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Un castaño se encontraba allí donde siempre, en ese súper mercado donde debes en cuando compraba algo de comida, para no pasar 2 semanas con hambre. No era qué comiera mucho que digamos, incluso tenía ese pensamiento qué le llegaba a la mente una vez iba a tocar un alimento. "Cuanto podría engordar si comía esto".

Era un pensamiento triste que lo atormentaba constantemente en sus días. Se esforzaba mucho en no pensar en eso qué provenía de su tan baja autoestima.
Una baja autoestima qué tenía desde muy temprana edad.

Con la mirada baja fue directo a el mostrador donde se encontraba la cajera, obviamente Eren pago y se dispuso a irse. Se puso su tan querida capucha para editar qué la nieve ensucia ra su cabello atado.

El transcurso del viaje fue cómodo para el, debido a que Nadie le prestaba atención y ni siquiera lo miraban. Odiaba tener qué comenzar una conversación.
Era simplemente incómodo hacer eso, tan solo decía un hola y.... Desde allí no sabía qué mas decir aparté de un "como estas".

El casó una vez su caminata terminó eren se detuvo en aquél edificio qué daba entrada a su hogar. Tardó unos segundos. Por suerte la abrió en minutos en abrir la puerta con su llave puesto qué tenía ese miedo de romper la y pasar el ridículo.

Una véz entro en su hogar se dispuso a guardar un par de cosas en su nevera, la Verdad no le importaba el como pusiera sus alimentos puesto que según el Nadie lo crítica ria por como estában ordenados.

Llevó su cuerpo con pesadez hasta su baño, se miro en el espejo con aura triste y solitaria, poco a poco llevo sus dedos cerca de sus ojos de allí con mucho cuidado se quito algo.

Se quitó una piel falsa. Un plástico el cual cubría su mas grande secreto.

Unas cicatrices con detalles rojos y negros estában por debajo de sus ojos y ojeras. Sus ojo izquierdo también tenía esa piel falsa la cual también se la retiro.

No era un secreto que el odiaba a esas heridas profundas qué lo acompañaban a todas partes, una prueba de ello fue cuándo en ese precisó instante se puso una crema con la capacidad de eliminar cicatrices.

Tenía esa costumbre de usar esos cosméticos con el fin uno objetivo de deshacerse de sus cicatrices. Pero obviamente no funcionaban. Inclusive eren llegó a pensar que de tantos cosméticos lo estaban volviendo feo.

El pensar tal cosa era algo qué lo tiraba en la cama y le daba ganas de no hacer absolutamente nada en el día. Nada mas que escuchar musica que combinaba con su ambiente y llorar cuando estaba solo.

Aparté de usar cosméticos se dedicó a hacer ejercicios, no por el echo de salud y subir su autoestima, si no para verse un poco más atractivo para las personas.
Pobre eren Debía hacer esa actividad por el mismo no por personas qué no valían la pena.

Ahora te preguntarás ¿De. Donde salieron esas cicatrices? Pues la respuesta fue cuándo el tan solo tenía uno 10 años de edad. Era alguien joven muy joven.

Tuvo una infancia feliz, una infancia feliz que no duro mucho cuando su infancia se lleno de dolor y rechazo. Todo por ese fatídico día en el cual el auto de sus padres tuvo un accidente.
Eren al tener un cinturón defectuoso salió volando y terminó sobré unos vidrios.
Todo se le hizo borroso en instante. Tan solo pudo oir los murmullos de su madre.

Cuando recupero la consciencia se encontraba ahora mismo en un hospital, derrepente entro un doctor el cual le contó lo sucedido.
Eren comenzó a llorar desesperadamente cuándo el doctor le dijo que sus padres fallecieron.

También notó que tenía una gran venda rodeando toda su cara, la venda y sus heridas eran lo de menos, tan solo le importaba sus recién fallecidos padres.

depp scarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora