No se que me passa cada vez que llega la noche, donde la unica luz es la de la luna, blanca como si de una perla se tratara, mis lagrimas saliendo de mis ojos fluiendo con un rio, mojan mi cara sin piedad, pidiendo ayuda en silencio, pero a nadie voy a engañar, esa ayuda nunca llegara.
En mis guerras mentales donde el enemigo y el aliado son uno mismo y mi arma mas letal son mis propias palabras, contradecidas entre si.