Capítulo 2

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Observo con detalle cada lugar de Underground pero mi vista se detiene en la pelinegra que a lo lejos sonríe por algo que le dijo Mikhail. Sigo golpeando con mis puños el aire, esa chica me parece desagradable.

Y me molesta que esté acá en el área de entrenamientos, dejo que su presencia no me afecte por completo.
Aunque hay que admitirlo, es una chica inteligente y hace muy bien el trabajo qué le encomendó su padre la gran bestia de Underground, pero también es un claro ejemplo de porque este negocio debe estar acargo de un hombre, ella es una gran distracción para los demás.

Observo a los alrededores y como me imaginé cada hombre en el local está pendiente de la chica y han dejado de entrenar, rápidamente la molestía en mi interior se hace presente.

Regreso mi vista nuevamente hacia donde se encuentra ella y me encuentro con qué la pelinegra está pendiente de mi, mantengo mi rostro sin ningún tipo de expresión, observo a su derecha y Mikhail me observaba con una gran sonrisa lo que hace que mi ceño este fruncido ¿Qué estará tramando esta vez ?

Me obligo a dejar de entrenar ya tuve suficiente no soporto estar cerca de muchas personas, tomo la pequeña toalla de mi bolso y la paso por mí frente sudada. Todo bajo la atenta mirada de la chica o mejor dicho la jefa del lugar. Camino hacia la salida evitando mirarla fijamente ya tengo suficientes problemas como para agregar uno más a la lista y mi instinto me dice que esa chica me traerá demasiados.

Cuando pasó cerca de ella puedo sentir el olor de su perfume que inunda el aire del lugar, huele dulce, la observo de reojo sin importarme saludar, todos aquí no tienen reparo en alagar su belleza pero yo no soy cualquier chico y la verdad no me importa. Y debe acostumbrarse.

Ella trata de hablar pero no me detengo a escuchar y tampoco alcanzó a escuchar lo que dijo ya que el sonido se perdió cuando las puertas se cierran y el viento frío golpea mi rostro. Reviso en mi bolso y encuentro  mis llaves, camino rápidamente al auto pero cuando me dispongo a entrar un olor dulce me detiene.

Esto debe ser una maldita broma ¿Me siguió? Al darme la vuelta observo con molestía a la pelinegra. Se encuentra cruzada de brazos y con su mirada llena de molestia.

—¿Pero quién te crees que eres, para dejarme hablando sola?

La observo perder la paciencia y comienza ha hablar con enojo pero no me interesa.

—¿Me has escuchado Volkayov?

—¿Ya terminaste niña? Porque debo irme, lo que sea que quieras de mi dile a Mikhail el me informará.

La observo con molestía y ella simplemente se queda callada y me mira como si quisiera acabar conmigo. Las comisuras de mis labios se elevan un poco, lo que causa que ella me mire mucho más molesta. Me acomodo en el auto y cierro la puerta haciendo que grite con molestía maldiciones.

—¡¡Eres un idiota engreído!! Yo te enseñaré a respetar a las damas. ¡Voy acabar contigo! Eres un estúpido egoísta, mal educado.

La observo perder la cordura y eso me parece gracioso, ya que es muy pequeña y no podría causar ningún daño en mi. Y por más que trate de parecer intimidante es todo lo contrario.

Bajo la ventanilla del auto y  levanto mi mano y le hago una ceña con los dedos para que se calle, ella me mira con sorpresa sin decir nada así que aprovecho para decirle lo que pienso.

—Si me vas a enseñar a respetar a las damas deberías tomar clases de control de ira primero, puede ser muy malo para tu salud niña. Además que si planeas acabar conmigo, estaré esperando a verlo felizmente aunque no creo que puedas hacer nada. Creo que estás equivocada. Yo no voy a endulzar tus oídos como los demás, no me interesa nada que tenga que ver contigo. Si yo fuera tú, me mantendría alejada, ya que si no lo haces conocerás el infierno y créeme no quiero eso. Si vas a necesitar algo de mi dile a Mikhail él me lo hará saber.

Boxeador OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora