Hay un joven muy peculiar viviendo en la casa esquinera. Los vecinos realmente no han interactuado con él, solo lo ven pasar en su bici cuando va al colegio, curiosos de que lleve un walkman acomodado en su cinturón. La panadera dijo una vez que vino a preguntarle si aún conservaba el casete "El baile de los que sobran" entre sus pertenencias, la había visto deshacerse de ciertas pertenencias de ante año en su última venta de garaje. La señora aseguró que fue la única vez que lo vio sonreírle con sus ojos brillantes cuando ella se lo regaló encantada.
Nadie sabe mucho de este muchacho, nadie más que su familia y la única amiga que va a verlo todos los días.
Y ahí estaba esa amiga, bajando con apuro de su bici y dejándola en toda la vereda, ignorando el grito del señor al que casi se le riega el café por no verla venir.
Tocó el timbre impaciente mirando la hora, al tercer llamado, un joven despeinado de cabellos negros lisos con una remera negra sin mangas abrió la puerta.
—Estamos tarde., Yeonjun, ¿ya despertó?
—¿No lo llamaste?
La chica se hizo a un lado para entrar hasta el comedor, se sirvió un vaso de jugo de naranja, tomó una tostada del centro de la mesa y se acomodó mientras ingería un bocado.
—Ingtengta ogtavegz
—Moa, ¿puedes masticar antes de hablar? No quiero que te imite.
Moa dejó de masticar alzando una ceja, abrió sus manos señalándose a ella misma mirándolo con ironía.
—No digas nada. —El chico corrió al final del pasillo y subió las escaleras de madera haciéndolas rechinar.
Llegó hasta el segundo piso y recorrió otro pasillo hasta la última habitación, tocó dos veces con suavidad.
—Beomgyu, Moa te está esperando, ¿estás despierto?
Escuchó algo parecido a un maullido sin ninguna articulación de palabras.
Sonrió mordiéndose el labio y cerró los ojos negando con la cabeza.
—Beom-gy-u, debes responderle bien a tu hermano mayor, con palabras, no con maullidos, ¿recuerdas?
Después de unos segundos de silencio, se escuchó lo que parecía un suave ladrido.
Yeonjun respiró por la nariz arrugando su rostro.
—Tres, dos...
Un revoloteo resonó la madera hasta llegar a la puerta.
Se abrió enseguida mostrando a un chico despeinado cuyos cabellos cafes cubría sus ojos, un poco más bajo que el joven frente a él, sonreía sin terminar de abrir los ojos al nuevo día.
—Estoy listo, hyung, jeje.
Su hermano mayor sonrió de lado despeinándolo antes de voltear a las escaleras.
—Toma tus cosas y ven a desayunar.
Beomgyu volvió a su cama descalzo, acomodó superficialmente su sábana con colores fuertes, recogió su reloj despertador amarillo que había botado al querer seguir durmiendo, lo dejó encima de su velador y se apresuró a colgar el teléfono convencional que había dejado descolgado cuando Moa lo llamó más temprano. Se refregó los ojos, fue a su cajón principal y tomó la primera sudadera azul que encontró, se rascó la cabeza, tiró sus cuadernos del escritorio, su walkman, tomó su casete de Enanitos verdes y se quedó dudando al ver el de Queen junto al de Los Prisioneros, se decidió por el primero y salió apresurado de la habitación.
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S.O.S Moa! (Taegyu* Yeonbin*)
FanfictionBeomgyu vive atrapado en los 80. Todo en su habitación debe ser de esa época para que él pueda coexistir. No tiene contacto con el exterior aparte de su única amiga llamada Moa, pero cuando ella se encuentra en peligro, se obligará a sí mismo a inte...