Me despierto gracias al desgarrador sonido de mi madre cantando las canciones de Luis Miguel puestas en la televisión del salón. Cómo no, sábado de limpieza.
Gracias a la miopía con la que me ha tocado convivir, lo primero a lo que me enfrento hoy y todos los días es agarrar mis lentes.
-¡¡CARLOTA QUE TE LEVANTES YA!!- ¿Quién será?
Poso mis pies sobre el frío suelo de madera para ir al baño, y al abrir la puerta de mi cuarto puedo ver a mi progenitora a puntito de repetir la melodía que recita todas las mañanas.
-Ah, que ya estás despierta. Ya le he dicho a tu hermana que hoy os toca-
-Hacer limpieza profunda de nuestros cuartos.- Dije interrumpiéndola, para nada sorprendida.
-Sí, ¡y los quiero como los chorros del oro!
-Ya lo sé, mamá, todos los sábados lo mismo.
-Ya, ya. Por cierto, hija, qué mala cara tienes. Deberías intentar dormir más, que con las ojeras que tienes podrías hacer de zombie en The Walking Dead.
-¿En serio?- Respondí irónicamente.
-Sí, en el supermercado venden mascarillas hidratantes, te vendrían bien pa-
-Ya, ya.- Respondí cortándola de nuevo. A veces me pregunto si se da cuenta de sus comentarios pasivo-agresivos.
Di dos pasos para llegar hasta el baño y, detrás de mí, cerrar la puerta. Me quité los lentes para ponerme como de costumbre lentes de contacto y con una pinza me recogí el pelo para poder lavarme la cara. Hidratármela no sé, pero sacarme las legañas puedo. Me sequé el rostro y me cepillé los dientes (hay que sacarse el olor a muerto). Mientras tanto, escuchaba cómo mi hermana gritaba desde fuera que saliera ya, lo cual ignoré completamente.
Saqué de una cajita a mis dos mayores aliados; máscara de pestañas y labial rojo. Ya sabes, una vez lo pruebas ya no puedes dejarlo.
-¡¡Carlotaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Reconocí al instante ese tono atacante; mi hermana había estado presionando a mi madre para que me obligara a salir. Antes de que se formara la 3ra guerra mundial, abrí la puerta para ver a mi hermana de 13 años con el ceño fruncido.
-¿Qué?
-¿¡Cómo que qué!? Tengo cosas que hacer y no sales del baño.
-Llevo literalmente 4 minutos adentro.
-¿Y a mí qué? He ordenado mi cuarto para algo y quiero salir, sal del baño.- JA, buena esa, pero ni yo me la creo.
-Manda foto por el wazza.- Dije mirándome al espejo, dando el último acabado al color rojo que tanto me caracteriza.
-Si no me crees, ve a mirarlo tú misma.- Dice en un tono pícaro y desafiante.
-De todas formas, ya había terminado.- Salí pasando al lado de ella, escuchando su risa victoriosa. Sin duda, los 13 años son lo peor.
Caminé por todo el pasillo y me asomé a su cuarto. Para mi NO sorpresa, todo estaba hecho un cristo (aunque no hay diferencia alguna cuando Alba ordena, sólo cambia todo de sitio, afectando al apreciado feng-shui de nuestra madre).
Suspiro y mientras voy a mi cuarto para... seguir en pijama todo el día, escucho mi tono de llamada de Oh No! de Marina and the Diamonds.
"Don't want cash, don't want card, want it fast, want it hard" tarareo mentalmente mientras muevo mi cuerpo hacia mi teléfono, y, sin mirar, atiendo.
-Dígame.
-¿Cómo está mi SinPadre favorita?-Inmediatamente reconozco la voz de Marcos, mi mejor amigo.
-¿Cómo está mi homosexual solterón favorito?- Sí, es GAY, y ojalá la gente dejara de pensar que somos pareja, ligaríamos mucho más.
-¡Oye! Tampoco se trata de hacerme llorar- Dice con un tono que parece de sollozo. Espero que no sea en serio, no tengo ganas de lidiar con un momento drama queen ahora.
-¿Qué es lo que quieres?
-Salir. Ya sé que no encaja con tu modo de vida ermitaño, pero...
-Estás necesitado de atención y quieres ir a Canzú.- La nueva discoteca que abrieron hace un mes.
-Primero, es Kanzoo, guapa.- Cuidado con el rey estadounidense.-Segundo, ¡¡¡SÍ!!! ya estamos en agosto y en menos de un mes entramos a 2do de bachillerato.
-Me amargas la vida.
-Me adoras, lo sé. Pregúntale a Sonia, por favor.
-Eres un pobre iluso. Tengo la habitación hecha un asco, y paso de que mi madre me saque la chancla.
-Pues limpia. Paso por tu casa a las 9 para arreglarnos.- Noté en su tono la sonrisa que estaba esbozando.
No me dio ni tiempo para contestar, ya había colgado. Algún día mataré a ese marica.
Caminé hasta el salón, para informarle a la mujer que me dio la vida los planes de Marcos, pero antes de que pudiera decir nada:
-El amiguito tuyo ese me ha escrito para que salgas esta noche. A ver cuándo dais el siguiente paso, hija.
-Mamá, es gay, por favor.
-Lo que tú digas, pero ojo de loca no se equivoca.-Suspiré rodando los ojos- Y ya me ha dicho que se pasa sobre las 9.
-Se supone que tenías que decirle que no.
-Carlota, con lo guapa que eres y no sales nunca. No te vendrá mal.
-No tengo el cuarto hecho.- JA, a ver qué me contestas ahora.
-Si no lo ordenas, te quito el ordenador, y si no sales también.- Mierda, punto bajo.
-Está bien, mami querida.- Contesté con una sonrisa en mi cara. No queremos despertar a la bestia.
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HOLAAA, soy Mavelí, la autora de esta historia. Llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo pero lo posponía continuamente. Mi objetivo es ir publicando tal vez 2 capítulos por semana hasta dejar una historia terminada. Evidentemente, si tengo problemas para hacerlo avisaré.
Acepto cualquier sugerencia o comentario al respecto de la obra (pero de una forma constructiva), por lo que pueden hablarme en mi tablero y si quieren hacerlo personalmente próximamente dejaré mi e-mail.
¡¡Espero que disfrutéis de Carlota y compañía!!
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CARLOTA.
Random¿Pintalabios rojo? Su mayor aliado. ¿Método de defensa? El sarcasmo. ¿Salir de su casa? Lo más cerca de socializar que estará nunca. ¿Planes? Sencillamente, sobrevivir al último curso. (La portada está en proceso)