Cada vez que estaban juntos el mitad albino no podía evitar sentir su corazón agitarse.
Cada vez que estaban juntos el pelirrojo tenía la necesidad de protegerlo hasta el final del mundo.
Cada vez que estaban juntos ambos sabían que eran el destino...
El pelirrojo suspiro y bajo aún más la manga de su sweater con la intención de ocultar el hilo rojo que colgaba de su meñique. Había peleado con un niño, nada nuevo para él, por un gato y como resultado tenía su hilo rojo visible.
El pobre felino había salido despavorido de quien sabe dónde y busco refugio en los brazos del pelirrojo. El pelirrojo como amante de los animales lo acogió entre sus brazos y le dio mimos en busca de calmar a la pobre alma en desgracia que estaba apresada en el cuerpo del minino, unos segundos más tarde un niño de tez rosada le había reclamado al pelirrojo de roba gatitos.
El pelirrojo no iba a quedarse callado ante tal acusación así que comenzó a protestar contra el niño por el gato, pero un niño más pequeño llego diciendo que ese gato en realidad le pertenecía a él. El pelirrojo a regañadientes tuvo que devolverle el felino porque el animal tenía toda la intención de volver con su verdadero dueño y el niño más pequeño, el cual tenía marcado un corazón en su ojo derecho, le dio como agradecimiento un golpe con su quirk al pelirrojo provocando que su hilo rojo fuera visible.
Así que ese niño fue el causante que su alma gemela supiera que tenía una. Y del gran chichón en su frente.
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Chichón: Bulto que sale en la cabeza como consecuencia de un golpe.
