One-shots KingZel/ZelKing ♡

Sunflower (2/3)

Bueno, hola de nuevo *ríe para no caer en crisis*

Tipo: Three Shot
Clasificación: apropiada para todas las edades. Post canon.
Aclaración: esto sucede después de que Meliodas raptara a Elizabeth y la llevara a Camelot.
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Podía observar con consternación hacia arriba, sintiendo el aire quebrajarle sus pulmones, viendo al demonio frente a ellos. Zeldris miraba a los pecados mientras mantenía sus alas de oscuridad en el aire, viendo a la hechicera a cargo. — Escuché por mi hermano que Merlín tiene los mandamientos de la fé y el pacifismo.— masculló, con seriedad.

Merlín estuvo a decir algo, viendo a King frente a Zeldris, dejando boquiabierto a todos. — Lo que están a punto de hacer es una locura, detente.

Los ojos del demonio brillaron, manteniendo su compostura ante esa petición. — No sé quién te crees, pero es muy osado de tu parte hablarme de esa forma.— halagó sin más, pero dándole un escalofrío al Rey Hada.

— Zeldris.— King no supo que decir, había tratado de razonar en su cabeza las razones de ese hombre de seguir peleando desde que regresó, siendo detenido por el llamado de la maga.

— King, aléjate, es el Verdugo del Rey demonio, ¡Estás haciendo un acto suicida!— exclamó Merlín, preocupada por la rebeldía del castaño.

— ¿No escucharás a esa mujer?

— ¿Por qué debería?— suavizó su mirada, arriesgando el pellejo al tomar amistosamente los hombros del pelinegro. — ¿Conseguiste tus girasoles?

— ¡¿Cómo sabes sobre eso?!

King sonrió. — Una corazonada.

No podía ir y decirle "oye, tuve una prueba y te ví en el Britannia de hace 30 siglos"; sonaría muy descabellado si lo pensaba bien. Un manotazo llegó, viendo a Zeldris mostrar la dureza al mirarlo. — No me interesa quién te dijo, pero no vine a escuchar a un hada impertinente. Dame los mandamientos o sino los mataré a todos ustedes.

— ¡King, aléjate, por favor!— la voz de Diane llegó a King, viéndolo alejarse poco a poco del demonio, abrazándolo al verlo a su lado en la acera. — ¡No seas tonto, pudiste morir!

Los ojos dorados miraron a Zeldris, quién estaba hablando con Merlín sobre un trato, mencionando un nombre que Hawk y Escanor no comprendieron. Supo también la identidad real de la maga, viéndola irse junto al mandamiento. — ¡Espera, Merlín, yo iré también!— exclamó.

— ¡King, para! ¡¿Qué carajos te sucede?!— Diane usó su fuerza para detener a King, sujetándolo de los brazos. — Mira, Merlín nos dejó una forma de saber de lo que hablarán, tranquilo.

Escucharon cada palabra, entre ellas, una ligera charla que dejó sin habla al hada.

— Esa hada…. Sabe cosas sobre mí, ¿Qué le han contado a su tropa, eh?— burló Zeldris, sabiendo que Merlín estaba molesta por la osadía de King.

— Él quizás escuchó cosas sobre ti por el Rey Hada Gloxinia, nada más.— mencionó la ahora niña, haciendo tronar su cuello mientras. — Lo que sea que te haya dicho, seguro fue para mantener la situación bajo control, pero ya solucioné eso.

Zeldris sonrió, altanero. — Pero él tomó iniciativa, eso es digno de admiración, Merlín.

— King, ¿Por qué estás rojo?— señaló Escanor, observando a su compañero, quién sonreía.

«¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara?»

King recordó aquella vez que vió la sonrisa de ese joven, sintiéndose mal ante todo lo que estaba pasando actualmente. Zeldris sólo seguía órdenes, sólo era otra forma de proteger a su clan como King lo hacía, dar protección a sus seres amados.

«A ella le gusta los girasoles. Pero, no he visto ninguno desde hace meses.»

— Él no sabe quién eres, King, debes entender eso.— murmuró, escuchando a esos dos hablar por medio de esa planta carnívora. Escuchó una explosión, viendo a Merlín aparecer de nuevo, avisando que los cuatro arcángeles estaban aquí.— ¿Y Zeldris?— preguntó, serio.

— Tan pronto atacaron los arcángeles, se fue de nuevo.

— ¿Pero sí está bien? ¿Verdad?— la azabache iba a cuestionar su preocupación, pero la mirada dorada de King la hizo ceder. — No te preocupes, seguro ni cosquillas le dió.— sonrió, viendo a King soltar el aire que no sabía que contuvo.

El Boar Hat siguió su camino hacia Camelot, sabiendo el plan de Merlín y lo que debían hacer.
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— La verdad no sé, no volví a verlo después de salir del castillo.— habló Elizabeth, mirando con dulzura al hada. — King-sama, ¿Todo está bien?

King asintió. — Sólo…. Pensaba.

Elizabeth miraba el ceño fruncido del hada, sonriendo ante su pensamiento. — King-sama, ¿Por qué le preocupa mucho Zeldris? Según yo, él no sabe que usted en su prueba lo ayudó.

— No lo sé. Por un lado, es nuestro enemigo, ¡Asesinó al capitán!— exclamó, tratando de convencerse de eso. — Pero, ¿Por qué cuándo decidí ayudarlo, me mostraron una parte que sólo el capitán o alguien más pudo haber visto?

— Quizás sólo usted sepa eso, King-sama.— respondió la diosa. — El destino a veces es muy extraño en su forma de hacer que las cosas pasen, por eso muchos desconfían de ese futuro que se les tiene preparado.

— ¿Cree que existe una razón?

— ¿Usted quiere averiguarlo?

Con un abrazo, Elizabeth entró a la taberna, dejando al Rey Hada en esa terraza, pensativo. Había una razón, pero, ¿Por qué él? ¿Qué tenía King para ser de utilidad al conocer a Zeldris? Suspiró profundamente, ahora debía preocuparse por proteger a Diane y a sus amigos, tenía que mantener a salvo a su amada gigante.

— Sin embargo…. ¿Por qué se siente raro pensar en Diane ahora?

Y el viento nunca le contestó.
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En Camelot, Zeldris mantenía la vista hacia el frente, sintiendo comezón en la nuca. Cuando quiso rascarse, sintió algo delgado y frágil, tomándolo entre sus dedos; un pequeño brote floral estaba ahí, siendo observado por el demonio en caso de ser letal.

Pero no, sólo era un retoño, que poco a poco se abrió, dejando al descubierto que era un bello girasol.

«¿Conseguiste tus girasoles?»

Una sonrisa boba atravesó al verdugo, jugando con esa flor con calma. — Ni siquiera me dijo su nombre.— suspiró, escuchando el llamado de Cusack al momento, dejando la flor sobre esa barda de aquella torre, caminando hacia su maestro con rapidez.

Mientras que el girasol dejó caer sus pétalos, siendo el viento el que se encargara de llevarlos al horizonte.

Continuará....
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Yo nunca dije que todo sería felicidad y paz. 😃🤙🏼

Me despido antes de que me quemen con antorchas
Angie fuera 🦈