Drabble

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—oye, Emma —habló Draken adentrándose en la habitación de la chica—

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—oye, Emma —habló Draken adentrándose en la habitación de la chica—. ¿Puedo esperar aquí a Mikey?

—Draken —pronunció la rubia algo sorprendida, deteniendo su acción anterior—. Por supuesto, siéntate dónde quieras.

El chico asintió, tomó asiento en la cama de la chica observando como ella parecía practicar maquillaje con un muñeco. La observó un rato, sus delicadas manos se movían lenta, pero graciosamente a la par de cada pincelada.

Pronto, su curiosidad iba en aumento, adoptó una mejor posición, y se atrevió a preguntar.

—Emma —llamó la atención de la chica, quien volteo a verlo con una sonrisa—. ¿Por qué maquillas al muñeco?

—practicó cosmética —contesto con simpleza, retomando la vista en el muñeco y cambiando la sombra de ojos por rubores—. Ya sabes, para el futuro.

—¿El futuro? —ladeó su cabeza—. ¿Maquillarás de grande? ¿No querías ser solo una esposa?

—aún lo quiero —aclaro con pequeñas risas—. Pero ¿Sabes algo? Para eso necesito una bonita casa.

Draken, algo sorprendido por eso, se acercó un poco a ella. Con la mirada le invitó a seguir hablando, interesado por lo que diría la chica.

—bueno, cuando empiece a maquillar de grande haré dinero, cuánta más reconocida sea, más dinero —comenzó su explicación, apartando un momento al muñeco para girarse hacia Draken, y quedar frente a él—. Mientras más mejor. Así cumpliré ese sueño y compraré mi casita con jardín, en ella será donde…

Emma siguió hablando sobre lo que haría como esposa una vez tuviese su casa, gesticulando de vez en cuando con las manos, demostrando su emoción. Draken la miraba, atento al brillo en sus ojos que no hacía más que aumentar, que provocó, sonriera levemente.

—¿Una casita con jardín?, ¿En serio ese es tu sueño? —interrumpió, acercándose un poco más a la chica.

—¡Sí, desde que me mudé aquí con Mikey y Shini! —dijo emocionada, con un ligero sonrojo asomándose en sus mejillas.

—entonces —se alejó abruptamente, poniéndose de pie—. Cuando obtenga ganancias de mi tienda de motos, yo te la compraré.

Emma se asombró por eso, sus ojos se abrieron lo más que pudieron y soltó un ligero jadeo —¿En serio?

—Así es, solo espérame y tendrás tu linda casita con jardín.

—promételo —soltó decidida—, Mejor, hagamos una promesa los dos —se levantó y tomó la mano de Draken—. Una de meñique.

—¿Hum, qué promesa? —preguntó con curiosidad.

—tú me compras la casita con jardín, y yo seré una buena esposa…

"Para ti" fue lo que quiso, pero no pudo decir.

Draken, pensó un poco las palabras de la chica, ¿Una buena esposa para quien? Daba igual.

No se quedó a pensarlo mucho, aun si Emma aún no lo dijo, él creía lo tenía claro, y con eso le bastaba. No tardó mucho más en sonreír nuevamente.

—está bien, así será —asintió, ahora es él quien tomó la mano de ella, la que anteriormente sostenía la suya y juntó sus meñiques con un ligero sonrojo—. Es una promesa.

Emma asintió, el sonrojo en sus mejillas fue aún mayor que el anterior, y no pudo evitar sonreír bobamente.

—¡Ken-chin! —gritó Mikey entrando a la habitación—, ¿Estás a...?—detuvo su pregunta al observarlos y sonrió con burla— Oh.

Emma y Draken se separaron con rapidez, mirando cada uno a un extremo de la habitación. Emma sonriendo tímidamente y Draken rascando su nuca con nerviosismo, ambos ansiosos por el futuro que les aguardaba.

 Emma sonriendo tímidamente y Draken rascando su nuca con nerviosismo, ambos ansiosos por el futuro que les aguardaba

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El ambiente con aires de tristeza reinaba el lugar, las caras de conocidos y amigos llenas de pesar. Hay quienes incluso, tenían los ojos rojos por el llanto.

—Yo amaba a Emma —le declaró entre lágrimas al señor Sano, arrodillado ante él, en el funeral de Emma Sano.

Le pareció escuchar su respuesta, pero no lo tiene claro. Su mente no se cansa de repetirle una y otra vez que la chica que amó, se fue sin saber de su sentir.

Sobre todo, no para de repetirle que no cumplió su promesa, ni uno lo hizo; ella no se convertiría en una buena esposa y él no tuvo oportunidad de cumplirle su sueño, no pudo darle la casita con jardín que ella tanto quería.

Fin

Casita con jardín - DrakemmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora