En la Academia Cross llega una nueva alumna en la classe nocturna. Lo más estaño de esta nueva alumna es que el directo, la conose y también el presidente de la clase nocturna Kaname Kuran.
¿Que relación tendrá la nueva alumna con Kaname y Kain?
¿Qu...
Y así las horas pasaron, hasta que las campañas del campanario suenan indicando que ya es media noche. Haciendo saber a Tn, que la Hio había muerto en manos del Kuran.
- A que has venido Kaname.-dice al notar su presencia atrás de ella.- No tendrías que estar consolando a tu querida Yuki.- suelta con sarcasmo.
- Siento que si no venía ahora, te perdería de nuevo.- dice mirando a la albina con melancolía.
- Sí, es así, que hacéis vosotros también aquí.- refiriéndose al séquito del Kuran que estaban atrás del susodicho.
- ¡No...
- Solo estamos aquí, porque también estamos preocupados por tu estado Tn-chan.- habla el vicepresidente callando a Ruka.
- Que amable de vuestra parte, pero no hacía falta. Ya que después de hoy no nos volveremos a ver.- les dice a los presentes con una sonrisa en el rostro.
- Tn-chan qué quieres decir con eso.- poniendo una cara de preocupación Takuma al escuchar esas palabras.
- Ohh, Takuma-kun no pongas esa cara.- dice con diversión al ver la expresión del rubio.- Han sido muy interesantes los días que he pasado en la academia gracias a vosotros, por eso os diré un secreto.- les sonríe a todos.- Yo en verdad no soy un aristócrata, pero eso ya lo habéis notado, ¿no?
- Eso estaba claro desde el día que pisaste por primera vez los Dormitorios Nocturnos.- responde Kain.
- Pero nunca pensábamos que fuese una Pura Sangre.- completa a las palabras de su compañero, Shiki.
- Vaya, no esperaba menos de los seguidores de Kaname, pero mis intenciones no eran que lo averiguarais. Supongo que en verdad me estoy muriendo lentamente.- dices mirándolos.
Esa declaración por parte tuya dejo a todos sorprendidos, por el hecho de que un Pura Sangre, los seres que consideraban intocables, pudiesen llegar siquiera a morir.
- Por qué os sorprendéis tanto.- les pregunta con burla.- Si habéis elogiado en seguir a Kaname, no tendrías que poner esas caras.
- Tn, de que estás hablando.- habla por fin el Kuran- La única manera de que un Pura Sangre muera, es a manos de otra.
- En verdad crees eso, o es que te niegas a la realidad.- le cuestiona.- Perdida del control de los poderes, una salud que se degrada poco a poco, no tengo que seguir diciendo, ¿verdad?
- No es posible.-dice sorprendido.- Esa plaga sé extinguió hace siglo.
- Dejemos esta conversación que no va a ningún lugar. Has venido aquí a verme de verdad o es que quieres terminar con mi vida. Si es la segunda opción me temo que no podrá ser, ya que no tengo planeado morir por tu mano.- mirando a Kaname esperando una respuesta.- Sigues igual como la primera vez que nos vimos, en esa época todo era tan diferente...- en eso comienza a toser sangre por la boca, sorprendiendo a todos.- Se terminó el tiempo de conversar Kaname.- dice mientras se acerca más al borde de la azotea.
- Yo seguiré igual, pero tú has cambiado.-dice Kaname mirándola.
En eso comienza a toser sangre por la boca, sorprendiendo a todos los presentes.- Se terminó el tiempo de conversar Kaname.- dice mientras se acerca más al borde de la azotea.
- Tn...- llama el Kuran al verte con intención de saltar del sitio.
- Ya te lo he dicho Kaname, estoy muriendo lentamente y prefiero morir por mis propios manos antes que por las tuyas.-le dices a unos pasos de caer del lugar.
- ¡Tn!- grita para ir corriendo con la intención de sujetar tu mano, pero sin ningún éxito.
- Adiós Kaname.- finaliza para después dejarse caer.
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En la otra punta del país, a las afueras, en un bosque lejos de actividad humana, se encontraba una mansión de estilo victoriano.
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En una de las tantas habitaciones de la inmensa mansión, se encontraba un ataúd abierto, que de allí sale una joven hermosa, de cabellos albinos.
- Estoy...-habla la joven llevándose una de las manos en la cabeza, para después mirar a los alrededores.
Encontrándose en una habitación, de estilo victoriano, decorada con colores de tonalidades oscuras con toques granates, en una de las paredes del lugar se encontraba un enorme retrato de su persona colgado en medio de la pared enfrente suyo. Asiendo dejando que el punto más vistoso sea aquel retrato de ella, que pareciera, que tendría que estar cubierto por un trozo de tela, que ahora se encuentra en el suelo. Dejando así a plena vista el cuatro.
Y AQUÍ ACABA LA HISTORIA, DE TN Y KANAME, PERO AÚN QUEDA MUCHOS MISTERIOS QUE RESOLVER.
