Contrarreloj ||Boss Baby Fanfic||

Avance

"Jefe en pañales" no me pertenece yo escribo por mera diversión.

Aviso importante al final.

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Mientras abría con agresividad la puerta principal, Theodore irrumpió en el lugar tan imponente y aterrador como podía resultar cualquier alfa enfurecido.

Respirar se convirtió en una tarea difícil para los presentes en el sitio, pues gracias a que las intensas feromonas que emanaban cual veneno del rubio provocaban que el oxígeno en el lugar se sintiera casi letal. Sus pasos largos y pesados resonaron e intimidaron a más de uno, los omegas atinaron a alejarse y esconderse, los betas salieron de su camino al intuir la furia del rubio, incluso los alfas se limitaron a hacerse a un lado, ya que, su instinto les indicaba que no saldrían ilesos si se atrevían a detenerlo, pues podían ver el deseo de sangre del recién llegado.

Ya que todos estaban imposibilitados de actuar debido al miedo, Theodore pudo caminar con total libertad e impunidad en ese edificio. Inexpresivo y por completo ajeno a los susurros que comenzaron a brotar a su alrededor a causa de su violenta entrada, Theodore tenía claro a dónde ir y caminó sin detenerse o dudar un solo segundo de lo que hacía y haría a continuación.

Tomó el pomo de la puerta y entró sin importarle si interrumpía algo tan importante como lo era la reunión que se llevaba a cabo en ese momento. Todos los presentes se levantaron de sus asientos al ver cómo aquel amenazante alfa entraba sin permiso, aunque solo los más tontos tuvieron las agallas de querer reclamarle, pero callaron y temblaron con una simple mirada de él.

Theodore se dirigió hacia las personas que sabían eran las de mayor rango en la habitación y, con semblante ensombrecido, se plantó frente a ellos.

—Ha pasado una semana desde la desaparición de mi omega y no he visto avances en el caso, ¿se puede saber qué mierda están haciendo?, ¿por qué no están buscando a mi esposo?, ¿por qué no han ido tras Crystal? —vociferó a la vez que sus puños golpeaban la superficie de la larga mesa de reuniones, sus ojos esmeraldas mandaban una mirada que provocó escalofríos a más de uno.—. ¡Díganme porque diablos están aquí perdiendo el tiempo en lugar de ir a arrestarlo!

Gritó furioso, su lado alfa dominaba en ese momento lo que era señal de que poco entendería de razones y que debían de tener cuidado al dirigirse a él.

Aún con el latente peligro en el aire, uno de los trillizos se acercó con lentitud al otro y levantó las manos en muestra de paz, aunque eso no evitó que el rubio le viera con ira y se pusiera en posición de atacar.

—Calma, Theodore—dijo con voz tranquila el policía, poco a poco intentó acercarse más, pero tuvo que detenerse al verlo apretar la mandíbula y adquirir una expresión más animal, más acorde a un alfa sin raciocinio.—, no podemos hacer nada sin pruebas, estamos juntando todo lo necesario para eso. Tú sabes que no podemos hacer nada antes de tiempo.

—¡Tiempo es lo que no me queda, maldita sea!—espetó Lindsey lanzando con violencia varios jarrones que estaban a su alcance, en respuesta a su arrebato varios policías dirigieran sus manos hacia sus armas; sin embargo, ninguno fue capaz de apuntarle por el inmenso terror que experimentaron cuando el alfa les miró más que dispuesto a saltarles encima si intervenían. Después de amenazarlos con la mirada, volvió a enfocarse en el otro.—, ¡ese maldito podría matar a Tim si no lo encierran ahora mismo, eso si es que no lo hizo ya porque ustedes no están haciendo nada!

Sus reclamos con aquel tono de voz furibundo fueron desgarradores y dolorosos tanto para quienes le oyeron como para él mismo que sintió como su garganta dolió. Una mano se posó en el hombro de Ted, con molestia este de inmediato miró en dirección de quién se atrevió a tocarlo y se encontró con Jimbo.