Parte única

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En el presente ensayo estaré adentrándome en el significado oculto de los personajes y elementos de la novela de William Golding, "El señor de las Moscas". Con esto, pretendo que sirva de explicación a todo aquel que haya leído la obra y necesite aclaraciones.

Para empezar, ¿qué es el simbolismo? La Real Academia Española lo define de esta manera: "corriente poética y, en general, artística, aparecida en Francia a fines del siglo XIX, que tiende a eludir los nombres de los objetos y sentimientos y prefiere sugerir o evocar estos por medio de imágenes". Fue mediante esta corriente artística que el autor británico se valió para transmitir el mensaje general en la nombrada novela.

La novela comienza con el estrello de un avión en una isla, debido a las condiciones climáticas, que transportaba alrededor de 30 niños ingleses entre 6 a 12 años con el fin de resguardarlos de la Segunda Guerra Mundial. El único adulto y de paso también la única víctima fatal del accidente era el piloto del avión, dejando así a su suerte a los niños.

Nuestro protagonista es Ralph, uno de los niños de mayor edad y el líder electo durante la mayor parte de la novela. Es descrito de esta manera:

"Por su edad —algo más de doce años— había ya perdido la prominencia del vientre de la niñez; pero aún no había adquirido la figura desgarbada del adolescente. Se adivinaba ahora, por la anchura y peso de sus hombros, que podría llegar a ser un boxeador, pero la boca y los ojos tenían una suavidad que no anunciaba ningún demonio escondido." (Pág. 6)

"Pero tenía Ralph, allí sentado, tal aire de serenidad, que le hacía resaltar entre todos; era su estatura y su atractivo; más de manera inexplicable, pero con enorme fuerza, había influido también la caracola. El ser que hizo sonar aquello, que les aguardó sentado en la plataforma con tan delicado objeto en sus rodillas, era algo fuera de lo corriente." (Pág. 17)

Ralph simboliza la civilización y el liderazgo democrático. Los niños sienten admiración y confianza por él, debido no sólo a su atractivo, sino también por su naturaleza benevolente y quizás demasiado complaciente.

Los ideales de Ralph no tardan en encontrar a un contrario; un niño de su misma edad de nombre Jack Merridew. Jack era el líder de un coro de niños y el autor no se tarda en describir su presencia autoritaria en el grupo:

"El muchacho al mando del grupo vestía de la misma forma, pero la insignia de su gorra era dorada. Cuando su grupo se encontró a unos diez metros de la plataforma, gritó una orden y todos se pararon, jadeantes, sudorosos, balanceándose en la rabiosa luz. El propio jefe dio unos pasos al
frente, saltó a la plataforma, revoloteando su capa, y se asomó a lo que para él era casi total oscuridad." (Pág. 14)

"—Siempre se está desmayando —dijo Merridew—. Hizo lo mismo en Gibraltar y en Addis, y en los maitines se cayó encima del chantre.
Esta jerga particular del coro provocó la risa de los compañeros de Merridew, que posados como negros pájaros en los troncos desordenados observaban a Ralph con interés. Piggy no preguntó
sus nombres. Se sintió intimidado por tanta superioridad uniformada y la arrogante autoridad que despedía la voz de Merridew. Encogido al otro lado de Ralph, se entretuvo con las gafas." (Pág. 15)

Podemos intuir entonces que Jack representa a un líder autocrático y cruel. Páginas más adelante, él se convierte en uno de los principales motivos del caos que termina por reinar en la isla. A través de su destreza en la caza de cerdos y personalidad dominante, gana el respeto y, por
supuesto, el miedo de los demás niños.

"Piggy", cuyo nombre real se desconoce, es un niño gordo, de lentes y asmático que es constantemente objeto de burlas por su sobrepeso y sus deseos de preservar el orden en la isla.
Representa la voz de la razón y la lógica. Es aquella voz interna que se ignora de manera deliberada cuando el salvajismo e inmoralidad nos termina por corromper.

"Piggy se había instalado en el ángulo de dos piedras, y estaba allí sentado con la caracola sobre las rodillas.
—Hemos hecho una hoguera para nada —dijo—. No se puede sostener ardiendo un fuego así, por mucho que hagamos." (Pág. 35)

Su preocupación por la sobrevivencia y el futuro posible rescate es remarcado una y otra vez—sólo para terminar siendo ridiculizado y, cerca del final, brutalmente asesinado.

Otro personaje entrañable es el pequeño Simón, que representa la espiritualidad que alberga en los corazones de todos. Niño sensible, empático y pasivo que es capaz de intuir la verdadera esencia de la supuesta "bestia" que acechaba por la isla y aterraba a los niños.

"—Lo que quiero decir es que... a lo mejor somos nosotros.
—¡Narices!
Era Piggy, a quien el asombro le había hecho olvidarse de todo decoro. Simón prosiguió:
—Puede que seamos algo...
A pesar de su esfuerzo por expresar la debilidad fundamental de la humanidad, Simón no
encontraba palabras. De pronto, se sintió inspirado.
—¿Cuál es la cosa más sucia que hay?" (Págs. 80 y 81)

La verdad de la que hablo es revelada a Simón luego de tener una alucinación con el señor de las moscas, producto de un ataque epiléptico que tiene justo después. En el corazón de la isla, encuentra al cadáver de un paracaidista, quien de manera errónea había sido identificado como la fiera por los otros niños. Al intentar anunciar su descubrimiento, irónicamente, es asesinado a punta de lanzas por los niños… porque lo confundieron con la bestia. Es por esta razón que Simón representa la figura de un mesías fallido.

Otros personajes secundarios, pero también con peso simbólico, son los gemelos Sam y Eric y el despiadado mano derecha de Jack, Roger. SamyEric es escrito así, todo junto, y tratado como un solo personaje debido a que representan al rebaño, es decir, personas sin criterio propio que siguen lo que es conveniente. Roger, por otro lado, es un niño que demuestra actitudes incluso más sádicas que Jack. Cabe mencionar que entre todos, él fue el único que mató a consciencia—a
Piggy, arrojándole una pesada roca.

Y, por último, pasando a los elementos inanimados, tenemos a la caracola y al paracaidista muerto. La caracola es utilizada para llamar a los niños a las reuniones, cuando se sopla a través de
ella; y el derecho a hablar le es otorgado a la persona que la sostiene. Cuando es destruida, junto con el cráneo de Piggy, todo comportamiento civilizado es perdido.

El paracaidista muerto, como mencioné anteriormente, representa erróneamente a la presencia
de la bestia debido a que los niños entraron en pánico al verlo y no se detuvieron a buscar una explicación lógica. A excepción de Simón, ellos no sabían lo que era en realidad. Para mí, es la materialización del miedo colectivo e irracional.

"—¿Ves algo?
—Ahí...
Delante de ellos, sólo a unos tres metros de distancia, vieron un bulto que parecía una roca, pero en un lugar donde no debía haber roca alguna. Ralph oyó un ligero rechinar que procedía de alguna parte, quizá de su propia boca. Se armó de determinación, fundió su temor y repulsión en odio y se levantó. Avanzó dos pasos con torpes pies.
Detrás de ellos, la cinta de luna se había ya levantado del horizonte; ante ellos, algo que se asemejaba a un simio enorme dormitaba sentado, la cabeza entre las rodillas. En aquel momento
se levantó viento en el bosque, hubo un revuelo en la oscuridad y aquel ser levantó la cabeza, mostrándoles la ruina de un rostro." (Pág. 108)

De esta manera concluyo el presente ensayo. El Señor de las Moscas nos presenta a una sociedad improvisada por niños, algunos líderes, otros guardianes del bien común o propulsores a un final próximo. La democracia que, al querer satisfacer a todos, termina siendo saboteada por la impaciente autocracia. La espiritualidad avasallada por creencias supersticiosas basadas en el temor. La lógica ignorada —y aplastada— para liberar nuestros instintos más bajos, inmorales.

Fuentes
- Real Academia Española.
- El Señor de las Moscas (1954) por William Golding.

Simbolismo en "El Señor de las Moscas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora