazo. Chifuyu era así de generoso, y Baji se odiaba por eso, porque Chifuyu no merecía ese trato.

Pero tenía que ser así, Kazutora estaba primero.

Y como era esperable, Chifuyu no cuestionó las decisiones de Baji cuando este ni siquiera se tomó las molestias de decirle a solas lo que tuvo que escuchar de sopetón en la reunión, un mes después de la batalla de Halloween.

Mikey no parecía muy convencido cuando lo vociferó.

—Matsuno Chifuyu, vice-capitán de la primera división. Da un paso al frente.

Cuando Chifuyu escuchó a su líder decir que pasaría a ser presidente de una sexta división porque Kazutora pasaría a acompañar a Baji, tan sólo asintió y eligió a Takemichi para que sea su vice-capitán, su compañero.

Baji no lo miró por el resto de la reunión, y cuando cada uno volvió a su casa, esta vez no lo hicieron juntos. Baji se fue junto a Kazutora, y Chifuyu no lo escuchó llegar al complejo de departamentos sino hasta el día siguiente.

Kazutora parecía estar enderezándose poco a poco, puesto que Baji no se le despegaba un segundo y, esta vez, intentaba darle un buen ejemplo en vez de secundarle las malas ideas como robar una moto para regalársela a Mikey. Así eso significase descuidar su relación con Chifuyu. Era parte del precio que estaba dispuesto a pagar por ver a Kazutora bien, estable. Draken le dijo que eso no lo iba a ayudar, pero Draken qué sabía lo que Kazutora realmente necesitaba. Kazutora necesitaba a Baji.

Y quizás Baji no sólo estaba descuidando su relación con el rubio, sino con el resto de la Toman. Pero responder tarde los mensajes de sus amigos o demorarse al llegar en las reuniones se justificaba cuando Baji podía sentir a Kazutora en sus brazos. Encima suyo, debajo.

Kazutora era una droga, y Baji era un adicto sin intención de recuperarse de su vicio.

Una sola vez Chifuyu intentó hablar con él por el simple hecho de que lo extrañaba, y Baji se dio cuenta de que podía darle unos minutos de su tiempo a la persona con la que había compartido algo más que unos cuantos platos de yakisoba.

Acordaron por mensaje encontrarse en la terraza del edificio a la medianoche. Una hora después de esperarlo, Chifuyu bajó para golpear la puerta de Baji por si lo había olvidado o se había quedado dormido. Sabía que su madre no iba a estar porque tenía el turno de la noche en el trabajo y lo más probable era que no tuviera quién lo despertase.

Pero cuando Baji le abrió, no fue necesario que explicase el plantón. Kazutora estaba en el fondo, Chifuyu podía verlo desde la entrada. Se notaba que estaba desnudo, tapándose con la manta que siempre se encargó de decorar el sofá de los Baji. El pelo lo tenía desordenado, al igual que Baji, quien se había puesto la camiseta al revés y se notaba que debajo del pantalón de chándal no sólo no llevaba ropa interior, sino que tenía una erección que su mano no lograba ocultar del todo.

Nadie dijo nada. Chifuyu simplemente se dio media vuelta y se fue, dándoles la privacidad que nunca debió interrumpir en primer lugar.

En el suelo lo estaban haciendo. Porque era tanta su desesperación que ni siquiera pudieron llegar a la cama. Aunque la cama de Baji apenas sí era lo suficientemente grande para una persona. Pero al menos podían hacerlo en su dormitorio.

Aparentemente no.

Chifuyu no recibió un mensaje de Baji diciendo que lo lamentaba. Que lamentaba haber faltado a su encuentro, que lamentaba que lo haya visto así con Kazutora, que lamentaba haberlo borrado de su vida como si nunca hubiera sido lo importante que realmente fue. Es.

Pero todo tenía un precio, y perder a Chifuyu era lo que Baji estaba dispuesto a pagar con tal de tener a Kazutora a su lado. Eso y más, mucho más.

One and Only - BajitoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora