SHINOBU

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La oscuridad era penetrante, como si un denso velo negro hubiera cubierto los cielos. Ni un solo rayo de luna, ni una sola estrella, todas parecían escondidas.

Esta noche es extraña...pensó una joven de unos lindos ojos amatistas al mirar fugazmente el cielo.... apresurando el paso para regresar a su casa. Aunque era luna llena, los densos nubarrones absorbían los brillantes destellos de luz proveniente de ella, haciendo incluso que los faros iluminen escasamente la desértica y fría calle de invierno.

La joven se envuelve aún más en su viejo abrigo, tratando de entrar en calor. Un vaho se forma en su boca, fruto del frío y de su respiración agitada.

-No debí haberme quedado tan tarde en el trabajo. Llego ante un oscuro callejón donde se detuvo dudando por un momento. Ese callejón era el atajo perfecto para llegar en pocos minutos a su casa pero también era cierto que era frecuentado por delincuentes y drogadictos, aprovechando su prácticamente nula iluminación. Por otro lado, continuar por el camino de siempre tampoco está exento de los mismos peligros, pensó ella. Respiró profundo y se adentro en el tenebroso callejón.

La joven caminaba lo más rápido y cautelosamente posible. Sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad pero podía tropezar y lo que menos quería era caerse en aquel lugar, demorando su salida de ese tenebroso callejón. Sin embargo, una sombra llamó su atención. Era una persona sentada en el piso con una espada recostada en la pared cerca a ella, lo suficientemente grande como para ocupar casi todo el pasillo. Se detuvo con miedo. Tenía que pasar por su lado si quería entrar al edificio donde se encontraba su pequeño departamento. La otra opción era regresarse en sus pasos. Eso podría ser más peligroso aún, pensó ella al mirar hacia atrás y no ver nada más que oscuridad. Lo contempló por unos segundos que le parecieron eternos.

-Parece dormido.

Prudentemente se acercó lo suficiente para bordearlo, pero fue ahí cuando vio la sangre. 

-Está herido. Sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, se acercó a él para atenderlo cuando sintió la fría espada en su cuello. 

Yakusa EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora