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Beomgyu era un chico fifas, como sus otros dos amigos: Soobin y Huening Kai. Aquel grupo de amigos se juntaba todos los sábados en un parque cercano para jugar fútbol.

Y este era uno de esos días, y como cualquier otro, Beomgyu estaba tardandose en salir.

— ¡Beomgyu, ya baja, llevamos 10 minutos esperándote! — gritó Soobin, quien se encontraba esperando afuera de la casa de Beomgyu junto a Huening Kai.

Beomgyu se estaba terminando de bañar, siempre lo hacía cuando iba a los partidos, con la excusa de "tal vez encuentre al amor de mi vida ahí y yo quiero estar presentable para cuando eso pase", lo cual era razonable. Un poco.

Ya habían pasado al rededor de otros diez minutos y Beomgyu seguía sin salir. "¿Por que se demora tanto? Ni yo, bueno tal vez si, pero al menos abro la puerta para que pasen y no les duelan los pies tanto como a mí" pensaba Huening Kai.

Y por fin Beomgyu salió.

— ¡Nos debes un helado Choi Beomgyu, por hacernos esperar tanto! Me duelen mis pies — reclamó Huening.

Si si como sea, vámonos — dijo Beomgyu mientras una pequeña y disimulada sonrisa se formaban en sus labios.

Y los tres empezaron su recurrente trayectoria al parque, que por cierto solo quedaba a dos cuadras de donde se encontraban.

Al llegar, encontraron a un grupo jugando, pero sin problema los dejaron unirse, excepto Beomgyu. El hace poco se calló de su patineta y no podía jugar debido a aquel accidente.

Por eso mismo sus amigos se preguntaban porque se había arreglado tanto si ni siquiera iba a jugar.

Beomgyu se sentó en uno de los asientos del lugar.

A unos cuantos metros, otros 2 chicos se encontraban sentados observando el partido.

Supuso que eran amigos de los que estaban jugando, pero no le dio importancia.

Minutos después, los del equipo contrario a donde se encontraban los amigos de Beomgyu, anotaron un gol.

Eso fue lo único que hizo para llamar la atención del pelirrojo.

Quien había anotado un gol era un chico de buen físico, cabello color castaño, con rayos (aparentemente pintados), y lo último pero no menos importante; guapo, el chico era guapo.

En ese momento Beomgyu saco su celular, que por cierto no era de buena cámara, y a eso le sumamos que estaba rota.

Pinche pobreza, pensó Beomgyu.

Le dejo de prestar atención a eso y empezó a grabar.

Un minuto.

Dos minutos.

Y el balón golpeó a Beomgyu.

Cayó su celular y su conciencia también.

recording ✧ yeongyu (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora