𝕭𝖆𝖎𝖑𝖆𝖗 𝖊𝖓 𝖙ú 𝖒𝖎𝖗𝖆𝖉𝖆 || 𝕾𝖔𝖚𝖐𝖔𝖐𝖚

🌸 Día uno, parte dos🌸

Escucho una diminuta risa por parte del contrarió. Pudo visualizar como la cabellera castaña se perdía entre la multitud..."¿En qué momento había llegado tanta gente?" Se preguntó.

En viento empezó a soplar y elevó la mirada hacia el cielo despejado. A lo lejos pudo visualizar algunas aves volando. El día era realmente hermoso hoy.

Volvió la mirada hacia adentro de la sala cuando el ruido quedó en silencio y una voz femenina habló.

"Bienvenidos a todos. Mi familia y yo estamos agradecidos de que quieran participar en esta festividad; cómo mucho saben, todo lo que hemos recaudado se lo daremos a gente que en verdad necesita. Esperamos que todos disfruten de esta fiesta. A continuación mi hija dará algunas reglas."

En el pequeño balcón se mostró a una joven rubia con un hermoso vestido color negro.

"Es un verdadero gusto que estén acá el día de hoy. Las reglas serán las siguientes:

Será una semana en dónde habrán diferentes actividades. Todas van a variar y serán en parejas, esto con la idea de que salgan de acá con una amistad que beneficie su negocio.
En esos días todos los invitados tendrán que llevar una máscara tapando parte de su cara haciendo que hasta el último día de la fiesta todos revelen su identidad; esto para hacerlo más cómico y sea algo divertido."

Una pequeña reverencia llegó apenas terminó de hablar, los aplausos se oyeron por toda la sala. Luego de ello los músicos a un lado empezaron sonando una canción romántica.

La gente guardo silencio para retirarse a los lados de la gran sala, algunas personas tomaron la mano de su pareja llevándola hasta el centro en dónde una luz iluminaba alumbraba el espacio.

Varias personas bailaban al ritmo de la música. Vueltas, tropiezos y algunas hablaban. Otras solo miraban de lejos como la mayoría se divertía, y uno de esas personas era él.

Había entrado a la gran sala para escuchar mejor todo y que su hermano no lo regañara después.

"¿Me expliqué bien?" La voz de la rubia volvió a resonar en sus oídos.

"Digamos que sí." Fue lo que contestó llevando un vaso de vino a sus labios.

"¡¿Digamos?! ¡Practique mil veces para ese "discurso"! ¿Cómo va a ser digamos?'

Solo risas hubieron como respuesta.

"Si tu hermano te ve bebiendo vino te va a regañar." Volvió la voz femenina. El pelirrojo volvió su cabeza hacia la rubia para hacer una expresión arrogante y luego decir:

"El nunca lo sabrá."

Los músicos dejaron de tocar para dar un descanso diminuto.

Ambos oyeron como una voz dijo "¡Es la otra del gran vals!", Luego todas las luces de la sala fueron apagadas para solo dejar la más grande del centro.

"Ups. Creo que se me olvidó mencionar que todos los días habrá un vals especial." Para cuando el pelirrojo volteo la mirada la chica se había ido corriendo hacía su familia.

La gente entendió rápido y se aparto dejando a tan solo ocho adolescentes bailando torpemente.

"Ellos bailan torpe y yo me lo aprendí de memoria, ¿patético no crees?" Sus ojos se dirigieron hacia su derecha, lugar en dónde estaba el chico castaño que anteriormente vió.

"Al menos no te sabes un montón de bailes desde pequeño porque tu madre le encanta la idea de participar en estas cosas."

"En realidad si he vivido por eso..a mi hermana pequeña le interesa mucho y me obliga a ser su acompañante. Siempre me regaña por equivocarme al pisar."