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[Capitulo 4]
Jimin había realmente disfrutado su primer fin de semana en américa, durmiendo mas de lo que pensaba que era posible hacer… en su casa no podía, ya que el servicio siempre se ocupaba de despertarlo y lo obligaban a hacer las tres comidas por ordenes de su padre.
Siempre le había gustado américa, lo relajada que era la vida de todos en ese país, y comenzaba a disfrutar vivirla tanto que ni siquiera se había tomado la molestia de llamar a sus padres en estos días, lo cual no era raro en el cuando viajaba, ellos sabian que tarde o temprano lo hacia. Todo transcurría con normalidad, Lo único extraño había sido el chico que sin previo aviso apareció en su puerta a pedir un poco de azúcar, con ropa deportiva, camiseta blanca y pantalones cortos, iba descalzo, cabello desordenado, ojos saltones, dientes de conejo y varios tatuajes en su brazo, lo mas extraño de todo es que era coreano. Luego de su pequeño encuentro, tenia que admitir que le costo volver a conciliar el sueño, esos ojos saltones seguían apareciendo en su cabeza y mas aun la forma en que lo miraron tan detalladamente… incluso estuvo tentado en ir a su puerta y pedirle azúcar de vuelta solo para volver a verlo en detalle, pero gano la razón y no lo hizo, supuso que el destino los volvería a cruzar en cualquier momento pues eran vecinos…. Y para su sorpresa, lo volvió a ver en donde menos lo esperaba en su misma universidad, su tono de voz lo reconoció enseguida, levanto la mirada y estaba ahí de pie, ya no lucia descuidado y relajado como el día anterior, llevaba ropa deportiva y un gorro negro como si quisiera pasar desapercibido pero no lo hacia, las miradas de las chicas sobre el lo demostraban. ¿Quién era este chiquillo que salta en defensa de una chica que en definitiva no conoce? Y peor aun enfrentándose a dos de las personas mas insoportables y peligrosas que conoce.
Ambos rubios, hijos de importantes empresarios americanos a quienes había conocido gracias a su padre en visitas anteriores al país, tuvo la desgracia de coincidir con ellos y habían decidido que era buena idea seguir a jimin a todas partes, como si en realidad fueran mejores amigos.
En primer lugar Jimin no tenia ni quería hacer amigos, a excepción de taehyung. Y en segundo lugar, si quisiera hacerlos serian absolutamente lo contrario a ellos, que era la representación propia de todo lo que el odiaba: ego, machismo, narcisismo y pare de contar…. Aunque quisiera, No podía librarse de ellos tan fácilmente, ni rechazarlos directamente porque lo verían como un desplante y eran expertos en armar berrinches de niños malcriados, sabia que en menos de lo que pensara eso llegaría a oídos de su padre, y no quería tentar a que su padre cambiara de opinion acerca de dejarlo vivir fuera los siguientes años.
Había optado simplemente por dejar fluir las cosas y mantener un bajo perfil, cosa que estaba siendo difícil primero por los rubios y ahora por su curioso vecino…. Quien lo veía ¿con decepción?
-¿de nuevo tu?- pregunto confundido
-¿Lo conoces?- pregunto rubio numero 1
Sabia que la respuesta que diera a continuación determinaría lo siguiente que iba a pasar, así que lo dudo por un segundo y escucho una pequeña carcajada sarcástica de su vecino, lo miro de nuevo y comenzaba a irritarle la forma en que lo miraba… como si lo estuviera juzgando.
Todos aquí conocen a este par de estúpidos y andan con cuidado a su alrededor ¿era su culpa que la chica lo hubiera molestado? Por supuesto que no.
-Los dos son extranjeros, coreanos ¿no?- dijo una chica que en algún momento se enrollo al brazo de jungkook como si lo conociera de toda la vida
Los dos rubios me miraron y yo puse los ojos en blanco, odiaba dar explicaciones
-Es mi vecino, no tiene importancia - solté- nos conocimos en el edificio…y el tiene razón, fue un accidente… deja a la chica
Vio de reojo a su vecino resoplar, lo estaba defendiendo y el cretino aun se atrevía a quejarse…. A la chica no iban a hacerle nada, además de molestarla un poco, pero a el si podrían…
-mira como me dejo mi ropa.
-Es solo ropa, ella es una chica… una persona ¿entiendes la diferencia?- hablo jungkook
Eso lo molesto mas aun… ¿este chico no valoraba su vida? Me puse frente a el para darle la cara al rubio, le entregue una tarjeta de la tienda donde usualmente compro la ropa.
-puedes ir a ahí, de mi parte… pide lo que quieras…  y se acabo.- gire y mire al chico suicida- váyanse ya, se acabo todo.
El arrogante vecino lo miro de arriba abajo una vez mas de manera despectiva y jimin estuvo tentado a reclamarle, pero dio media vuelta y se fueron… no sin antes decir por lo bajo “niño mimado” en coreano.
¿Espera… que? La ira de jimin aumento.
-¿Qué le dijiste?- le pregunto la chica con una sonrisa absurda
-Que tuviera un buen día – le dijo
Por supuesto que no le iba a decir la verdad a una chica, supongo que era el ultimo caballero real que quedaba en el planeta tierra
Volvieron al auditorio y cerca de las 5:00pm termino la charla, no volvió a ver a su insoportable vecino en todo el día y lo agradecía porque no estaba del mejor humor
Por la noche, cuando llego al apartamento después de cenar con ambos rubios, estaba ansioso por llegar a descansar por fin, pero su vecino por supuesto le tenia una sorpresa esperándolo, música a todo volumen saliendo de su apartamento.
-¿tiene una fiesta acaso? – miro su reloj, eran casi las 12 de la noche, las normas del edificio le permitían hasta media noche en días de semana hacer ruidos molestos, así que con la ira acumulándose dentro del, tomo una larga ducha antes de entrar a la cama e intentar conciliar el sueño, pero fallo…. Cuando miro su reloj de nuevo eran pasadas las 1:30 am
-¡lo esta haciendo a propósito!- grito en su habitación… Y luego se levanto, con la ira burbujeando dentro del fue a tocar la puerta de su vecino, una… dos… tres veces… por supuesto que no escuchaban…. Antes de tocar la cuarta ves la puerta se abrió y ahí estaba el indeseable viéndolo, una vez mas… detalladamente de arriba abajo, lo cual admitía lo abrumaba un poco, esos grandes ojos de bambi dejaban sin aliento si los mirabas por mucho tiempo.
-¿Si?- pregunto sínico
Eso solo hizo que jimin se enfureciera mas.
-¿en realidad lo preguntas?- la curiosidad le gano y miro dentro del apartamento, estaba la misma chica que no se le despegaba en la tarde y otro chico que estaba seguro había visto en la universidad.
-Si… en realidad lo pregunto. ¿Necesitas azúcar acaso?- rio jungkook
-Baja la maldita música… - le grito
-¿Por qué el mal humor?
-necesito dormir- gruño- ¿Qué clase de persona hace una fiesta en lunes?
-Una que no tiene importancia- lo reto jungkook
Recordó lo que había dicho en la tarde, entonces ¿por eso estaba molesto?
-No me importa, baja la maldita música o los próximos que tocaran tu puerta Sera la policía ¿entiendes?
-Entiendo… hablo perfecto el idioma- gruño jungkook
-Bueno entonces léete las reglas del edificio , no se en que clase de lugar vivías antes… ¡pero aquí hay reglas! – le grito jimin antes de regresar a su apartamento y lanzar la puerta tras el
La música tardo unos minutos en desaparecer, pero fue reemplazada por risas que duraron hasta pasadas las 3: 00 am.
¿Qué hacían hasta tan tarde de la madrugada? Y mas aun si se acababan de conocer. Jimin se quedo dormido por fin pensando en lo mucho que estaba detestando a su nuevo vecino…
*Al día siguiente*
Jungkook se levanto temprano como siempre, estaba acostumbrado a madrugar ya que desde muy joven tenia algunos trabajos pequeños para ayudar a sus padres.
No era una persona de fiestas, trasnochos o excesos pero molestar a su vecino, valía la pena. Además no menos importante estaba conociendo a sus nuevos dos mejores amigos a quien invito a quedarse ya que habían bebido demasiado, ambos durmieron en el sofá de la sala.
-¿ya estas arreglado?- pregunto nicole cuando despertó y vio a jungkook perfectamente arreglado en el mesón de su cocina, desayunando.
-Si, la primera clase es en una hora.- dijo y probo otro bocado
-¿Por qué me duele tanto la cabeza?- pregunto y comenzó a golpear a sam para que se levantara
-¿por todo lo que bebieron?- jungkook rio
-¿Por qué pareces sacado de una revista? Tu tambien bebiste…
-Se hasta donde puedo beber… no quiero perderme nuestras primeras clases.
-Mmmm ¿Qué? Deja dormir- se quejo sam
Jungkook rio
-chicos tengo que irme ¿pueden cerrar todo antes de salir? Necesito hacer unas cosas antes de ir a la universidad
-mmmm, claro- se volvió a quejar nicole y volvió a recostarse
Jeon se levanto, recogió sus cosas y salió del apartamento, no se imagino lo que le esperaba, apenas puso un pie en entrada se tambaleo con un liquido pegajoso, que mancho todas sus botas.
Esto es una maldita broma… su vecino había cobrado venganza, era obvio.
Comenzó a golpear la puerta de su vecino si sin descanso.
-¿Si? – salió jimin abrió la puerta con una sonrisa de par en par, tambien estaba perfectamente arreglado para salir, estaba recién duchado y parte de su cabello caía cubriendo un poco su rostro
-¿Qué edad tienes? ¿10?- pregunto jungkook molesto
-No tengo idea de lo que hablas- el trataba de no reír
-¿así quieres jugar? ¡perfecto! Ya veras niño malcriado.- gruño y se fue con su sangre hirviendo y con la idea en la cabeza de renunciar a este trabajo.
Cuando salió del edificio le marco al padre de jimin.
-buenas noches para usted señor park.
-hasta que apareces… -contesto
-lo siento, ayer fue un día ocupado… primer día.
-Lo se. Pero que yo recuerde la idea es que te acerques a mi hijo  no que lo asustes. -dijo molesto
-¿Qué? – jungkook no entendía nada
-Jimin llamo temprano a mi asistente para averiguar quien eras.
-¿esta sospechando algo?
-no lo se, pero igualmente ya mi asistente me dejo claro que no, el piensa que tu vives desde hace muchos años en américa con tu familia…
-Pero mi familia esta en corea
-lo se, pero no hay forma que no sepas quien es el si vives aquí, resultaría aun mas sospechoso que terminaran viviendo uno al lado del otro.
-esta bien… entiendo…
-¿en realidad podrás estar al pendiente de jimin?
Jungkook lo dudo por un segundo…
-Claro que si… prometo darle mejor resultado pronto, tiene que entender que entrar en el circulo de jimin no es facil. Igualmente estoy siempre al pendiente del.
-Esta bien… te creo… y confió en ti.
-gracias- el chico soltó el aire que no sabia que estaba reteniendo todo este tiempo- que descanse bien señor park. / fin de la llamada
-Es imposible que jimin y yo terminemos siendo amigos… - se quejo jeon con el universo- creo que debería empezar a empacar
Los siguientes días de la semana se convirtieron en una batalla campal entre ambos vecinos, no había un día en que no se maldijeran mutuamente y en diferentes idiomas.
El viernes fue un día lluvioso, tarde comprendió jungkook el motivo por la que todos sus compañeros llevaban consigo un paraguas aunque no se pronosticara lluvia para ese día, llego absolutamente mojado de pies a cabeza a su casa.
El sábado por la mañana lo despertó el dolor de cabeza que se veía en aumento por la estruendosa música de su vecino, por supuesto que encontraría un modo de molestarlo, incluso en sábado.
Le tomo unos segundos darse cuenta lo mal que se sentía, la lluvia lo había resfriado, se levanto y su cuarto comenzó a dar vueltas, solo por hoy estaba dispuesto a sacar bandera blanca contra el insoportable.
Se puso un abrigo y fue a tocarle la puerta.
-¿si?- abrió la puerta un jimin radiante y perfectamente arreglado, su rostro cambio cuando vio a jungkook, lucia terrible… - ¿estas bien?- no podía evitarlo, parte la diversión era ver esos ojos saltones llenos de ira, ahora lucían apagados
-Me siento un poco mal… solo por hoy podrías bajarle a la música- apenas termino de formar la oración, vinieron arcadas y en cuestión de segundos los zapatos de diseñador de jimin estaban cubiertos de vomito
-oh, lo siento- esta vez, era sincero
-No pasa nada… -jimin, lo rodeo con su brazo- deberías entrar, te hare algo de comer
Antes que jungkook pudiera negarse, ya estaba dentro del apartamento de jimin, recostado en su sofá, quería negarse y discutir pero la verdad es que el cansancio y el malestar le ganaron… en poco tiempo todo se volvió oscuro.
***

Amor en CustodiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora