THE FALSE LIFE (La Falsa Vida)
La vida, es la condena de todo ser humano.
Sépase o no aprovechar,
puesto que los problemas para la humanidad siempre existirán,
y su tiempo de solución,
contado está,
ya no podemos negociar, ni un segundo más.
Los monopolistas me vendieron un mercado,
donde yo podía hacer lo que quisiera con mi vida,
por que es "Mi vida", ¡¡CLARO!!,
como si de políticos mis propósitos, no fuesen vanos.Los capitalistas dijeron que el dinero lo era todo,
y que con él hasta la felicidad podía comprar;
yo que lo tengo almacenado y empolvado,
que ni para una camisa he de usar.
Porque bajo llave o caja fuerte se mantiene encerrado,
millones de billetes y monedas en la oscuridad, de un calabozo olvidado,
con la cara del muy idiota Lincoln, como marco de centavo.
Los profetas dijeron que alcanzaría la santidad,
y que no quedaría impuro si a Dios le he de rezar,
pero no vayan a mirar,
como un simple vago,
poeta del pésimo y del revolucionario que dice buscar "la libertad",
de un pueblo rezagado,
se queda encadenado, anticuado, sin dinero, devoción y de vana felicidad,
indigno,
hasta para el cantico de los cielos,
o de la república; un himno.("¿Quiere mi señor que le sirva más?
¿Un veneno o dos quizá?")Si la vida es la condena del ser humano,
porque mis "derechos" no me han liberado,
o por lo menos una sentencia,
me hayan dictado.
Solo es cuestión de tiempo,
predica el vengador desesperado,
"Que tu hora llegará"
Anuncia un mendigo enterrado.Porque así quedaremos,
viejos, melancólicos, pobres y desconfiados.
(¡Ey!¡No olvides los placeres vanos!
O los conciertos de "Felices" Idolatrados.)Así muere la vida,
así se traiciona la lealtad,
con indiferencia se sacia la violencia,
con palabras hirientes mata el que se quiere matar,
con halagos, se cubren los rencores magnos,
y las obsesiones, con fantasías de mil colores adornados.
"Mis ojos negros, solo ven grises claros o inocentes decolorizados,
pedazos rotos de tarugos, que anhelan volverse verdugos"
(¡Arrancadle la cabeza, que la quiero servida y en bandeja")Dime que piensas sobre tu dicha,
esa que, para mí, es solo una falsa vida,
recordando su mirado vil y débil,
y la imprudencia de lo verosímil....