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Un ensordecedor grito resonó por toda la casa ancestral de la familia Murakami, y junto aquel grito un rayo iluminaba la escena dejando a todos con los nervios de punta.
Desde hace más de cinco horas que la esposa del actual heredero de los Murakami había entrado en labor de parto y eso a todos los tenía más que tensos. El hombre en cuestión, se encontraba caminando de un lado para el otro con el cuerpo cubierto de un sudor frio, junto a él se encontraban su familia y la familia de su esposa.
— ¿Es normal que tarden tanto?—pregunto por tercera vez—
—Cálmate, es normal que el parto sea tan largo—le dijo su hermano, viendo como estaba por hacer un hueco en el piso—
—Tu hermano tiene razón—le dijo de manera calmada su padre— si algo pasara tu madre ya habría salido a decirnos.
—Pero...—su voz fue interrumpida por su abuelo—
—Deja de comportarte de esa manera—le respondió mientras se levantaba de su asiento— tu hija lleva en su cuerpo la sangre de grandes emperadores, es una guerrera desde el momento de su concepción
— ¿A dónde vas abuelo?—le pregunto su nieto mayor—
—A mi oficina—dijo sin detener su marcha—debo informarle a las demás familias sobre el nacimiento de nuestra heredera—mientras más se alejaba, más alegre sonaba su voz—Mansanku, Hideki y Tadao por fin cerraran sus bocas.
Todos en lugar lo miraron irse mientras silbaba alegremente, de repente el silencio fue roto por un último grito siendo seguido del llanto de un bebe.
—Por fin nació—dijo el tío del reciente padre— felicidades sobrino
—gra-gracias tío—el nombrado aun no salida de su sorpresa y solo atino a agradecer mientras seguía mirando el pasillo que daba a su habitación—
Todos los presentes se acercaron para felicitar al nuevo padre, ahora solo quedaba esperar que alguna de las mujeres que estuvieron presentes en el parto bajara para poder conocer a la tan ansiada heredera.
Pocos minutos después Murakami Hana, la madre del recientemente padre, salió de la habitación.
—Ya puedes pasar cariño—le dijo a su hijo menor con una sonrisa—
Si esperar otro comentario, de manera rápida, él se dirijo a la habitación ese donde se hallaba su esposa y su hija.
Al entrar vio a su esposa acostada en el Futon, todavía sin recuperarse del parto, con su hija en brazos.
—Sasuke—dijo la peli rosa en un susurro— mira, nuestra hija
—Es preciosa— la voz del hombre, en la intimidad de su cuarto, se quebró— ¿Puedo sostenerla?
Su esposa sin decir nada, simplemente asintió mientras le daba una sonrisa, le paso a la recién nacida. Al agarrarla una sincera sonrisa se plasmó en el rostro del hombre.
—Akame—dijo en un susurro, causando que su esposa lo mirara interrogante— su nombre será Murakami Akame.
—nuestra hermosa Akame—le respondió con una sonrisa somnolienta—
—duerme yo cuidare de nuestra hija—dijo al ver como se dormia—siempre cuidare ella.
A la mañana siguiente no había persona en Japón que no supiera del nacimiento de la mas pequeña de los Murakami, esa fecha había sido declarada un día festivo. El día en donde el legado de una de las grandes familias seguiría con vida.
Pero si bien el país entero había estado en júbilo no había nadie más feliz, aparte de los padres, que Murakami Katsumoto y Seiwa Issey quienes no habían dudado en presumir el nacimiento de su única bisnieta.
Los regalos de familias amigas y conocidos llegaron para poder ganarse la gracia de ambas familias
Cuatro días después las quince familias reales, se juntaron en el jardín de los Murakami para poder presentar sus felicitaciones, tal y como dictaba la tradición.
Los primeros en llegar, fue la familia Sano seguidos de los Akashi, los Haitani, los Ryuguji y los Kurokawa. Poco tiempo después llegaron los Kawata junto a los Inui y los Kokonoi, los últimos en llegar fueron las familias Mitsuya, Hanemiya, Matsuno, Hanagaki y Hitto.
Todos con las vestimentas tradicionales, listas para darle la bienvenida a futura heredera.
El broche de oro de ese día fue la foto de todas las familias juntas, la foto de las quince familias reales de todo Japón. Aquella foto, que dejaba ver el poder de esas familias.
Porque al igual que hace nueve meses, la recién nacida Akame ocuparía la primera plana del periódico nacional, porque después de todo...
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"Nace la heredera de la familia Murakami y la familia Seiwa"
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