En el capítulo anterior
Gekko:por favor luna no quiero pelear contigo
No lo escuches te quitara tu libertad
Gekko: solo quiero salvarte *le da un beso*
NO!!!!
Aquel beso corto la conección que tenia el diamante lunar con luna pero era tarde la mente de luna estuva totalmente rota
En el presente
Anyu:ahg *se levanta* donde estoy
Luna:las cuevas de cristal mi pricion en la luna bienvenida si quieres salir debes decirme cuales son los hechizos del darks book
Anyu: por qué ases esto luna tu no eres asi de mala por qué lo ases
Luna:tu que sabes no me conoces nada como para saber cómo soy claro los que nacen siendo especiales no saben lo que se siente sufrir
Anyu:a que te refieres con eso
Luna: imagina nacer diferente al resto y que tu propia familia te odie por ser diferente y te obliga a esconderlo por el simple hecho de la avergüenzas por eso decidi aserme villana para regresar un poco del odio que me dio este mundo
Anyu: crees que no se lo que se siente
Luna: que?
Anyu: en mi hogar en Japón se considera de mala suerte tener una hija que sera guerrera es mejor si es un hijo ya que te puede traer honor a la familia pero la mujer solo puede traer honor cazandose yo me fui de mi casa para poder seguir mis sueños ahy cosas que no podemos controlar pero si podemos decidir quienes seremos si quieres que te tradusca ese libro lo are pero esto no te traera lo que buscas
Luna:la libertad que deseo no se encuentra asiendo el bien
Anyu:piensalo aun cuando no lo crees ahy personas que te aprecian por lo que eres
Luna:*baja la mirada* traduse el libro y te liberare
En la fortaleza lunar
Luna:fuerzas de el mal les suplicare cuerpo terrenal de ti liberame liberame
Después de decir ese hechizo una luz morada sego toda la luna cuando se desvanecio luna ya no era la misma estaba segada por el rencor la ira y la tristeza que sentia estaba decidida a castigar al mundo por todo lo que le hizo
Continuará
Tan tan tan
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LUNEKKO EL PODER DEL DIAMANTE LUNAR
Fanfictionun poder segado por la ira la tristeza y el rencor puede traer consecuencias que ni te imaginas