28. Montaña de emociones

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Capítulo 28.

— Richard me voy a vomitar

— Tal vez- la miro— Pero qué tal la anécdota - sonrío y la chica rió mientras negaba

— Está bien- contestó rodando sus ojos

— Si- sonrió tomándola del brazo para correr a la montaña rusa

— Muy bien, todos colóquense el cinturón de seguridad- el encargado ordenó

los chicos acataron la orden y se lo colocaron

— En 4, 3

Nina Tania agarrada la mano de Ricky, realmente estaba nerviosa

— 2, 1

Tan pronto como arranco se escuchó un fuerte grito de Nina

— Richard Bowen si no míreles aquí lo haré yo misma con mis propias manos- gritó haciendo reír a Ricky

El juego por fin se detuvo y ambos salieron sentándose en una banca ya que Nina quería vomitar

— Si se lo cuentas a alguien te juro que te

— Me matas, lo se- la interrumpió haciendo que la canasta a rodadora sus ojos juguetonamente

— Vamos- hablo el chico jalándola del brazo

— Ricky- gritó mientras que Ricky la arrastraba por toda la feria

— Bueno, ya si quieres por último podemos comprará chocolate caliente- sugirió

La chica lo miro—Claro- contestó con una leve sonrisa

Ambos caminaron hasta el puesto más cercano

— Buenas tardes, me podría dar un chocolate caliente- el chico pidió con una sonrisa

— Muy bien, ¿y para su novia?- preguntó viendo a ambos

Los dos se miraron y las mejillas de Ricky se tornaron rojizas de inmediato

— Ah, lo mismo por favor- contestó la constaba

— Muy bien- el hombre comenzó a servir mientras los dos estaban en silencio — Aquí tienen- hablo entrándole a ambos su chocolate

— Muchas gracias- contestó Ricky

— Tome- Nina habló entregándole el dinero

— Ey yo iba a pagar- Ricky la vio extrañado

— Bueno esta vez pago yo- la chica sonrió entrándole el dinero

— Está bien- el chico accedió, los dos comenzaron a caminar hasta la salida de la feria

— Oye Ricky- hablo la castaña haciendo que el la vea

— ¿Qué pasó?- preguntó viéndola

— ¿Por qué me trajiste aquí?- preguntó mientras le tomo un sorbo a su café

El chico se le quedó viendo unos segundos

— Bueno, ayer no te sentías bien y quería te animarás un poco- añadió con una leve sonrisa

la chica se le quedó viendo unos segundos

— Pues Gracias sabelotodo- contestó con una dormida haciendo reír al chico mientras negaba

— Parece que ese apodo ya es mío- añadió y la castaña negó con una sonrisa

— Parece que si- el sonrío y él emitió el gesto

En una biblioteca || Rini au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora