Mentiras.
Lo conocí cuando no tenía la opción de elegir con quien hablar.
Solamente comenzamos a hablar.
Nos llevamos increíblemente mal.
Pero con el tiempo, se termino convirtiendo en la única persona que confiaba.
El se fue.
Cuando todos me abandonaron, dejándome completamente sola, el volvió a aparecer, y dio un cambio a mi vida nuevamente. El estaba más lejos, pero de alguna forma u otra nuestra amistad no acababa. Y hablarnos era cosa de todos los días. Sentía que todo lo que le decía lo entendía y en viceversa.
Hasta que una discusión estúpida nos separo.
Fueron 3 meses sin hablarnos.
Pues me había hecho llorar un día, al que considere el mejor de mi vida por varios años.
Le pedí perdón, por más que la discusión la había comenzado él y la resurgió. Pero para ese momento, ya no estaba sola.
El papel de él en mi vida ya no tenía importancia. Había conocido gente a la que le interesaba verdaderamente.
Deje de hablarle.
Pues ese año hubo un cambio drástico en mí. Comencé a prestarle atención a cosas que antes no y me di cuenta cual era la verdadera razón por la cual seguía en pie.
Y el, no lo era.
ESTÁS LEYENDO
Microrelatos.
Teen FictionTristes historias cortas escritas en momentos tristes de mi vida. Pink0114