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Capitulo 30

Ya estábamos en el hospital tras un viaje silencioso gracias a Rubén. Llamo a mi mamá una vez que estacioné y me dice que me espera en la puerta, le corte después de decirle "te amo"

-Por qué le decís te amo?

-Porque no se cuando puede ser la última vez que se lo diga o hable con ella. Ya es una regla para mi, decile "te amo" antes de cortar la llamada o tal solo un mensaje.

-Wow.

-Bueno, dale apurate. Si viniste para acompañarme tenes que ir atrás mio todo el tiempo.

-Vale.

Fuimos caminando hacia la puerta donde ahí mi mamá está mirando para todos lados.

-Hola...

-_____!- me abraza. - quien es el- ella me señala a Rubén que me miro incomodo.

-Después te lo digo. Donde está mi abuela?

-Tranquila. Solo... Siganme.

Agarré a Rubén de la mano y lo arrastre básicamente, pasa que el caminaba lento y yo quería ver a mi abuela lo antes posible.

-Podes caminar un toque más rápido la puta madre?

-_____! - mi mamá me retó. Es tan lindo que siga teniendo la misma actitud de cuando yo tenia 13 años, me hace recordar. Basta rayis calmate.

Subimos escaleras y doblamos algunos pasillos para llegar a la habitación 15.

-No podríamos a ver usado el ascensor?

-No, estamos en la primera plata. Deja de joder. - vago.

Mi mamá me mira y me hace una seña con la mano para que entre. Miro a Rubén como dando permiso por miedo a dejarlo solo y el me sonrie. Entro despacio y ahí está, llena de tubos en los brazos, y otro en la nariz ayudándola respirar. Ella giró la cabeza hacia mi y me sonrió. Yo corrí hacia ella para abrazarla lo más fuerte que podía sin lastimarla.

-Viniste.- ella se mueve un poco para ganar comodidad.-Como te dejaron pasar si no es el horario de visitas?

-Es que con esta belleza quien se resiste?- trato de hacerla reír y lo consigo. Escucho reír a las personas que tenia a lado. No me había dado cuenta que había un señor en las mismas circunstancias que mi abuela y un chico más o menos de mi edad. Tenia un pircing en el costado de la nariz y otro en el labio, y en el cuello se podía ver la terminación de un tatuaje.

-Hola, disculpen no los había visto. - el hombro que está acostado me sonríe y se encoje de hombros.

-No importa linda. Esta todo bien. - le sonrío y me vuelvo hacia mi abuela.

-Como te sentís?

-Mal. Tengo presión alta, estoy con tubos en los brazos, esta mierda que me es más incomoda que no se que. Quiero salir de acá. - ella me mira frunciendo el ceño pero después me sonríe de nuevo. - Mentira, estoy bien. -levanta un brazo y me acaricia la cara con su mano.

-Vas a salir de acá si ayudas. Con tu voluntad podes hacer lo que fuese.

-Lo sé, obvio que voy a poner mi parte, el viejo está solo en casa, las estoy preocupando a ustedes... - noto como sus ojos se cristalizan y los mios igual. - Voy a hacer lo posible para salir bien de acá y volverte hacer las galletitas que tanto te gustan.- se pasa el dorso de su mano por sus ojos sacando las lagrimas. -todo va a volver a la normalidad, te lo prometo.

Yo sonreía con lagrimas en los ojos pero sin dejarlas escapar.

-Ay abuela. - me inclino y le doy un beso en su frente. -Vas a estar bien, de eso estoy segura. - me agarra de la mano y me da un apretón fuerte.