Era una noche fría muy fría había una mujer que daba a luz a su segundo hijo.
Las cosas se precipitaban y el padre de la criatura que estaba a punto de nacer había cogido a su mujer de la mano .
Llovía mucho y la casa parecía que se iba a derrumbar. Le faltaba poco . Tenían miedo de que la madre falleciera. Al nacer vieron que era una preciosa niña. Sus ojos eran como un montón de árboles verdes y su cabello como una llama al nacer. Su padre la cogió en brazos y la miró. Él quería que fuera un barón pero el la abrazó de tal manera que empezó a llorar. Y la madre mirándola como jugaba con los dedos. Al pasar 7 años Clara ya era grande y ya tenía una pecas en la carita . Sus padres se tuvieron que mudar a otra granja. A ella no le gustaba porque dejaría de ver a sus amigas . Su nuevo cuarto era precioso . Una cama grande un armario azul celeste un espejo bastante grande, las ventanas eran también grandes y bonitas.
Ella salió de la casa sin que sus padres se dieran cuenta. A lo lejos vio un bosque en el se hallaban grandes árboles viejos en especial había un árbol en especial en el vivían todo tipo de animalitos. Ella se subió sin miedo vio un gran agujero ella metió la mano y en el encontró un espejo azulado en ese momento el árbol empezó a mover sus ramas ella empezó a tener mucho miedo y se bajó rápidamente se dio cuenta de que había pasado mucho tiempo así que se fue corriendo por el camino de vuelta llegó a la granja sus padres no estaban y su hermano le había preguntado a donde se había ido y ella no le respondió se fue corriendo a su habitación. Miró el espejo de nuevo y lo guardo en una cajita de color rasada su hermano le preguntó otra vez y ella le dijo: - En el bosque.
El hermano se puso tenso: -ya no vallas ahí, Clara te pudo haber pasado algo y.. no me lo habría perdonado.
Clara se puso a reír y e dijo tendré más cuidado la próxima vez. Te quiero hermano.