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POV Sanha:


No sé cómo comenzar mi historia. Me casé joven, demasiado joven dirían algunos, pero me enamoré de Eunwoo muy fácilmente. En el momento que nos vimos cuando ambos trabajábamos en la biblioteca fue amor a primera vista, pero no mi primer amor. Sus palabras llenaron cada uno de mis espacios, sus caricias se ajustaban como guantes en mi piel, sus besos eran... son... mi perdición. Mi corazón palpita fuerte solo de pensar en él. Pero hace 2 meses no lo veo. No he visto a mi esposo y duele tanto como cuando me dijo que se iría.

- Sanhie, Sanhie amor ven pronto – chillaba eufórico luego de colgar una llamada

- Qué amor, qué, qué

- LO LOGRÉ! Podré tener la pasantía en Escocia amor, voy a trabajar para su ministerio de artes por un año – me abrazó tan fuerte que no sé si por su noticia o su abrazo quedé sin aire.

- Amor felicidades, es tu sueño – fingí emoción, tal vez demasiado bien porque ni siquiera notó mi amargura.

- Sanhie... - me dijo mientras tomaba mi cuello y me besaba.

Quise entregarle todo de mi, quería decirle que no se fuera, pero este fue un sueño de toda su vida, ese sueño le permitiría lograr sus propósitos cuando volviera, y yo quiero que mi esposo sea feliz. Nuestros cuerpos se entrelazaron toda la noche, e imprimí cada centímetro de su piel en mi memoria, anhelando ser incapaz de olvidarlo. No pegamos un ojo en toda la noche, y me sentí cautivado por mis pensamientos, no pude evitar preguntarle.

- Si ya no eres feliz conmigo, me lo dirás verdad? - una mirada de angustia se devolvió a mis expectantes ojos

- No - salió tan suavemente de su boca como el beso que depositó en mis labios después

- Por qué?

- Porque... no me gustaría dañar a la persona que amo - sus ojos se cerraron al momento que se cristalizaban. No entiendo mis dudas, esto es el verdadero amor.

Y es que las dudas no comenzaron exactamente el día que se fue, sino un mes antes. Estaba en el supermercado, él me esperaba en el auto mientras hablaba con su jefe, que fue quien le recomendó la pasantía en primer lugar. Y lo vi. Como si el pasado volviera a ser hoy, como una foto que acababas de tomar, Moonbin estaba allí con su moto, la estacionó y se bajó con su eterno aire de despreocupación. Su look había cambiado un poco, pero era exactamente como lo recordaba: perfecto. Ese día mi pequeña burbuja de amor conoció su primer soplo de viento.

No atiné a hacer algo, solo lo miré con la boca abierta, mientras le sonreía a alguien del local, al parecer siempre viene aquí porque yo estaba un poco lejos de mi casa y cerca de la suya. Nunu tocó la bocina preguntándome por qué tardaba, tuve que decirle que me golpeé la mano con el maletero.
Luego de ese encuentro recordé sus últimas palabras hacia mí "gracias por preocuparte por mi, mi madre siempre te recuerda"  y es que nunca ocurrió nada terrible entre nosotros, simplemente un día dejamos de ser eso... nosotros.

- Amor? Tengo todo listo para el viaje, verdad que si? Te voy enviar tantos regalos, no sabrás que hacer con todo – mi esposo me abrazaba y mimaba todos los días, pero cuando me dijo que se iba sentí algo quebrarse, sentí que me dejaba y elegía otra vida antes que a mi.

- Si amor, no sabes cómo te voy a extrañar

- Yo te extrañaré más hermoso, eres lo mejor de mi vida – "entonces por qué me abandonas?"

- Un año se siente como tanto tiempo – aclaré mi garganta varias veces, llorar no es una opción hoy

- Lo sé pero vendré a visitarte, sí? No tiene sentido que ambos nos relocalicemos si esto es solo un año, volveré por ti, siempre.

- Si amor – todos los argumentos que hemos planteado mil veces tienen lógica pero no quitan el peso de mi corazón.

Malos pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora