In a heartbeat - Hyunghyuk

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Minhyuk no podía creer lo que el chico a su lado le acababa de decir. Necesitaba procesarlo. ¿Cómo era posible que las personas se inventaran esos estúpidos rumores? Y peor aún, que hayan llegado a oídos del padre de Hyungwon.

El corazón de Minhyuk latía con fuerza, algo había escuchado anteriormente del señor Chae, pero nunca lo vio en persona. Tampoco había fotos de él en la oficina de Hyungwon, que anteriormente era de su señor padre. Esta sería la primera vez en que conocería su cara.

—No vas a ir a su oficina, ¿escuchaste? El señor Chae es muy violento y podría ser capaz de hacer algún daño.

—¿Qué? ¿Cómo es que me dices esas cosas, Hoseok? —sus delgadas piernas temblaron, ahora sería difícil que su corazón dejara de latir efusivamente.

—No sé lo que vaya a pasar después pero júrame que...

El ascensor se detuvo, las puertas se abrieron y quedaron frente a dos hombres de traje. Minhyuk tragó fuerte mirando perplejo las dos figuras delante suyo. Por su parte, Hyungwon permanecía inmóvil y su padre paseaba la mirada por los dos chicos dentro del ascensor.

—Buen día, señor Chae —saludó Hoseok haciendo una reverencia y sonriendo, para liberar un poco la tensión en el ambiente.

Inmediatamente Minhyuk lo imitó.

—Mi compañero y yo —señaló a Minhyuk—, hemos venido para hablar de negocios con el director —después de decir aquello se dispuso a empujar al rubio fuera del ascensor.

—Negocios, ¿ah? —el hombre mayor alzó una ceja, paseando su mirada por Minhyuk, examinándolo—. Ya veo.

Ese día, como el resto, Minhyuk iba vestido de manera informal. A veces Hoseok se preguntaba porqué hasta la fecha el rubio no podía ir a comprarse un par de trajes para venir al trabajo. Así estaría presentable cuando situaciones similares a la de ese momento, pasaran.

—Bien —dijo por fin el señor Chae, tomando el lugar de los dos chicos dentro del ascensor—. Te veré después —comentó a su hijo antes de presionar el botón.

Las puertas metálicas se cerraron y cuando escucharon el peculiar sonido del ascensor bajando, fue cuando los dos mayores trajeados pudieron respirar.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Hoseok.

—Sígueme a mi oficina —respondió Hyungwon y después miró a Minhyuk que estaba ahí presente. Dudoso de decirle lo mismo a él, debido a lo vergonzosa que era la situación, Hyungwon suspiró—. Vamos —al final accedió a llevar a ambos.

Inundados en el silencio, su mejor amigo y su asistente personal se encontraban sentados frente a él. Hoseok y Minhyuk se intercambiaron miradas para ver quién de los dos sería el primero en hablar y romper aquel odioso silencio que comenzaba a aturdirlos.

Al final, Hoseok recibió una patada por debajo de la mesa y ahogó un gemido de dolor. Chae Hyungwon al fin suspiró y después apoyó sus codos sobre su escritorio.

—¿Qué sucedió con tu padre? Parecía muy tranquilo —dijo al fin el pelinegro, tratando de que su voz sonara normal debido al golpe. Carraspeó.

—Parece que no lo conoces —respondió el alto y tras nuevamente unos segundos en silencio, se quedó mirando un punto fijo en su escritorio para buscar las siguientes palabras—: No sé porqué diablos piensa que mantengo más que una relación de labor con mi asistente. Le expliqué que todo era un mal entendido y que los empleados de esta empresa parece que no tenían nada que hacer más que meterse en los asuntos personales ajenos. Claro que no me creyó del todo y para confirmarlo y callar todos esos comentarios, me pidió algo que no estoy seguro de hacer.

Minhyuk permaneció atento y en silencio. Sus orejas se sentían calientes y esperaba que su rostro no estuviera de ese color. Si bien, quería que esos rumores se hicieran reales y que Hyungwon gritara a los cuatro vientos que ambos estaban enamorados, que no les importaba lo que pensaran los demás mientras fueran felices.

Pero todo ese cuento de hadas se vio derrumbado. Lo siguiente que anunció Hyungwon, más que nada a su mejor amigo porque actuaba como si el rubio no estuviera ahí, dejó completamente paralizado a Minhyuk.

—Habrá una conferencia de trabajo el fin de semana. Toda la empresa estará ahí presente, también por supuesto amigos y familiares —continuó hablando. Hoseok tragó fuerte y la inquietud se hacía presente—. Ahí anunciaré mi relación con Jung Chaeyeon.

Silencio.

Hoseok abrió completamente sus ojos y su voca permanecía ligeramente abierta. Miró a Minhyuk quien permanecía estático en su lugar, con la cabeza agachada y sus manos echas puño, apretando la tela de las largas mangas que llevaba ese día. Hoseok volvió a tragar fuerte y volvió su mirada a Hyungwon.

—¿Con Jung Chaeyeon? —apenas pudo pronunciar. Hyungwon ahora se encontraba mirando la pantalla de su ordenador.

—No tengo porqué seguir dando más explicaciones. Vuelvan a su trabajo.

—Vamos, Min —dijo Hoseok, quién ahora había tensado la mandíbula.

Ambos chicos se levantaron. El rubio sentía que sus piernas fallarían en cuanto se pusiera de pie. Agradeció en silencio a Hoseok, quien lo había tomado del brazo para llevarlo fuera de aquel lugar.

—Lee se queda.

Ambos chicos se detuvieron antes de que el mayor de los dos pudiera abrir la puerta. Por un segundo se miraron; Minhyuk le suplicaba con ojos casi llorosos que lo sacara de ahí, era capaz de no resistir y derramar lágrimas. No quería pensar en lo que sucedería después si se quedaba en esas cuatro paredes con Hyungwon, después de darles aquella noticia.

—Hay unos documentos que estoy por terminar para serte entregados, entonces iremos los dos a mi oficina. Él los traerá —dicho eso, Hoseok abrió la puerta y con un ligero empujón hizo que Minhyuk saliera primero.

Sin esperar respuesta por parte de Hyungwon, el pelinegro cerró la puerta a sus espaldas.

—Espera a que estemos en mi oficina, ¿sí? —mencionó Hoseok dentro del ascensor.

Sabía que si el personal de su piso veía algo extraño en el rubio, los rumores aumentarían y no quería que sus dos amigos se siguieran viendo afectado.

Se sentía confundido por Hyungwon y triste por Minhyuk. Estuvo cabizbajo y completamente callado en el corto trayecto del ascensor y ahí fue cuando pudo darse cuenta de que la chispa, la luz dentro de él se había apagado.