Extra

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- Si que te has tardado esta vez. — Dijo el detective al escuchar que se abrió la puerta de la oficina.

- No me la has dejado nada fácil... — respondió el ladrón disfrazado de oficial de policía. — Se supone que ibas a ayudarme, pero sigues yendo contra mi con todo lo que tienes.

- Es algo necesario, después de todo, si siempre te llevas la pieza fácilmente y luego yo la traigo de regreso, no tardarán en darse cuenta de nuestro trato. Pero no te preocupes, me estoy asegurando de que siempre puedas escapar y de vez en cuando te permito ganar, ¿no? — dijo Kudo con tono de burla recostado del escritorio con los brazos cruzados.

Habían pasado ya unos meses desde que estos dos habían admitido y confesado sus sentimientos, ahora se encontraban saliendo y tenían un trato en cuanto a sus trabajos, una especie de tregua. Aquella noche, como tenían acordado, se habían enfrentado cara a cara en el último piso de un edifico en el cual se llevaba a cabo la exhibición de una de las joyas más impresionantes de la historia, y la cual era el objetivo del ladrón, y el detective le había dejado a Kid llevarse la joya en esta ocasión, aunque claro que no se lo había dejado fácil, aunque como dictaba el acuerdo entre estos dos, Kid tendría que devolverle la gema después y era lo que venía a hacer en aquella oficina.

No había pasado mucho desde que Kid se había enfrentado a los oficiales, y los había despistado con su truco de los muñecos como siempre, por alguna razón los oficiales aún no eran capaces de enfrentarse a ese simple truco, aunque eso era ventajoso para el ladrón.

- ¿Se trata de Pandora? — preguntó Shinichi, extendiendo la mano para que le diera la joya, usaba guantes para asegurarse de no dejar huellas, además, las joyas son delicadas, hay algunas a las cuales la grasa de los dedos les hacían un daño irreparable.

- No, no es la gema que busco. — respondió Kid poniendo la piedra en las manos del detective.

- De verdad es una gema difícil de conseguir. Aunque supongo que si fuera fácil no llevarías tantos años en ello. — dijo Shinichi mientras guardaba la gema en el bolsillo de su chaqueta y no se percató de cómo el ladrón se iba acercando lentamente.

- Si fuera tan fácil de encontrar, seguro mi padre ya la habría encontrado hace mucho tiempo. — respondió el ladrón fantasma a unos pocos milímetros de distancia del detective.

- ¿qué estas haciendo? — dijo Shinichi cuando lo vio tan cerca de él.

- bueno, no es como que podamos vernos con frecuencia. El gran detective siempre se encuentra ocupado con sus casos, así que pensé que podríamos pasar un poco de tiempo de calidad. — comento el chico sujetando a Kudo por la cintura y pegándole a él, para comenzar a besar sus mejillas, cuello y clavícula.

- Me parece a mi que buscas más que tiempo de calidad... — respondió Shinichi tratando de alejar a Kaito con la mano, pero este la tomó y comenzó a besar el dorso interno de la mano de Kudo desde su centro hasta sus muñecas, para luego sujetar el guante con sus dientes para ir sacándolo de la mano del detective.

Le estaba tentando, aunque no era el lugar para hacerlo. En cualquier momento alguien podría cruzar aquella puerta.

- Kaito, ya es suficiente. Si quieres hacerlo, espera a que regresemos a mi casa. — fue lo que dijo el detective. Aunque había pensado en ser mas firme con el ladrón, casi en todas las ocasiones, por no decir todas, terminaba complaciendo sus deseos.

- ¿como puedo estar seguro que no escapará gran Detective? — dijo el ladrón volviendo a repartir besos en el cuello de Kudo, sin soltar el agarre de sus cintura.

- No escaparé, te doy mi palabra. Pero no podemos hacer esto aquí, en cualquier momento podría entrar alguien. — respondió.

- Nadie entrará... Tome mis previsiones, cerré la puerta con seguro al entrar y la policía estará persiguiendo a Kid por un rato. Así que somos libres de hacer lo que queramos, Shinichi. — le dijo Kaito al oído para luego morder su oreja.

The True (Fanfic kaishin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora