El pelirrojo se frotaba los músculos rígidos del hombro derecho mientras miraba hacia afuera. Los coches pasaban por el desgastado asfalto con la prisa de ir a quién sabe dónde. En la acera se encontraba un grupo de estudiantes con dirección a la universidad, muy entusiasmados para el gusto de Taehyung, por otro lado una madre consolaba a un niño que lloraba, quizá quería un juguete nuevo. Conforme avanzaba más personas encontraba y más intrigado se sentía, cada uno tenía su historia, cada quien tenía algo que contar, su voz que hacer sonar.
Destellos de vida lejanos acunados por la música del tiempo, vidas que no nos pertenecen, pero que, por un momento u otro se cruzan con la nuestra.
El joven Taehyung se dio cuenta de que su aliento había empañado la ventana del auto y se alejó lentamente, miro el reloj que marcaba las 8:00 en punto, suspiro pesadamente y divisó su colegio después de los árboles que se acercaban a su derecha.
Tomó su mochila y espero impaciente a que el auto se estacionara.
—Gracias Jackson — Taehyung sale sin esperar respuesta de su guardaespaldas, como era lo usual y se dirige a la escuela con vista cansada. No quería estar ahí. Jamás se acostumbraría a esa sensación de vivir una vida que no quería y hacer lo que no amaba.
Tenía 15 minutos antes de su primera clase por lo que se aleja de las puertas y se dirige al campo de deportes, saca su cigarrillo y lo prende mientras unas pequeñas gotas caen sobre su rostro, la temporada de lluvias está por empezar, lo cual alegraba de cierta forma al pelirrojo.
Su cigarro no le dura más que unos escasos 5 minutos, tenía una adicción y lo sabía pero estaba bastante cómodo con la sensación que le producía tener el cigarro en sus largos dedos y soltar el humo lentamente, hasta verlo perderse y mezclarse con el aire, suspira después de terminarse su cigarro y deja la colilla en el bote no sin antes asegurarse que estuviera apagado, va con pesadez a las puertas del colegio.
Estudiaba Negocios y Administración en la Universidad de Yongsan, no le gustaba la carrera claramente pero no era algo que estuviera en sus manos decidir.
Que irónico— pensó — ni siquiera su carrera le habían dado la oportunidad de escoger.Era el mejor de su clase, sus padres lo obligaban a mantenerse como el mejor de la universidad tal y como lo hicieron con su hermana— "no los decepciones más de lo que ya están" —siempre se recordaba a si mismo eso, no importaba cuan cansado estuviera debía seguir. Sus padres no lo tomaban en cuenta amenos que fuera el mejor.
Su valor como persona lo redujeron a un número, un simple cero definía cuanto lo podían querer, la inteligencia según Taehyung era una desgracia, aún recuerda la charla de medianoche que tuvo con su mejor amigo donde Tae expresó pasado de copas "siempre estás rodeado de personas falsas que solo te quieren por conveniencia, el fracaso se vuelve tu peor enemigo, todos tienen expectativas altas sobre ti mismo y si los defraudas quedaras como el patético perdedor que intento ser algo en la vida."
Cruzó las puertas principales del colegio recibiendo miradas por su aspecto, si bien lo consideraban un "dios griego" con una mala reputación, el día de hoy portaba más el aspecto de un demonio, enfundado de ropa negra —cual velorio—dijo su padre luego de verlo pasar antes de salir de la casa. Llevaba el cabello desarreglado y unas ojeras pronunciadas que solo remarcaban más el apagado color grisáceo de sus ojos.
Llegando a su aula tomo asiento hasta al fondo, como era costumbre, mientras admiraba por la ventana la leve lluvia que se presentaba, rociando a los altos árboles que cercaban la universidad y mojando la calle ligeramente.
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Antes de partir
RomanceEnamorarse de alguien que está completamente roto no era lo correcto y Jeon Jungkook lo sabía, pero también divisó un brillo de esperanza en los ojos de su amado. La historia de dos hombres que necesitaban razones para quedarse en este mundo, tal v...