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Eros me llevó a un café a pocas calles, estamos sentados uno frente al otro.

Su mirada me incomoda, parece examinar cada uno de mis movimientos. trato de enfocarme en la gran ventana que esta justo a nuestro costado, que deja ver la gran avenida. Pero aún así siento sus verdes ojos clavarse en mi, y ninugno habla.

Tomo mi celular esperando tener algún mensaje, o alguna llamada pérdida, pero no hay nada.

-Bien. Peter Rossi, cuenta me de ti.- suelta Eros de improvisto haciendo que mi atención vuelva a el.
-¿Qué quieres saber? Soy un adolescente normal de 17 años que tomó la valiente decisión de aceptar la invitación de salir con un tipo que apenas conoce.- Digo con la taza sujetada con ambas manos. -Quise decir.. Con un sujeto al que no conozco para nada.

El me sonríe de lado, y mi interior se derrite.

-Esta bien, sabes que mi nombre es Eros Deligianis ¿No? Además de eso... Tengo 20 años, estudio artes, y realmente tengo pensado pintarte desnudo, como si fueras Rose y yo Jack.

El intenta ser gracioso, pero no lo es.

-¿Soy una mujer?- Digo -Esta bien, por lo menos soy buena actriz.

El suelta una carcajada. "Así se hace un chiste" pienso, pero la verdad no fue tan bueno... Fue peor que eso, fue malo.

Me inclino para ver su taza de café, y esta vacía. Mis mejillas vuelven a ponerse rojas, y su sonrisa crece gradualmente, según el tono de mi piel.

-Ya no quiero. - digo despacio, señalando la taza a medias.

El toma mi mano sin decir nada y besa el dorso de esta. Sus labios son tan suaves y delicados, y puedo sentir su pequeña barba rubia pinchandome.
No puedo hacer esto. Retiro mi mano de entre las suyas, nervioso, oyendo los latidos acelerados de mi corazón. Eros me mira un momento pero no dice nada.

El se levanta y paga los cafés, señalándome la puerta con un movimiento de cabeza.

Salgo justo delante de el, cuando un viento helado golpea contra mi haciéndome temblar.

Siento dos brazos largos y fuertes envolverse al rededor de mi cuerpo, y lentamente el frío se desvanece. Estoy pegado a Eros, deseando secretamente que jamas me suwlte, y maldiciendome por esos pensamientos.

Nunca me dejes. (Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora