Cardigan [Hanknow]

⟨ 05 ⟩

Minho miraba su hoja con desinterés y mordía su lápiz mientras la señora Seo le daba una clase de quién sabe qué. Hace dos semanas y media no veía a Jisung ni a ChangBin, no tenía forma de hablar con ninguno de los dos.

Su padre le había quitado su laptop también, y lo único que podía hacer era ver televisión, o más bien encender la televisión para que el sonido amortiguara su llanto, porque Jisung había sido la bandita de sus heridas pero una vez que lo habían arrancado de su vida, solo pudo seguir sangrando.

— Minho, ¿Estás escuchando? — La señora Seo lo sacó de sus pensamientos.

— Lo siento, estoy algo cansado, trataré de prestar más atención — Dijo Minho.

—  Mira, estoy en mi trabajo, pero ChangBin me dijo que hace mucho no respondes el celular, ¿Estás bien? — Minho se sintió triste, ChangBin debía estar preocupado.

— Mi padre me lo quitó  —  "En realidad lo había destrozado, pero no es el punto" pensó el pelinegro —  Él se enteró de algo, y ya no me deja hablar con nadie.

 — Tú sabes que soy tu profesora, pero puedes contar conmigo para lo que necesites, Min — La mujer le sonrió y Minho se sintió cálidodespués de tanto.

—¿Podría usar su celular para hablar con ChangBin?, Solo un momento —La señora Seo asintió y le dio a Minho su celular con el número de ChangBin en pantalla. Minho agradeció y solo presionó el botón de llamada, sonó un par de veces y ChanBin atendió.

— ¿Mamá? —  La vos de ChangBin se oyó al otro lado de la línea.

— Bin, soy Minho.

—  Amigo, ¿Qué diablos te ocurrió? Creo que te llamé más de cien veces, si no fuera por mamá que me dijo que estabas bien, me iba a dar un ataque —El castaño sonaba preocupado.

—Es una larga historia, solo quería que sepas que estoy bien.

— ¿Estás mal por lo de Jisung? Pensé que era por eso.

— ¿Jisung?, ¿Qué le ocurre a Jisung? —  Minho sintió su corazón latir muy rápido.

— Oh... No lo sabías, él quiere huir de la ciudad en la tarde, creo que su tren sale en media hora —Minho no lo podía creer, Jisung se iría sin despedirse.

— Bin, hablamos luego, debo hacer algo — Colgó el celular y se lo devolvió a la señora Seo —Yo debo irme a un lugar —Miró suplicante a la mayor, esperando aprobación.

— Minho, sabés que yo no te diré nada, pero sabés que tus padres sí —Minho asintió con la cabeza a gachas —Pero si te sirve de algo, las puertas de mi hogar siempre estarán abiertas para tí, cariño —Dijo sonriendo.

Minho sonrió por unos momentos y no lo dudó, se levantó de su silla con el paso acelerado.

Salió rápidamente de su casa; no iba a perder a Jisung tan fácil.