Mientras Dustin y Lucas jugaban con las figuras de Star Wars en el salón, un pequeño azabache notó la ausencia de su mejor amigo. Se supone que había ido a cambiarse porque detestaba usar saco y corbata aún en ocasiones especiales, pero aún no regresaba.
Wheeler subió las escaleras del sótano dejando a sus amigos perdidos en aquel juego para ir a ver al castaño, con aquel regalo en mano que le había comprado antes de llegar, se dirigió hasta el segundo piso en camino a su habitación.
En silencio mientras trataba de no hacer ruido alguno, se paró en frente de su puerta soltando un pequeño suspiro nervioso. Con la yema de los dedos de una de sus manos empujó esta misma haciendo que se abriera lentamente, al levantar la vista sus mejillas se colorearon de un rosa pálido haciéndolo dar un pequeño salto.
Byers se dio la vuelta y al notar la presencia de su amigo abrió los ojos enormemente, no llevaba una polera encima por lo que su torso estaba descubierto ante la mirada del más alto. Rápidamente tomó una prenda de su para ponérsela de inmediato antes de que el ambiente se volviera incómodo.
"Ah...lo siento, es que estabas tardando mucho y vine a buscarte" habló Wheeler, tartamudeando al principio.
Will asintió algo nervioso, relajándose luego para mostrar una media sonrisa que revolvió el estómago del contrario.
"No encontraba algo cómodo para ponerme, pero creo que ya lo hice"
"Genial" contestó rápidamente. "Dustin y Lucas están abajo jugando aún con tus juguetes nuevos"
Hubo un pequeño silencio en ese momento, que fue roto por el castaño sentándose en su cama un poco pensativo.
"¿No crees que es raro?"
"¿Humm?"
"Seguir teniendo juguetes" dijo. "Tenemos trece años"
"¿Y eso qué?"
"Quizá más adelante ya no querrán seguir jugando como antes"
Mike se dispuso a retirarse del lado de la puerta para poder sentarse junto a él.
"Ser grande no te impide seguir jugando, ¿Sabes?"
"Es cierto, pero..." pausó sin terminar la oración, haciendo que el de pecas volteara a verlo algo preocupado.
"¿Hay algo que te asuste?"
El más bajo asintió con la mirada fija en el suelo.
¿Para qué mentir? Lo asustaba el hecho de seguir creciendo y olvidar lo que se sentía ser un niño feliz jugando en el sótano de su mejor amigo mientras realizaban una magnífica campaña.
Pero era consciente de que las cosas no se quedarían congeladas como están ahora mismo, tenía que aceptar que con el paso del tiempo comenzarían a madurar y eso era completamente normal, porque es parte de crecer.
Aun así, no se sentía listo para llegar a esa etapa. Solamente quería hacer pijamadas con sus amigos cada fin de semana, ver películas mientras comen palomitas de maíz dulces y ríen por cada escena divertida, jugar calabozos y dragones hasta altas horas de la noche.
Le asustaba pensar que muy pronto quizá todo eso cambiaría, quería seguir estando junto a ellos, porque siempre había sido así.
"Me da miedo..." antes de que pudiera completar la frase, Wheeler siguió por él.
"Crecer"
Volteó a observarlo con sus enormes ojos color avellana mientras este tenía la mirada perdida en algún lugar de la habitación.
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Acuarelas de corazón || Byler
Fanfiction"¿Y si quisiera colorear un mundo junto a ti?"