Capitulo único

2.6K 152 70
                                    


1.

Completamente agotado, Hyunjin se dejó caer en el suelo de la sala de práctica. Minho se sentó a su lado, tomando su botella de agua.

Hyunjin se apoyó en el espejo observando a Félix que hacía unos tik toks.

—¿Quieres salir más tarde? —preguntó Minho apoyándose a su lado.

—No puedo —respondió Hyunjin—. Quedé con Jisung —Minho parpadeó rápidamente, ese hábito que a Hyunjin le parecía realmente adorable.

—Ok, le diré a Binnie.

—Tienes un novio, pero no sales con él.

—¡Oye! Yo saco tiempo para mis amigos. No como unos que apenas se juntaron se olvidaron que yo existía. Hablaré firmemente con Han Jisung sobre eso.

Hyunjin soltó una risita.

—Además, nosotros salimos mucho. Tú dices que quedaste con Jisung pero en realidad se van es a su habitación.

—¡Pero convivimos!

—Uno viendo anime y otro pintando —Hyunjin frunció el ceño, fingiendo molestia y se levantó.

—Voy a buscar a mi novio, está en el gimnasio —Minho soltó una risita.

—Dile a Changbin que lo busco —Hyunjin rodó los ojos, ya estaba acostumbrado a ser la paloma mensajera de Minho.

De igual forma asintió.

El gimnasio quedaba en el sótano del edificio. Habían quedado que Hyunjin lo iría a buscar luego de terminar de bailar para poder ir a casa, ducharse juntos y acostarse a ver algo juntos.

Era bastante doméstico, y eso le gustaba mucho a Hyunjin.

El gimnasio estaba casi vacío, solo unas cinco personas en él. Hyunjin saludó a algunos y se acercó a Jisung que estaba haciendo pesas. Hyunjin se quedó en silencio, sin hacer notar su presencia a su novio mientras lo admiraba hacer ejercicio.

Se mordió el labio observando la forma en que sus músculos se movían y se flexionaban ante el peso que cargaba. Sintió que se erizó su piel al recordar la facilidad con la cual Jisung podía levantarlo y maltratarlo en el sexo.

—¿Bebé? —escuchó Hyunjin. Salió de sus sucios pensamientos, sintiendo que podría endurecerse, y miró a Jisung que limpiaba su frente con una toalla.

Hyunjin se abrazó a sí mismo y le brindó una sonrisa a Jisung.

—Dijiste que viniera a buscarte cuando terminara.

—¡Claro, claro! —se levantó y mirando a ambos lados, notando que nadie les prestaba atención, le dió un suave beso en los labios al rubio—. Busco mis cosas y nos vamos, tenemos un baño pendiente.

Hyunjin asintió, su mirada perdiéndose en la gota de sudor que corría por el cuello de Jisung y bajaba a su pecho.

Jisung no había comenzado a entrenar pecho sino hace poco, y Hyunjin descubrió que tenía una fascinación por los pectorales grandes.

¿Sus manos agarrando los músculos del pecho de Jisung mientras éste lo follaba? Lo mejor que podría pasar.

Y aunque ahora pareciera sucio, Hyunjin deseaba pasar su lengua por el pecho sudado de su novio.

Maldita sea.

Estaba duro.

—Uh ho... —murmuró Jisung, tal vez notando lo nervioso que Hyunjin estaba y bajando la mirada a... sí, su pene endurecido—. Alguien está entusiasmado.

Pon tus manos (en mi pecho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora