Capitulo 1.- Rumores

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Arely

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Arely...

No podía creer que el invierno estuviera tan cerca y con eso la competencia final, entre eso, las clases, el piano, mi vida se mantiene ocupada; por lo menos eso es lo que creo en lo que tomo una foto para marcar el final del otoño.

—¡Arely sino bajas ahora te irás en el autobús! —grito mi maravillosa hermana desde afuera de la puerta.

—Ya voy —conteste mientras tomaba mi mochila y abría la puerta para encontrarme con ella—. No necesitas gritar.

Bajamos hasta dirigirnos al comedor donde deben de estar mis padres.

—No lo haría si bajarás a tiempo.

—Pero si no he tardado esta vez.

—Nuestros padres ya se fueron al trabajo así que imagínate que tan tarde vamos al colegio, ahí está tu desayuno apresúrate —hablo y siguió haciendo no se que cosas con varios papeles.

—¿Qué haces? —pregunté no me iba a quedar con la duda a la vez que tomaba uno que estaba cerca mio.

—La temática para... no te puedo decir no seas chismosa Arely —me reprendió quitándomelo antes de siquiera leerlo.

—No es ser chismosa se llama ser informativa.

—Si claro haré como que te creo.

—Vamos soy tu hermana menor no le diré a nadie te lo prometo.

—¿Segura?, porque creo que Emma se enterará mucho antes que gane con mi propuesta.

—Es mi mejor amiga está claro que solo ella lo sabría, y ¿de que propuesta hablamos?.

—No puedo, mejor apresúrate aún tenemos que pasar por Emma.

Revise la hora tal y como había dicho ya íbamos tarde así que trate de comer rápido; cuando termine subí a lavarme los dientes volvió a gritarme otra vez que ya se iba sin mi, baje corriendo no pensaba irme caminando está lejos el colegio.

—Ya estoy aquí —dije mientras me subía al auto.

—Tardas mucho.

—No tanto como tú Ámbar.

—Con que a esas vamos estás segura de querer comenzar con una discusión.

—Claro que no, mejor hay que irnos ya.

Sin más por decir nos dirigimos a la casa de Emma, la cual no queda tan lejos de la mía está a tan solo una cuadra así que llegamos rápido.

—No tardes Arely ni te distraigas por favor.

—Tranquila no lo haré —respondí antes de bajarme.

Me acerque a su casa y toque el timbre como cada día de la semana desde que tenemos tres años, después de unos minutos salió la mamá de Emma.

A Un ValsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora