1 Deleite +18

1K 95 3
                                    

Todos estaba juntos, mirando al bibliotecario, todos estaban babeando mientras el chico estaba despreocupado, esbozando sonrisas mientras los demás se encontraban suspirando, y mientras todos lo veían guardar libros todos se encontraban observando.

No era una locura, todos eran universitarios, pero no estaban ciegos, ya que el de última año era su bibliotecario.

Rubios/as, pelirrojos/as, pelinegros/as, de todo tipo de cabelleras, todos mirando al chico más lindo de todo el campus universitario, pero como no mirarlo con esos ojos de enamorado, si el chico era perfecto por dónde se lo viera, en todos lados, labios pequeños pero extraordinarios, ojos avellana, y cuerpo trabajado, carismático y buen mozo como todos alguna ves han soñado.

Jimin se sonrojaba cada que pedía un libro prestado, ya que el más alto con una sonrisa lo anotaba, esos cabellos negros sedosos es lo que hubiera amado tocar con sus dedos, pero nunca en su vida se hubiera atrevido.

Jungkook lo sabía, todos venían a la biblioteca por su gran parecer, pero risa le causaba ya que ninguno lo lograría conocer, o no románticamente como debería ser.

Esperando una sonrisa de amor todos se encontraban, y hasta la chica más linda Jungkook como si fuera cualquier ser humano la había tratado, pero que osadía la del muchacho, verla a los ojos y simplemente sonreír como lo hacía con todos, y la muy indignada chica solo se había sonrojado, y con el señor fruncido se había retirado.

Imposible de conseguir era el chico, tan buen mozo y educado, solo había mostrado interés en una sola persona en todos su vida, y a este todos lo habían envidiado.

Jimin pidiendo sus libros como siempre iba, ganándose una sonrisa y una caricia del amor de su vida, todos esperando ser tratados de ese modo soñaban con deseó, pero las caricias solo eran para el rubio de ojos azules.

Con desenfreno total, y con la cara sonrojada, el rubio se marchaba, esperando que su libró venciera el plazo acordado, para no volver más hasta que ese día hubiera llegado, el desentendido se hacía, como si el no estuviera enamorado.

Jungkook lo veía irse, junto a sus amigos, con ese sonrojo que todos causaban, así que especial el no se sentía, el rubio solo venia una ves a la semana, a llevarse otro libro o renovar el pedido, eso lo tenía desconcertado, como si el tampoco fuera para tanto, y curioseaba al pequeño rubio, que lo tenía hipnotizado.
.
.
.
.

Ojos azules, cabello rosa esa última semana, labios abultados color vino, y perfectamente colorados, sus sonrisas se volvían comparsas mientras sus amigos decían algo gracioso.

Jimin era hermosos a sus ojos, Jimin era un ser perfecto que nunca tendría en sus brazos, ya que esté era el único que nunca se le había insinuado.

.
.
.
.
.
.
.
.
.

El cigarrillo en sus labios prendido se encontraba, mientras una calada daba era bien observado, era lindo y tierno, como un pollito, antes se veía muy santo, pero ese niño de santo no tenía nada.

Jimin fumaba mientras sentía que era observado, y una risa salía de sus labios. Jungkook cría que Jimin era hermoso, pero siempre era desinteresado, como si le gustará jugar con su autocontrol, y con sus sentimientos encontrados.

Jimin sabía que era hermoso, y sabía que Jeon ya tenía muchos mirándolo, así que no se conformo con ser parte de los que estaban babeando, mejor hacerlo en secreto y verse más educado.

El desinterés que esté presentaba lo tenía desconcertado, Jimin parecía no darlas mas importancia que a un dromedario, así que solo se confirmaba con espiarlo.

Los dos estaban locos por darse un beso, pero el paso ninguno daba, los dos querían verse complacidos pero sin verse desesperados.

-Si me sigues observando creeré que estás enamorado, no me veas tanto que me estás desgastando -Esbozo mientras el cigarrillo abandonaba sus dulces labios.

bibliotecario en apuro Kookmin OS, ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora