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Mariana Pérez
Mi sonrisa era inmensa y más al saber que hoy zabdiel llegaría, después de casi dos meses de no verle.
El se fue desde hace dos meses, a un campamento de música en Mexicali y hoy está de vuelta.
La parada de autobuses, habré las puertas para dejar entrar el gran autobús azul, y en una de tantas ventanas lo veo, su cabello corto rubio, y su sonrisa asé que en mi rostro se plasme una.
Todos van bajando y yo solo espero a uno, su altura es mucho más que la mía, pero eso no impidió que, nos dieramos un abrazo lo suficientemente largo, como para que su madre, nos diga que ella también lo extraño.
Mi mamá, también le da un abrazo antes, de que subamos a su auto, y emprendamos camino hasta su casa.
Zabdiel es mi vecino desde que tengo memoria, y mi mejor amigo o eso es lo que el sigue pensando.
Zabdiel no termino sus estudios por qué, su padre los dejo y el se tubo que hacer cargo de su hermana, y su madre y pues yo, sigo estudiando voy en último grado de prepa.
Llegamos a su casa, y su hermana sale a recibirlo con un hermoso dibujo.
- zabdi te extrañe mucho- dijo la pequeña Penélope.
- y yo también te extrañe, pequeña princesa - zabdiel la cargo dándole vueltas en el aire.
Y fue entonces que ella aprecio.
Charlotte
La chica que quiere andar con zabdiel, y el le presta más atención a ella, tanto que me dejó en el olvido, como si fuera una cosa, todos entraron a casa y yo simplemente me fuy a la mía.
Entre a mi habitación, y tome mi guitarra comenzando a cantar Hasta la raíz de Natalia Lafourcade, y mientras la cantaba mis lágrimas salían, cerré mis ojos dejándome llevar y recordando todas las veces en que zabdiel, me decía que me amaba.
Pero era un AMOR DE AMIGOS
mientras el me ve como una amiga, yo lo veo como al chico del que estoy enamorada, y como la persona que pretendo amar, el resto de mi vida.
Y mientras canto, siento como mis lágrimas son limpiadas, y al habrir los ojos me topo con los suyos, sus perfectos y maravillosos ojos, dejo de cantar y simplemente, soy yo quien termina de limpiar las lágrimas, me alejo de el, mientras me mirá.
- ¿Por qué llorar?- su suavidad de voz me dan ganas de besarlo, besarlo y nunca más soltarlo.
