¿Miedos?

4K 246 24
                                    

Jugaste con algunos mechones de pelo (C/P) por los nervios. Ahora mismo te encontrabas delante de la puerta de la habitación de tu capitán. No podías dormir, sonaba extraño para una chica de 20 años, pero simplemente no podías encontrar el descanso que tan desesperadamente buscabas. Sin embargo, no podías simplemente violar la intimidad de tu capitán solo porque no podías dormir. Quizás estabas un poquito colada por el terrorífico Cirujano de la Muerte. Vale, muy, muy colada, ¿pero quién no lo estaría? Desordenado y salvaje pelo negro azabache con patillas y una pequeña perilla; profundos ojos de un gris oscuro capaces de paralizar a sus enemigos, esa mirada que grita peligro; entonces dos pequeños pendientes dorados en casa oreja y los múltiples tatuajes que tenía en manos y antebrazos. Te habías preguntado si tenía más tatuajes, pero acababas teniendo un sonrojo masivo en la cara.


Todo con todo estuviste allí plantada casi diez minutos, únicamente pensando en los escenarios. Algunos decían rechazo instantáneo, los cuales hacían que tu corazón doliese; otros decían compasión, incluso si Trafalgar Law es un hombre despiadado tiene un punto suave para cada miembro de su tripulación. Finalmente decidiste tocar en la puerta de metal, esperando la respuesta, anticipación construyéndose.


"Pasa" Dijo la fluida y profunda voz de tu capitán, esa voz que podrías escuchar todo el día sin pausa, y seguiría sonando maravillosa. Empujaste la puerta y te asomaste para ver a tu capitán sentado frente a su escritorio, sus piernas colocadas sobre la mesa, leyendo un libro de medicina. No te atraía solo por su aspecto, sino también por su comportamiento calmado, ordenado, frío, inteligente. Era un hombre que daba confianza con su tersura, simplemente increíble. Él te miró y esbozó una mueca, aunque fue cubierta por el grueso libro. "(T/N)-ya, ¿qué te trae a mi habitación tan tarde?" Preguntó claramente divertido. No pudiste evitar sonrojarte y te aclaraste la garganta, de manera que tu voz no te traicionase.


"N-No puedo dormir, capitán" Por supuesto lo hizo, y te abofeteaste mentalmente por sonar tan vulnerable. Sin embargo, eso era algo que Law adoraba, tener el control. Su mueca creció solo por escuchar tus palabras.


"Así que es eso..."Bajó el libro y te miró completamente, viendo tu ropa. Un par de pantalones cortos que llegaban a tus muslos, dejando al descubierto tus suaves piernas, y una camisa de tirantes finos, ambos de color (C/F). Era, ciertamente, una vista excitante. "Entonces tendrás que dormir aquí.¿Qué está interfiriendo con tu sueño? ¿Insomnio? ¿O quizás pesadillas?" Bajaste la mirada, todavía en la puerta.


"Pesadillas, señor" Murmuraste avergonzada y Law tarareó en reconocimiento. Supiste que entonces se levantó de la silla y se acercó a ti. Miraste hacia arriba para encontrarte con la fiera mirada de tu capitán. Su mueca era amplia, lo cual hizo otro sonrojo aparecer, y esto le divirtió incluso más.


"Ya veo... ve a la cama. Si tienes alguna pesadilla esta noche, despiértame y estaré dispuesto a calmarte" Asentiste suavemente y te dirigiste a la cama, Law siguiéndote poco después. Te metiste bajo las sábanas y esperaste a que tu capitán hiciese lo mismo, pero la vista frente a ti casi te hace desmayarte. Tu capitán se estaba quitando el sombrero, dejándolo en la mesa de noche, entonces descartó sus botas y sudadera. Tenía muchos más tatuajes decorando sus delgado pero marcados torso y espalda. En el momento en que empezó a quitarse los vaqueros tuviste que mirar hacia otro lado, esto no no fue inadvertido por el joven capitán. Se puso unos pantalones de dormir y se metió en la cama a tu lado.


Podías sentir su cálido aliento en tu cuello, mandando escalofríos a subir y bajar tu espalda. Esta estaba firmemente presionada contra su pecho, y no ayudaba que hubiese rodeado tu torso con los brazos, acercándote incluso más. Sentiste que te acariciaba suavemente el pelo, justo como un cariñoso amante haría. Pero lo sabías demasiado bien: él era un pirata, su único amor el mar. El pensamiento te puso triste, pero intentaste dormirte con su cálido cuerpo pegado al tuyo.



Soltaste un grito ahogado, sentándote bruscamente. Lágrimas empezaron a rodar por tus mejillas casi inconscientemente, tu respiración pesada e inestable. Law se levantó también y te miró con expresión preocupada. Encendió la luz y de repente te abrazó, lo necesitabas así que rodeaste su cuerpo con los brazos, acariciando con la nariz su cuello, suavemente.


Normalmente tenías pesadillas sobre tu pasado. La manera en que tus padres murieron, la manera en que la gente te rechazaba sin ni siquiera llegar a conocerte. Sin embargo esta vez tuviste una pesadilla sobre Law. ¿Qué pasaría si él también muriese? No tendrías a nadie en el mundo, solo a ti misma. Tu abrazo se estrechó y él corrió su mano por tu espalda de manera tranquilizadora.


"¿Una pesadilla de tus padres?" Preguntó suavemente. Agitaste la cabeza, negándote a mirarle. También te negabas a contarle de que iba la pesadilla, pero sabías que acabarías diciéndoselo, así que lo hiciste lo antes posible.


"Tú" Susurraste, tu voz apagada por su cuello. Suavemente te alejó y demandó una repetición con la mirada. Te moriste el labio y lo dijiste más fuerte. "Era sobre ti" Sus ojos se abrieron cuando te escuchó decirlo. "No... quiero perderte, ni a ningún otro miembro de la tripulación, sois demasiado importantes para mí. No sobreviviría sin ti porque..." Inhalaste profundamente, buscando el valor que tenías para pronunciar estas palabras. "...te quiero" Law no podía estar más sorprendido. Su falta de respuesta te hizo sentirte más nerviosa y suspiraste avergonzada. "Pero eres un pirata, no necesitas amor, así que olvida lo que he dicho, ¿por favor?" Te tumbaste sobre la cama de nuevo, pero un par de fuertes brazos te trajeron de nuevo a una posición sentada.


"No digas eso" Murmuró, tomándote por sorpresa. "Jamás olvidaré tu confesión, porque era todo lo que necesitaba para hacer esto" De repente te atrajo a un largo beso. Dejaste salir un grito ahogado, sorprendida, y Law no lo pensó dos veces para deslizar su lengua en tu boca y dejarla unirse a la tuya en un beso gradualmente más salvaje. Se separó dejando un fino hilo de saliva partiendo de ambas bocas. Presionó su frente sobre la tuya y miró afectuosamente en tus ojos. "Ahora, te ayudaré a olvidar ese horrible pasado tuyo, así que no te atrevas a traer otro miedo, ¿entendido?" Asentiste, todavía sin aliento, y Law esbozó una mueca. "Ahora duerme, órdenes del capitán"

Trafalgar Law: One-shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora