Solo para gege | HuaLian + Pei Ming

Gege

📍Contiene algunas cosas modernas.

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"Gege..." gimió Hua Cheng "Por favor... Ya no puedo más"

Sus ojos estaban vidriosos y la saliva caía por sus labios, estaba sujeto con cinturones blancos amarrados a los bordes de la cama.

Hua Cheng lucía como un verdadero desastre y eso encendía al mayor, no tardó en sonreír impaciente mientras intentaba calmar el fuego que surgía en su interior.

Pei Ming estaba ahí también, preparando los demás materiales que pensó, sería divertido probar.

"Lluvia carmesí, no sea impaciente" soltó Pei Ming, mientras se acercaba sujetando uno de los juguetes que había traído.

Xie Lian estaba masturbándolo lentamente mientras dos de sus dedos jugaban en su interior.

Todo esto pasó porque querían probar cosas nuevas, y Pei Ming era el único sujeto al cual no les avergonzaba pedir ayuda.
Hua Cheng tenía un leve fetiche por intentar cosas un poco arriesgadas, esta vez intentarían con un trío, la próxima vez quién sabe que más saldría.

El juguete que traía Pei Ming lucía pequeño y producía un ligero sonido.

"Esto ayudará un poco" miró a Xie Lian y le sonrió "Si no le molesta a su alteza, ¿podría cederme su lugar un momento?"

Xie Lian asintió y pasó de jugar con el falo de Hua Cheng, a jugar con sus pezones.

Los gemidos del joven llenaban la no tan pequeña habitación en la que estaban.
Pei Ming se posicionó en medio de sus piernas e introdujo el objeto lentamente, haciendo que lágrimas y súplicas empezarán a surgir desesperadamente de Hua Cheng.

"P-por favor, quiero correrme..." Xie Lian rió levemente y empezó a besar las lágrimas que caían por las mejillas del menor.

"Mi San Lang desea tanto venirse, ¿debería cumplir el deseo de San Lang?"

Mientras Pei Ming lo torturaba con ese objeto, Xie Lian bajo de los pezones a la entrepierna de Hua Cheng, todo el camino dejando besos y marcas por todas partes.

Cuando llegó a su destino, lamió suavemente el falo de su hermoso San Lang y repartió más besos burlándose un poco de la desesperación del menor.

"Creo que esta lo suficientemente listo, su alteza dirá si podemos comenzar o no" Pei Ming sacó lentamente el pequeño vibrador pero aún así no terminó de torturar a Hua Cheng con eso, sino que lo llevó directamente hacía la punta de su falo el cual ya había sido abandonado por su gege hace unos momentos, provocando que el fantasma arqueara la espalda y se corriera.

"Mi error, mi error" Pei Ming realmente no estaba arrepentido.

"San Lang en serio quería venirse, pero no era el momento" Xie Lian hizo un puchero "San Lang sabe que eso conlleva a un castigo"

Aún si no fue la intención de Hua Cheng venirse sin haber empezado realmente con todo, no estaba molesto por el castigo, es más... estaba emocionado.

Xie Lian se levantó de la cama y empezó a quitarse cada pieza de ropa que traía puesta, solo Hua Cheng estaba completamente expuesto después de todo.
Pei Ming imitó los movimientos de Xie Lian y pronto, los tres estaban listos para lo que seguía.

Hua Cheng no quería admitirlo, pero le emocionaba bastante saber que tendría a ambos jugando con cada parte de su cuerpo.

Quién hubiese imaginado que el gran Rey Fantasma era tan lascivo.

Xie Lian caminó hasta la mesa donde estaban los demás objetos que Pei Ming trajo, escogió dos y los llevó hasta Hua Cheng.

"¿Esto le gustará a San Lang?" acercó los vibradores hasta los pezones del otro y los presionó levemente.

Pei Ming procedió a hacer lo mismo con el otro vibrador que tenía, solo que este lo llevó de nuevo hasta el falo del menor.

Hua Cheng temblaba por la sobre estimulación, estaba a nada de venirse una vez más hasta que, tanto Xie Lian como Pei Ming, alejaron los objetos.

"Lluvia Carmesí... debería venirse cuando tenga a su alteza y a mí, dentro de usted"

Dicho esto, Xie Lian fue el primero en moverse hacia el frente y comenzar a introducirse dentro, leves gemidos salieron de la boca de Hua Cheng, mientras que Pei Ming lo liberaba de las cuerdas que en un principio evitaban que él mismo se tocara.

En serio estaba hecho un verdadero desastre, y la vista lograba que Xie Lian se hiciera más grande en su interior.

Pei Ming se puso detrás y también procedió a entrar lentamente, era difícil, ni Pei Ming ni Xie Lian eran pequeños, después de todo.

Aún así ambos estuvieron seguros de estar completamente dentro y comenzaron a moverse.
Pei Ming dejaba marcas de mordidas en los hombros de Hua Cheng, mientras que Xie Lian las dejaba bajo su cuello o simplemente lamía sus mejillas y le daba besos desesperados en los labios.

Lo hicieron así, bastante.

Tanto que el gran y temido Rey Fantasma, no fue capaz de levantarse hasta unos días después.

Obviamente su gege estuvo ahí todo el tiempo para cuidarlo.

"Gege, este San Lang disfruto mucho de esa experiencia, ¿la disfruto gege también?"

Xie Lian lo miraba como si fuera el único en el mundo.

"Lo disfruté, San Lang es tan lindo cuando está desesperado. Pero no lo hagamos de nuevo, siento celos cuando alguien más te ve llorar"

Hua Cheng rió y asintió repetidas veces.

"Este San Lang sólo es para gege"

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