𝙨𝙥𝙤𝙞𝙡𝙚𝙙 𝙗𝙧𝙖𝙩 | ᶜʰᵉⁿʲⁱ

❤︎ 𝙨𝙥𝙤𝙞𝙡𝙚𝙙 𝙗𝙧𝙖𝙩 | 𝘴𝘦𝘱𝘵

— chenle cerró el libro con frustración mientras miraba a su novio que estaba en su cama recostado, era fin de semana, el último que pasaba en seúl, su ciudad de residencia fija y de natalidad y es que estaba tan bloqueado y ciertamente no quería irse tan lejos de jisung y por una semana, una completa en donde no podría verlo, chenle solo quería avanzar y ese manual de leyes de tránsito no le ayudaba en nada con su tristeza y con su nerviosismo, por dios, el lunes comenzaba su vida universitaria en un lujoso departamento solo a dos cuadras de su honrada institución, quería morir.

—     no entiendo como sacaste tan rápido la licencia de conducir si este libro es tan gigante     — chenle exclamó mientras hacía un puchero, su padre le compraría un automóvil para que no tuviera que utilizar el 'asqueroso' transporte público, según el mismísimo chenle, pero había un pequeño gran problema, pasar el examen.

—     quería sacarlo rápidamente para llevar a mi mimado omega a la escuela     — jisung se acercó a la silla giratoria y besó los labios de chenle apoyándose en los posa brazos de aquella silla, chenle se sonrojaba cuando jisung le llamaba omega, aún no se acostumbraba del todo, su padre yixing se había dado cuenta de su declaración en el momento en que su hijo se bajó de aquel vehículo, un olor a chicle muy dulce y empalagoso, justo como su retoño, al día siguiente consiguieron hora con el urólogo que pudo ver a chenle y guardar su secreto, sí, el de ya no ser casto, sugirió el uso de supresores y chenle agradeció aquello, yixing no puso oposición, era la vida de chenle y el cuerpo de su hijo.

—    y a citas     — añadió el mocoso mientras le sonreía con sus preciosos dientes, su pelo sedoso ya casi llegaba a sus ojos y a jisung le encantaba, le daba una vista tan linda, tan tierna.

—    exactamente     — le besó los labios nuevamente, había una pizca de nostalgia, una inmensa a decir verdad que se camuflaba con el deseo de no agobiar a su pequeño chico.

—    mi chofer     — chenle le sacó la lengua mientras decía aquello, le gustaba molestar de sobre manera a jisung, por la reacción, jisung lo alzó de los muslos y lo tiró a la gran cama de su pequeño bebé, mientras le hacía cosquillas en su pancita con la boca, las carcajadas eran puras, limpias.

—     no te vayas     — jisung exclamó mientras ponía su cabeza en el cuello de su bebé, impregnándose del aroma del amor de su maldita vida, estaba triste, no quería estar lejos de la fuente de su felicidad, el olor pesado de jisung llegó a la fosas de chenle, soltando así mismo feromonas para tranquilizarlo, él tampoco quería irse. —     lo sé, estoy siendo egoísta y lo siento mucho bebé, pero no quiero estar lejos de ti, menos empezar este año escolar sin ti     — jisung refunfuñó, chenle tampoco quería estar solo con millones de personas, no quería tener que hacer amigos, porque no siempre puedes estar solo y yixing le había pedido encarecidamente de hacerse uno, no quería que su hijo fuese la única conexión, debía tener redes de apoyo en la nueva ciudad.

—     no quiero dejarte, pero este es mi sueño, amor     — chenle acarició el pelo de jisung mientras se aferraba a él, no estaba enojado porque sabía que jisung jamás interferiría en sus decisiones, pero sabía que su alfa estaba triste.

—    y lo sé mi amor, lo entiendo y lo respeto, e iré a dejarte con una sonrisa en la cara, es un paso importante, luna     — jisung salió del cuello de chenle y le besó la barbilla mientras le miraba directamente a los ojos.

—    te amo como no tienes idea, alfa    — chenle le besó y lo atrajo hacia él.

fue difícil, fue muy difícil ver la cara de jisung, de extrema tristeza pero haciéndose el fuerte, no dejando que sus sentimientos se revelarán por completo, y chenle sabía que su novio no quería ser egoísta, al menos no con él y con su sueño, con lo tanto que le había costado. cuando abrieron la puerta del nuevo departamento de chenle, este mismo se dejó llevar por sus anhelos pensando que aquella infraestructura era el hogar de ambos, que comenzarían una nueva vida juntos, cosa que no era así, y que entristecía a ambos de gran manera, recorrieron el departamento, analizando las habitaciones y los muebles, yixing había comprado el apartamento amueblado para su pequeño retoño, sí, era bastante lujoso y chenle había decidido cuál quería sin siquiera mirar el precio, cualidades que solo el mimado chenle tenía.