A su servicio -kookjin-

Capítulo 8

Cuando Seokjin recupera el aliento, siente que algo primitivo se enciende en su interior. Su estómago se siente como un charco de lava caliente, sus nervios hormiguean y son sensibles. Seokjin se aferra a Jungkook, acercándolo para darle un beso profundo, moviendo sus caderas contra él.

"Dime lo que quieres", murmura Jungkook entre besos. Mueve sus caderas en círculos suaves y perezosos, la fricción es suficiente para que Seokjin sienta que se pone duro de nuevo.

¿Qué es lo que quiere? Que lo abran, que lo pongan del revés, que lo desgarren y lo vuelvan a armar. Quiere tener las manos en el pelo, las manos en la boca, el sudor y la sal, la boca caliente de Jungkook, los gemidos sin aliento que se hacen más fuertes entre ellos, que el dolor en su pecho se calme, que la brasa blanca que arde dentro de él finalmente explote. Lo quiere todo.

En cambio, dice: "Tú". Presiona un tímido beso en la boca de Jungkook, pero éste rompe el beso.

"Creo que quieres algo más", dice, señalando los labios sonrojados y afelpados de Seokjin. "Hay algo que no estás pidiendo". Sus ojos son firmes, oscuros y brillantes, quemando a través de Seokjin.

Seokjin se sonroja y una oleada de sangre caliente sube a sus mejillas. "Te deseo", dice de nuevo, con la voz un poco más alta ahora. Se aclara la garganta. "Quiero que me cojas", susurra. Puede imaginar la cara de sorpresa de Namjoon, la forma en que sus ojos se abren de par en par y su mandíbula se cae cada vez que Seokjin suelta una rara bomba. Intenta desterrar ese pensamiento, intenta mantener sus ojos fijos en los de Jungkook.

Jungkook sonríe -una sonrisa amplia, dentada y diabólica- y eso hace que las mejillas de Seokjin ardan más. "¿Estás seguro, hyung? No tenemos..."

"--Quiero", interrumpe Seokjin, presionando un beso apresurado en la boca de Jungkook. "¿Sólo... vayamos despacio?"

La sonrisa de Jungkook es más suave ahora, y asiente, presionando un revoloteo de besos en la cara de Seokjin. "Por supuesto. ¿Tienes lubricante? Deberíamos tener cuidado y asegurarnos de que estás preparado". Se sienta, el contorno de su duro pene tan claro en sus ajustados calzoncillos negros. Seokjin asiente, sin palabras, y señala la mesilla de noche. Jungkook se acerca a él y abre el cajón, sacando la botella. "¿Quieres quedarte de espaldas?"

Seokjin asiente, relamiéndose los labios. "Sí, quiero verte". Su voz suena tan lastimera, tan quejumbrosa, que atrae una dulce sonrisa de Jungkook.

"Por supuesto", dice suavemente, inclinándose para besar la mejilla de Seokjin. Se desliza por la cama y se acuesta junto a Seokjin, con la cara a la altura de su cintura. "Dime si te duele o si es demasiado, ¿si?" La preocupación en su rostro es tan entrañable que hace que Seokjin quiera llorar. En cambio, se muerde el labio y asiente.

El lubricante frío le hace sisear, y Jungkook pone su mano en el estómago de Seokjin para estabilizarlo. "Todavía no estoy empujando", murmura, arrastrando las yemas de los dedos hacia adelante y hacia atrás entre las nalgas. Rodea el borde de Seokjin, presionando con delicadeza, sólo para cubrirlo con el lubricante. Su otra mano se desliza por el vientre de Seokjin, y las yemas de los dedos alcanzan un pezón, pellizcándolo ligeramente mientras besa el interior del muslo de Seokjin.

Seokjin gime... quizás demasiado fuerte, con demasiada necesidad, pero no le importa. Sus ojos se ponen en blanco y baja una mano para pasarla por el pelo de Jungkook.

"Eso es, hyung, déjame hacerte sentir bien", murmura, besando la tierna parte inferior del muslo de Seokjin. "¿Puedes abrirte para mí?" Seokjin obedece, abriendo las piernas y dejándolas caer. Jungkook presiona en su borde con un poco más de presión, con los ojos mirando hacia arriba para ver la reacción de Seokjin. "¿Está bien?"