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Llevaba un buen rato observandola, riendo sin parar con ese cara de idiota. Odiaba cuando eso pasaba, odiaba que ese tipo pudiera estar a su lado sin importar que hora del día fuera, odiaba verla reír así con otro, odiaba el no poder decirle como se sentía y se odiaba aún más por ser un cobarde.

Él nunca fue precisamente del tipo que se denominaba como "miedoso" a decir verdad era muy por el contrário, hacia y deshacía cuanto quisiese, poco le importaba recibir reprimenda alguna. Pero cuando se trataba de ella era otra cosa.
Ella lo desarmaba por completo, lo pequeña y delgada que era su complexión, esos ojos color ónix que siempre parecían cansados, esa nariz pequeña y perfilada que definía su rostro a la perfección y su cabello corto de un violeta oscuro. Absolutamente todo en ella era perfecto a sus ojos.

En más de una ocasión terminó explotando la cara del "Enano bueno para nada" por referirse a Jiro de una manera un tanto... peculiar.

"- Es linda, si. Pero muy sin chiste para mi gusto - Habló el pequeño Mineta - No tiene un pecho grande, ni curvas definidas. Es más como uno de nosotros pero con un rostro más angelical."

Después de eso, no se supo con exactitud dónde estuvo metido durante todo el almuerzo pero terminó ofreciéndole disculpas a la joven de cabello violeta con una cara de espanto que no tuvo precio.

Aún así tenía otra preocupación encima, y era que el idiota de Kaminari no se le despegaba ni por asomo y eso comenzaba a crisparle los nervios haciendole tener un tic en el ojo por la rabia.

No era un secreto para nadie que el joven de cabello amarillo o "El cara de idiota" [como Bakugo solía llamarlo] se sentía completamente atraído por su compañera de clases.
Pero claro que nunca la obligaría a responder sus sentimientos, le bastaba con verla feliz y hacerla reír de vez en cuando. Se sentía comodo con ella y era de las pocas chicas de la clase con las que podía bromear a gusto.
Eran buenos amigos.

Si bien, tenía bien clarito que ella jamás le amaría de vuelta, se daba el gusto de ver a Bakugo enojado mirándolos de reojo maldiciendo a su persona. Era divertido hacerle enojar de esa manera. Pues había notado algo en los recientes días, que le parecía realmente curioso. Y era que Bakugo se enfadaba más que de costumbre cuando alguno de sus compañeros HOMBRES de clase se acercaba a ella.
Ya fuera Izuku para pedirle información sobre su kosei, Shoto quién escuchó una canción desde el teléfono de Jiro y quiso saber el nombre, Kirishima quién siempre es amable con cada uno de sus compañeros preguntandole como se encontraba, Iida que como delegado de clase se preocupaba por el bienestar del grupo e incluso el mismo Kaminari quien en los recientes días reía muy seguido junto a Jiro.

Al principio creyó que eran meras ideas suyas, alucinaciones, creyendo incluso que era alguna clase de jugarreta por parte de su mente porque sabía que su amada nunca le haría caso.
Pero pasados los días notó cierta pesadez en su nuca, una sensación de peligro y de alerta. Esa sensación aparecía únicamente cuando hablaba y bromeaba con ella. Temiendo que pudiera tratarse de una amenaza en contra de la chica, comenzó a prestar más atención a su entorno y fue ahí cuando descubrió que se trataba de Bakugo y sus celos.

Por eso disfrutaba más que nunca estar cerca de ella. Quería que fuera feliz aún si no era con él a su lado.

- Y bien Jiro - Kaminari levantó un poco más la voz para llamar la atención de Bakugo -¿A donde me invitaras a comer el día de hoy? - Finalizó pasando su brazo por el hombro de la chica.

- ¿Yo? -Levantó su ceja - Pero si el que perdió la apuesta fuiste tu - Respondió con una leve carcajada.

- Es verdad, es verdad - Dijo fingiendo estar desolado - Entonces... ¿Vamos? - Le extendió el brazo.

One Shot's |BakuJiro|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora